Lucero Al salir de la sala me quedé en un enorme pasillo esperando a Sharif, me sentí bastante inquieta por lo poco que hablé con Omar y lo que me contó de Ramiro me dejó con un sin sabor de boca, por tal motivo, hablé con uno de los guardias para que me permitieran hablar con él, al comienzo me lo negaron, pero bastó con hacer una poderosa llamada para conseguir lo que quería, así que aquí me encontraba en otra sala con los nervios de punta. —¿Qué haces aquí? —fueron las primeras palabras de Ramiro dejándome paralizada. No me atreví a levantar el rostro, pero de reojo veía cómo se acomodaba en la silla siendo a su vez esposado en la mesa, entonces lo vi, no era ni la sombra del hombre que había conocido, estaba muy golpeado y era evidente que su estancia en este lugar era peor de lo que nos contó Omar minutos atrás. —Te hice una pregunta ¿O solo viniste para ver lo que me han hecho y restregármelo en la cara? —no era déspota pese a la dureza de sus palabras, sino que más bien se
Un mes después Ibiza, España Alison Música, alcohol, sol y playa, esa es la combinación perfecta para sanar un corazón roto, porque no es lo mismo pasar un despecho encerrado en una habitación fría y lúgubre a tener que hacerlo frente al mar de Ibiza donde la diversión no termina, y en mi caso, que tenía un corazón fracturado en mil pedazos por lo ocurrido hace más de un mes, era justo lo que necesitaba. Al menos reconozco que valió la pena todo lo que soporté, puesto que Luz y Sharif quisieron darme un capital para que empezara una nueva vida, así como también me hicieron socio de los negocios en los que ella estaba involucrada gracias a Omar. Sin duda, la reconciliación entre ellos sirvió de mucho al ser hoy día tan cercanos. Pero no usé todo mi dinero en este viaje, no, sino que después de ayudar a mi mamá con el trámite del divorcio, darle un par de golpes a mi padre (en defensa propia), decirle sus verdades y sacar sus cosas a la calle con el mayor gusto del mundo, me enfoqu
Alison —Disculpa, ¿de dónde nos conocemos? Tu voz me es familiar. Ella era una mujer muy hermosa, tenía un vestido de baño de una pieza color negro que moldeaban sus curvas, sus tatuajes resaltaban en tan blanca piel y tenía una mirada gélida que se intensificaba en tan profundos ojos negros, mismos que me recordaron un poco a Karhel y… —Eres la mujer de la llamada —sonrió con cierta travesura. —Te dije que nos veríamos pronto. —¡Ömmu! ¡Ömmu! —un niño de quizás tres años vino corriendo siendo cargado por ella y estos se abrazaron con mucho amor. —Disculpe… ¿Le dijo abuela en islandés? —preguntó Rasti confundido, aunque Abiud y yo no sabíamos qué nos había sorprendido más, que el niño hablara islandés o que Rasti conociera el idioma. —¿Cómo sabes qué idioma es? —preguntó Abiud. —En mis tiempos libres me gustaba ver programas de otros países y leer… No siempre estaba fumando, aunque… a veces hacía las tres cosas —respondió tímido haciendo reír a la mujer y el niño, quien estaba
Por desgracia Abiud debió sacarme a rastras del lugar al darse cuenta de que no quería irme. Nos llevaron a una cabaña que estaba a unos quince minutos del lugar y nos indicaron las habitaciones en las que dormiríamos, así como también dejaron ropa para nosotros, no sé de dónde la sacaron, pero me encanta este servicio. —¿Te diste cuenta que las prendas son de Clyde B.? —Pareces un niño —él y su amargura, pero esta no se la paso. Gateé en la cama quedando sobre él quien no dudó en acomodar sus manos en mi cintura. —Estoy feliz y no quiero que lo arruines con esa actitud. —Bueno, quizás pueda cambiar con un poco de tu atención ya que estamos a solas. —¿Ah sí? —asintió. —¿Y qué atención desea mi suggar marroquí? Porque seguirás siéndolo y más te vale tratarme bien, sabes que soy muy exigente y de gustos finos —me besó robándome el aliento. —Me encanta verte feliz y conocer a tu abuelo fue una gran sorpresa. —La mejor, aunque sigo sin comprender cómo supo ella sobre la relación q
