Fermina se negó hablar del atrevido muchacho, su colega no insistió, sabía que era una mujer bastante obstinada cuando tomaba una decisión, pretendía permitirle ser ella que decidiera cuando revelar aquello que estaba ocultando, aunque no le ponía muchas esperanzas al asunto, dado que conocía perfectamente a su colega y su comportamiento, más en ese ámbito tratándose de un joven, era evidente que no diría mucho.—¿De verdad tiene que irse Violet? —puedo ir a dejarlas, me falta poco para terminar, si desea pueden esperarme un poco más, terminaré de realizar lo que estoy haciendo y las llevaré, claro a menos que tenga prisa.—Está bien Ignacio, tengo cosas importantes que hacer, asuntos personales que atender, pero le agradezco la intención al querer llevarnos, eso es muy amable y más viniendo de su parte, el que quiera sacar de su ocupado tiempo, para llevar a personas que no son de su agrado.—Ok, las veo mañana Violet —se despidió controlando el deseo de insistir en saber qué asunto
Michael se rió de su propio pensamiento y continuó en su trabajo.Violet había llegado a casa y emocionada, se sentó a ver jugar a su pequeña, mientras le ponía todo su empeño a la campaña.Diseñaba estrategias para agotar stock, y aunque eran limitadas, ella estaba segura de que sus fans correrían la voz.—Después de todo tu padre y yo podemos hacer un buen equipo.—Papá, papá.—Si amor, papá es el jefe.Recibió una llamada de Lana, quien después de saludar e informar sobre su regreso, se dispuso a seguirle la corriente a Salomé.Violet le contaba los avances como la amiga que consideraba era.Desde su oficina, Ignacio había llamado para conocer el estado de su padre, informando irían a verlo el fin de semana.Fermina había regresado a sus labores, hablaba con el personal del lugar, cuando el director la mandó a llamar.—Director Benjamín, me dicen que me necesita…—Hola Duarte, sigue por favor, siéntate.La mujer cerró y se sentó, el hombre empezó por felicitarla por su causa, se su
Emocionado Ignacio compraba todo para sorprender a Violet, seleccionaba cuidadosamente lo que necesitaba.Vio algunas cosas y aunque sabía no eran necesarias, no pudo evitar comprárselas a Salomé.Después de terminar con su compra, Ignacio regresó a su casa, dejó todo, volvió al auto y mientras conducía emocionado, llamó para preguntar por su padre.Se había detenido y comprado cafés para los empleados.Liana le hizo saber su agenda y este empezó, sin poder sacarse la cena de su cabeza, había llamado para ordenar un par de detalles especiales para sus mujeres, como las llamó.Violet se había organizado y dejado a Salomé, bajo el cuidado de Mariska, con las indicaciones de su atención y alimentación, debía cumplir con la cita en la universidad y luego ir al salón.Había salido emocionada de la universidad, su entrevista había sido un éxito y pronto podría comenzar.En el salón había indicado que deseaba en su cabello y uñas, sumando una limpieza facial, se había divertido con las emple
Se recogió el cabello dejando dos mechones sueltos adelante.Mientras Violet lidiaba con los comentarios a modo broma de Mariska, Ignacio intentaba decidirse entre una camisa gris y una negra.Se había decidido por la gris, se fue al baño, se afeitó aunque no lo necesitaba, recortó su cabello donde era necesario, se sonrió así mismo.«Honestamente, nunca me imaginé en esta situación, esperemos que resulte bien»Afirmó a su pensamiento y salió, usó la camisa gris, puso su perfume favorito ya estando vestido, salió para ambientar el lugar con una aroma nueva, a la que siempre solía tener su casa.Estando listo, se asomó por la ventana, comprobó su móvil, Violet no había respondido.Para mantener la calma decidió verificar que todo estuviera en orden y al comprobarlo, volvió a la ventana.Miró su reloj y rascó su ceja, empezó a desesperarse al paso de los minutos y no verlas.Eran las 5: 20 PM y miró su móvil, no había mensaje ni nada, luchaba contra su voluntad para no llamarla, decidió
