Cap. 28

"El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella" 

 Maddie

dos semanas, dos semanas de tortura e infierno, sin ver a nadie, sin hablar con nadie, sin siquiera ver a Lía, Kayla solo iba una vez al día, para darme de comer, era un silencio sepulcro, frote mis brazos en busca de calor. 

 Ahí estaba Kayla, entrando con una sonrisa y una bandeja en la mano. Después de Kayla a escondidas trajera mi "comida" que constaba de unos panes viejos y duros, con un jugo de naranja, sin azúcar. La soledad y el silencio era tortuoso, el dolor de mis músculos incrementaba.

 —«Madd

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