No podía creer lo que acababa de hacer. No podía creer que le permití que hiciera. No podía creer que quisiera más, pero no se lo dejaría saber.

"¿Podrías desatarme ahora?"

"No."

"¿Qué?"

"No."

"¿Por qué no?"

"Creo que me gustas desnuda y atada a la cama. Me excita", me dijo, y quise volver a bajar la mirada, pero me contuve.

El Alfa Thane era muchas cosas, pero el control que podía ejercer sobre una persona era una de sus habilidades más intimidantes.

Me besó la clavícula y sus colmillos rozaron mi cuello. ¿Planeaba marcarme? Entré en pánico, luchando para salvarte.

"Eres un ser muy extraño, Riley Kaidon. Hace un momento, podría jurar que lo disfrutaste todo, pero ahora pareces asustada y desesperada por liberarte. ¿Por qué?"

"No me marcarás", le dije, no era una pregunta.

Esta era otra parte del trato del que no habíamos hablado, otra parte que no estaba incluida en el contrato, y dudo que se deba a que se lo olvidó.

"¿Tenías miedo de que te marcara aquí y ahora?", me preguntó, pero n