Zeus no se iba a dar tan fácil por perdido, ahora a ver qué le sucede a Mareska.
No podía considerar lo pasado, miraba la prueba de ADN y no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Troy estaba junto a ella en la jefatura de policía en donde cotejaban las huellas dactilares.—¿Cómo pudo hacer esto?—Calma, ya estamos para comprobar que todo es cierto, las huellas no mienten.—Odio a ese sujeto y voy a hacerle pagar todo lo que le hizo a Crazy y a todas esas mujeres.—Calma.El policía salió con las pruebas y les dijo a ambos.—Se comprobó que la señorita es Mareska Roberts, pero se pedirá una prueba de ADN para tener una prueba definitiva.Mareska respiró hondo y Troy le dijo a la joven.—Adelantamos algo.—Destruyó la confianza de mi padre, esto no se lo perdonó.—Tenemos que seguir con el plan.Ella asintió, tal vez su padre dudara ahora de ella, pero estaba a un paso de la verdad.**Zeus celebraba en un bar su pequeño triunfo; July no comprendía su buen ánimo.—Si hubieras visto la cara de mis enemigos, todos tienen que sufrir.—¿Enemigos?—Los hombres poderoso
Mareska revisaba unos locales para iniciar su emprendimiento y Philip fue a verla, necesitaba hablar con ella.—Mareska.—¡Philip! Es bueno verte.—¿Cuándo se casan?Ella se quedó en blanco y él añadió.—Debes hacerlo lo antes posible, no subestimes a Zeus.—Lo sé, nunca pensé que esto podría pasarme, es decir, planear mi boda y mi futuro de esta manera.—Mareska, no romantices el peligro, estás en riesgo y Zeus no se quedará quieto con ello.—Lo sé.—Mi consejo es que se casen en 15 días y pasarías a vivir con Troy y su hija.—Eso no me da margen para hacer algo decente.Philip un poco decepcionado de ella le dijo.—Esto no es una boda de ensueño, es una boda por tu vida.—Lo sé, lo sé… —se cogió el rostro—. Siento que vuelvo a ser la misma tonta de siempre.—Nunca olvides lo que te pasó, ni lo que le pasó a Crazy.Pensó en la familia de su amiga y decidió hablar con Troy, fue a verlo a su empresa y cuando pudo hablar con él.—Necesitamos hablar.—Claro, es bueno que vengas a verme.—
Había aprendido a sobrevivir, sí, sobrevivir a una viudez y una soledad que la sentía aguda, y lo había hecho solo con rutina.La rutina era la forma segura de poder hacer las cosas sin excesos o grandes alteraciones. Era un viudo de dos años y debía de actuar como si todo hubiera pasado en su vida; sin embargo, las huellas estaban en su alma.En ese momento, Troy Káiser preparaba el desayuno para su hija; junto a él, su empleada cruzada de brazos lo veía impasible.—Me está quitando mi trabajo.—Hoy es el cumpleaños de Helena y quiero sorprenderla.—Sé que desea hacer las cosas correctas…—Y lo estoy haciendo, vi a mi esposa hacer esto, cientos de veces.Colocaba los panes en la mezcla.—Es una tostada francesa, es deliciosa.Troy escuchaba el sisear de la sartén y pasó a realizar el jugo y cuando tuvo todo, lo colocó en un servicio muy elegante y sacó el postre de la refrigeradora. Era un hermoso chocolate con forma de oso de pie y sonrió. Se olvidaba de la flor que acompañaría a su
Mare vivía en un pequeño departamento junto con una compañera, está miraba en su laptop unas notificaciones.—Maldita sea, puro bagre trae el río.—¿Qué tienes?—Quiero una cita, algo especial, con el sujeto indicado y no hay nada.—No hay buenos hombres en el mundo.—Dímelo a mí, suelo atraer a los peores especímenes —entonces la miró detenidamente—, en cambio, tú deberías hacer algo por tu vida sentimental.Mare sonrió y le respondió.—Estoy bien así.July no se daría por vencida y le indicó.—En serio, Mare, tienes un empleo de mierda y cero vida social.—Me gusta mi empleo, hoy entregué un pastel.—Dios, te ascendieron a repartidora —lo pensó un poco y le dijo—. Eso no es un ascenso, es decadencia.—Me siento feliz así.—Nadie puede ser feliz de ese modo.Ella no quería ser feliz, solo deseaba mantenerse segura y nadie la movería de su zona con facilidad. Entró en su habitación y cerró con llave, procedió a mirarse en el espejo de su cuarto y a quitarse la prótesis con mucha destr
