— Y yo un militar, Muller, si vamos a estar juntos, más te vale acostumbrarte
Decir que estoy sorprendida ante su declaración, sería un eufemismo, ¿estar juntos? ¿lo decía enserio.
Aparto la mirada y me obligo a ponerme de pie, me dolían los pies y tenía calambres en las piernas, mis pequeños estaban de mal humor, llevaban cerca de veinte minutos pataleando con fuerza, así que definitivamente necesitaba descansar
— No me siento bien — me quejo, haciendo una mueca cuando uno de los niños me maltrata en las costillas — Dios, mis costillas
— Maldición — murmura Anthony, dejando las mochilas a un lado y arrodillándose frente a mí, acaricia mi vientre — Niños — su voz es firme, está hablando en inglés, por lo que solo entiendo la primera palabra, empieza a hablar con tranquilidad, acariciándolos con cuidado, hasta que de alguna manera, se quedan quietos, lo que se siente como un alivio, Ant
Llegamos a la cabaña media hora más tarde, aunque me alejo por un momento para asegurar el perímetro, el lugar estaba despejado y no había ninguna huella reciente que pudiera dar a entender que alguien había estado aquí en un tiempo, así que hago entrar a Adeline, quien está demasiado cansada y deshidratada como para seguir caminando, la mujer necesitaba descansar. — Ahhhhh — Me giro con el arma en ristre en cuanto escucho el grito, pero suspiro aliviado al ver que solo es una rata — Luuucas, una rata ¡Mátala! — Eres veterinaria y le temes a una rata — digo, levantando las cejas en su dirección y apartando al bicho con el pie, ella se estremece de asco — P
Me quedo dormida en los brazos de Anthony, lo sé porque en cuanto se aparta, despierto de inmediato, me giro con cuidado, solo para disfrutar de la vista, se vuelve a poner los pantalones y se quita la playera, sus cicatrices y tatuajes le dan un aspecto que podría ser incluso hostil, pero desde mi perspectiva está sencillamente cansado.Empieza a dar vueltas por el lugar, limpiando y poniendo todo en su lugar con sorprendente eficacia, deshace las maletas, me sorprendo al ver que hay un pequeño refrigerador en una esquina, así que guarda la mayoría de los alimentos y toma una ducha— Deberías dejar de mirarme y probarla por tu cuenta — dice llegando a mi lado, con la toalla en sus caderas, lo que me hace sentir calor de inmediato, el hombre era grande en todos los aspectos, con músculos firmes y cicatrices por todo su cuerpo, tiene quemaduras, balas, cortes...todo un repertorio de heridas, lo miro a l
Cierro los ojos y espero el golpe, pero nunca llega. Al abrirlos, él me está mirando, y tengo que resistir el odioso impulso de consolarlo, ya no podía hacer nada más por él. — Dímelo, Alena...por favor— pregunta, su voz es un susurro, está intentando manipularme, es el mismo truco de siempre, ojos tristes y expresión dolida, pero Scott era un sociópata siempre lo había sido, y cuando me niego a responder, grita— MADITA SEA ¡DIMELO! ¡DIME DONDE ESTÁN!— No lo sé— miento, no tengo que fingir el cansancio en mi voz, estoy cansada, llevo años estándolo&md
Una semana pasa sin que suceda nada extraño. Llamo a mis hermanos y consigo noticias de mi niña, está molesta aún, pero lo entiende. También hablo con David, el hombre tradujo lo que le pedí a pesar de no lucir demasiado contento con las partes que tenían que ver directamente con su prima.Había descubierto un par de cosas interesantes.Alena, Constantine, Max, Björn y la otra pareja de la fotografía (Kelly y Anthony) habían hecho parte de un grupo secreto del gobierno hace quince años, cuando una serie de atentados terroristas aterrorizó a Europa, ellos malditamente salvaron el mundo. Cuando se establece la conexión, me siento ansiosa, no conocía a la hermana de Anthony, pero sabía quién era, la mujer era la dueña del mundo, desde hace unos años, Harmond Inc. se había convertido en la empresa más importante del mundo y todos sabían quien era Anne Z. Connors. En cuanto la imagen se conecta, la imagen mental que me había formado de la mujer, se destruye por completo, tiene cabello rojo y rizado, pero corto y a la moda, una sencilla blusa a tiras con y piel blanca y pecosa, con ojos verdes que miran más allá de la cámara con irritación, está detrás de un escritorio y habla con alguien en inglés. — Zhevy, ya dije que no — dice en alemán, suspirando irritada antes de despedir a quien quiera que sea Zhevy con la man19. Adeline
Cuando tocan la puerta, mi corazón se detiene, había jodidamente bajado la guardia, alguien había conseguido llegar hasta la cabaña sin que lo notara, incluso si alguien se había molestado en tocar, era un descuido que podría costarnos la vida— escóndete en el baño — digo a Adeline, ella no lo piensa dos veces antes de correr hacia el baño y cerrar la puerta.— Sé que estás dentro, Anthony — doy y respingo al reconocer la voz ¿era una jodida broma? Tomo el arma...solo por si acaso, al a
Maximilian y Anthony me miran fijamente, esperando mi decisión, conseguimos salir del bosque y ahora estamos en la carretera, frente una enorme camioneta, tienen un mapa extendido en el capó, es momento de decidir a donde ir— No lo sé... ¿podríamos salir de Austria? — propongo, ellos se miran, es una opción, pero mi ánimo decae cuando ambos niegan— Sería lo que nosotros haríamos — explica Max — quedarnos cerca de la zona podría despistar, pero es demasiado riesgoso— escoger un sitio al azar en el mapa es un inicio, para asegurarse de que no sepa donde
Padre. Soy padre otra vez. Han pasado seis horas desde que nacieron, y no puedo despegar la vista de ellos, son dos diminutos pelirrojos, con pañales que les quedan demasiado grandes (no sabía que las malditas cosas venían por "etapas") están dormidos y tan tranquilos, sin saber el peligro en el que se encontraban. — Anthony — llama Adeline, me había hecho pasar un susto de muerte al desmayarse momentáneamente luego del parto, pero estaba cansada y dolorida, y yo estoy traumatizado de por vida, pero valió malditamente la pena. — ¿sí? — digo girándome con cuidado de no despertar a los niños, están en la otra cama de la habitación, rodeados de almohadas y ma