Lucero Todavía recuerdo cuando Ali me alentaba en mis momentos de tristeza diciéndome que un día encontraría a alguien que me haría muy feliz, me demostraría lo que era amar de verdad y formaría una hermosa familia con esa persona, y hoy, que celebramos el segundo año de vida de mi hijo, puedo decir que tenía razón. Estos años trajeron consigo muchos cambios buenos en nuestras vidas, así como también trajeron momentos difíciles siendo el fallecimiento del abuelo de Ali el golpe más duro para él, se hicieron muy cercanos, a tal punto que su relación no solo iba de abuelo – nieto, sino que José se convirtió en el padre que siempre quiso y necesitó Ali, dos roles, dos figuras que perdió de un solo golpe cuando lo llamaron una noche diciéndole que había fallecido por causas naturales cuando dormía, por suerte no sufrió, solo se apagó su cuerpo hasta que su corazón dejó de latir. Él estuvo con una fuerte depresión un buen tiempo, aunque en medio de todo recibió la noticia de que su abue
Podría renegar por todas las lágrimas que derramé en mi vida, podría renegar por las malas experiencias vividas y las personas que tanto daño me han hecho con los años, pero si hay algo de lo cual no puedo renegar es de todo lo bueno que vino con el tiempo. Jamás imaginé que en medio de mi penuria habría tanta fortuna, no de dinero, propiedades o algo similar, sino la fortuna de tener una familia que se construyó con el tiempo, los hechos y las calamidades, una familia que ahora significa todo para mí, una familia que tenía en frente manchados de sangre, tierra y cenizas con el miedo a flor de piel, con la muerte rondándonos mientras unos levantan con firmeza sus armas contra todos, esto es una ruleta rusa y nosotros estamos en ella. —Luz, pase lo que pase, no olvides que te amo. —Luz, jamás podría tener una mejor hermana que tú. Dos voces, dos hombres, dos frases que se alojaron en mi pecho al igual que las balas que salieron disparadas por el lugar que nos encontramos el cual se
Meses antes de la tragedia. Lucero Solo dos semanas han transcurrido desde que llegamos a Barcelona, todo ha sido un infierno junto a Ramiro quien solo me ordena y amenaza constantemente, es como si pensara que haré algo contra él cuando no tengo posibilidad alguna de nada, ni siquiera tengo privacidad en el baño porque él ordenó quitar todas las puertas del apartamento en el cual vivimos siendo su oficina la única asegurada, además de la entrada principal. ¿Escapar? Eso no es una opción para mí, ya que no solo es buscar la manera de abrir la puerta que tiene varios seguros, sino que saliendo del edificio hay un gran número de hombres vigilando la zona. Parezco un criminal siendo custodiada las veinticuatro horas, los siete días de la semana. Lo peor en este tiempo es que, desde la misma noche en que volvimos y tras la cena con mis padres, él me violó y siguió tocándome aun cuando le suplicaba que no lo hiciera, Ramiro se enojaba demasiado conmigo al punto de golpearme, no como par
Lucero Me tomó algunos días recuperarme, tal como lo imaginé, Ramiro comenzó a violarme varias veces al día, con las fuerzas que me quedaba entre cada encuentro hacía un esfuerzo por evitarlo, pero él forcejeaba conmigo aventándome contra las paredes, la cama o lo que sea que se atravesara en el camino… Cada que despertaba me preguntaba si en verdad habían pasado los años, ya no estaba segura si todo lo que viví en Marruecos fue real, no sabía si Sharif era producto de mi imaginación y aquel hombre solo lo vi una vez, quizá en alguna salida con Ali o qué se yo, pero me aferraba a la idea como si solo dos dedos se sostuvieran del borde a lo alto de un edificio de veinte pisos. Los últimos dos días Ramiro no estuvo en casa, dijo que debía viajar por trabajo, pero que igual no me confiara ya que dejaría a sus hombres para asegurarse de que no escaparía, dejó medicación, comida y ordenó que limpiara todo el desastre que había provocado día a día. Apenas pude moverme, apenas pude limpia