Era sábado y Troy tenía una tradición: tomar cerveza con su mejor amigo mientras evaluaban comida de otros países.Cardenal, era su mejor amigo de toda la vida, incluso fue su rival cuando apareció Daniela en sus vidas. Era la chica más linda que habían visto y, a pesar de que se la ganó, no dejaron de llevarse bien.Ese día le tocaba una evaluación a las tapas españolas y Cardenal puso la cámara para filmar el momento, pues tenía una página con muchas vistas, por cierto, en donde comentaba comida de diferentes restaurantes y países. Frente a ellos tenían un servicio muy apetitoso con toda una variedad de tapas.—Bien, estas son las famosas tapas españolas del restaurante Ícaro Montessori, dicen que son copias de las tapas que sirven en fondas españolas.Troy muy animado, dijo con lo mejor del acento español que podía.—Y olé.Cardenal sonrió ante la ocurrencia de su amigo y Troy comentó.—Dicen que le dan 5 estrellas —comentaba Troy—. Veremos si las merecen.Cardenal entonces les in
Nadie sabe las dimensiones de las cosas hasta que suceden. 366 millones de personas buscan por medio de apps de citas encontrar una pareja de ensueño o al amor de su vida.Donde 35 millones de mujeres ansían encontrar a la pareja indicada. ¿Cuántas tendrán suerte? Solo Dios sabe, pero la idea del amor ideal es más fuerte.El amor se había vuelto una oferta y una demanda, en donde los corazones y las oportunidades eran para todos, en donde el mejor postor era el que se llevaba la oportunidad de conocer al amor de su vida.El perfil de Troy comenzó a circular en toda la ciudad y muchas se apuntaban a tener una cita con el viudo rico y solo.July, la compañera de Mare, recibió las nuevas notificaciones y vio el perfil del viudo rico.—Tengo que tener una cita con este papazote.¡Un viudo rico y millonario! Era toda una ganga para las mujeres de la ciudad.Esa mañana, Troy iba a realizar su rutina normal, se levantó a correr como lo hacía siempre, pues su padre le inculcó que todo líder d
Mare escuchaba a sus compañeras hablar de los ricos y de todo lo que conllevaba ser uno de ellos en su imaginario, claro está.—Los ricos comen delicioso.—Aunque poco, he visto las fotos de sus platos y son cositas pequeñitas.Otra añadió.—Por eso no se ven ricos, gordos, muy pocos.Mare decoraba unos cakes y escuchaba el alboroto.—Yo podría encajar en una mansión —dijo una contoneándose.—Entonces todas. Ahora, ser esposa de un tipo rico es otra cosa.Una con aire soñador enumeraba.—Joyas, vestidos, zapatos.Otra la secundó.—Perfumes, amo los perfumes de marca.Ella sonreía de escucharlas hablar y una reparó en la chica marcada. Le decían así a sus espaldas.—¿Te burlas de nosotras?—No, suena todo tan bonito, pero no siempre lo es.—¿Qué sabes tú?Tal vez sea un momento de contar su realidad y comenzó a decirles.—Bueno, escuché una historia de una chica rica que lo tenía todo.Ellas prestaron atención y continuó.—Joyas, dinero, perfumes, vestidos, yate, comía solo de lo mejor,
Briana se miraba en el ancho espejo del baño y pintaba sus labios de rojo y decía a su amiga.—Voy a salir con ese millonario.—Tiene muchas solicitudes.—Y eso qué, soy mejor que ellas —se acomodaba sus tetas falsas—. Invertí mucho en mi imagen, debo hacer valer eso.La gordita de lentes le comentó entonces.—Tiene una hija.—Y en el mundo hay muchos internados, por eso no me preocupo, siempre y cuando salga conmigo.Briana Sprint era una socialité que saltó a la fama por colocar su vida en reality. Era una mujer que no daba puntada sin hilo y lo mejor que le pasaría en esos momentos es poder casarse con un millonario apuesto.Iba a dar su primer paso, pues conocía el ambiente en el que Troy Káiser se movía y ella iba a tomar la iniciativa.**Troy miraba las fotos de cientos de chicas que esperaban ser la indicada y no se decidía. Cardenal le decía en esos momentos.—Lizzy está bien y Ofelia tiene varias llamas.—¿Eso qué significa?—Que es ardiente en la cama.—No voy a escoger muje