Violet se quedó mirándolo sin decir nada, él acunó sus mejillas en sus manos y volvió a besarla.—Lo siento, es que no puedo controlarme, Violet, sus labios, son tan provocativos, me incitan al pecado —rozó con suavidad los mismos usando su pulgar—. Dígame que sí, Violet.Acarició sus mejillas y miró a donde estaba Salomé. Pensó en ella, pues antes de ser mujer prefería ser madre, aunque era el padre y sabía los celosos que ambos eran, ella tenía la necesidad de saber que su hija estaría bien, ante todo, incluso ante su propia felicidad.—Ella estará de acuerdo, no creo que se ponga celosa de su madre, Violet, se que a ella le encantará tanto como a mí que estemos juntos, que seamos una familia, no debe preocuparse por nuestra hija, estaremos bien, sé que le encantará esto, que sus padres estén juntos.—Es tan tóxica como el padre, ya me ha alejado, pero sí, Ignacio, podemos intentarlo. No solo porque sé que será bueno para nuestra hija, porque me gusta Ignacio, sino porque de verdad
Ignacio se subió y se acomodó, le pidió sentarse en medio de sus piernas, Salomé empezó a subirse encima de Violet, se sentó en su vientre y se movía agitando sus manos, mientras Ignacio le hacía mímicas que la tenían riendo a carcajadas.Se subió por encima de Violet hasta llegar a Ignacio, Violet se movió para acostarse al lado de ellos, Ignacio le miró el trasero y sonrió.Salomé no estaba prestando atención a la película hasta que escuchó las voces infantiles.Se bajó para hacerse su espacio en la cama y se concentró a ver la película, Ignacio se acomodó para quedar frente a frente con Violet y dejar a Salomé en medio de los dos.Salomé, sentada al nivel de sus vientres, se subió al escucharlos hablar y se sentó en medio de sus rostros. Se echaron a reír, como también empezó a llover fuerte.—Creo que hoy es su turno de quedarse, Violet.—Aún no es un hecho —dijo antes de que Salomé quisiera sentársele en el torso a Ignacio.Se acomodó para darle gusto a la pequeña, permanecieron
Violet se había duchado y usado su misma ropa, excluyendo su parte íntima, había vestido a Salomé, Ignacio seguía en la sala, decidió llevarle la malteada.Ingresó a la habitación y la vio acomodándole el cabello a Salomé.Ignacio se acercó por detrás y la abrazó.—Le sugiero usar un abrigo mío Violet, se nota que se deshizo de parte de su vestuario.—Sí, los besos dejaron consecuencias, es muy observador Ignacio, gracias por la malteada, en un momento estamos listas para no retrasarlo. También tengo algunas cosas que hacer.—Muy bien, Violet, hoy en la noche es el lanzamiento de la nueva colección de fashion line, por algún motivo me han invitado y no suelo involucrarme, pero esta vez es interesante, me gustaría presentarlas como mis mujeres.Violet hizo un gesto extraño.—¿Qué sucede? ¿No quiere ir?No quería dejar a Salomé y mucho menos exponerla, dijo que sí, cuando pensó en que podía molestar a Mariska.—Está bien Ignacio, iré, pero dejaré a Salomé.—Por supuesto, no es un evento
Violet había llegado a casa, Mariska no estaba, sin tener a quién contarle del modo en que se sentía, empezó hablar con Salomé, quien solo le sonreía como si pudiera entenderle. Era feliz incluso cuando su círculo social a pesar de su fama era pequeño. Lo que le había pasado la había hecho mantener un bajo perfil, en cuanto alcanzó la fama que le precedía. Se había convertido en una persona asocial y en cuanto nació su hija todo giraba entorno a ella.Fácilmente podrían confundirse con su forma de ser, como lo había hecho Ignacio en aquella primera impresión que tuvo de ella, sin siquiera imaginarse que solo intentaba dar prioridad a su hija. Solían juzgarla sin conocerla, puesto que era una modelo, la gente asumía que era alguien con muchas amistades, tanto como la fama que le precedía, pero no era cierto, apenas si tenía con quién hablar, agradecía haber encontrado a su manager y a su niñera, que a veces hacía de su asistente personal, la escuchaban y le daban los consejos que le ha