Zeus no se dará por vencido, algo prepara.
Mareska revisaba unos locales para iniciar su emprendimiento y Philip fue a verla, necesitaba hablar con ella.—Mareska.—¡Philip! Es bueno verte.—¿Cuándo se casan?Ella se quedó en blanco y él añadió.—Debes hacerlo lo antes posible, no subestimes a Zeus.—Lo sé, nunca pensé que esto podría pasarme, es decir, planear mi boda y mi futuro de esta manera.—Mareska, no romantices el peligro, estás en riesgo y Zeus no se quedará quieto con ello.—Lo sé.—Mi consejo es que se casen en 15 días y pasarías a vivir con Troy y su hija.—Eso no me da margen para hacer algo decente.Philip un poco decepcionado de ella le dijo.—Esto no es una boda de ensueño, es una boda por tu vida.—Lo sé, lo sé… —se cogió el rostro—. Siento que vuelvo a ser la misma tonta de siempre.—Nunca olvides lo que te pasó, ni lo que le pasó a Crazy.Pensó en la familia de su amiga y decidió hablar con Troy, fue a verlo a su empresa y cuando pudo hablar con él.—Necesitamos hablar.—Claro, es bueno que vengas a verme.—
Zeus miraba la invitación que Mareska le había dado con tanta petulancia, esa criatura creía que podría sacarlo de la jugada con una patadita de taco, pero le demostraría a esa cría quién mandaba.—Quiero a varios hombres en esta dirección, no me importa la violencia que usen, pero esa boda debe de impedirse.Asintieron y añadió, resuelto.—Y mi tío no debe enterarse de nada de esto.Le daría una lección a esa criatura y comenzó a planear su entrada.—Me opongo a esta boda… Sí, puede ser una buena línea, algo más teatral —señalaba al frente—. ¡Esa mujer es mía!Sonreía con sus ocurrencias.—Tal vez unos cuantos golpes y arrastro a la novia delante de todos.Aramidas entró en ese momento y le anunció.—Señor, ya está listo todo.—Perfecto, Aramidas —se levantó—. Esta es la dirección exacta: lleva el trabajo y prepara todo antes de que se den cuenta y yo llegaré a completar el resto.—Así se hará, señor.Entonces recordó a Leila y le preguntó.—¿Hablaste con una tal Leila Bruno?—No, nun
Mareska miraba como había cambiado el paisaje y se volvía frío con los minutos. Helena le señalaba a Mareska unas cabañas a lo lejos.—Allí hay chimenea y se toma el mejor chocolate de todos.—Suena genial.—Nos viene bien un poco de frío y un chocolate caliente.Cuando llegaron los esperaban para llevarlos a las cabañas que ocuparían, Mareska le acomodó el gorro a la niña y Cardenal le dijo a su amigo.—Iré a la cabaña de junto.—¿Por qué?—Quiero que se entiendan, ya con la nena es complicado.Helena le señaló la nieve a la joven.—Podremos hacer un buen muñeco de nieve.—Sí, sé hacer unos bien locos.La cabaña tenía madera revistiendo su entorno y olía a pino fresco, la chimenea estaba encendida y Troy les indicó.—Hay que desempacar y luego podemos ir a tomar algo caliente.—Suena bien.Mareska ayudó a la pequeña a desempacar y luego fue a ayudar a Troy y comentó.—Es un lindo lugar.—Ajá, a mi esposa le encantaba, un día la traje y quedó fascinada.—Entonces este lugar es especial
Troy era testigo de cuando Mareska cortó la cinta inaugurando su negocio Maná Dulce & Sal. Jasone aplaudía emocionado y su hija sonreía.—Lo logré, este es mi sueño y ahora siento que los sueños se pueden hacer realidad.Muchos aplaudían y en las vitrinas se exhibían hermosos cake y pasteles, dulces de distintas variedades.Helena veía las vitrinas con conos de dulces que la gente compraba, postres que giraban elegantemente y los pequeños pubs en forma de pasteles que le daban un ambiente más relajado.Cardenal probaba unos dulces con licor y comentaba.—Me va a gustar venir a tomarme un chocolate o un café.—Tenemos una máquina de capuchino muy buena y una de malteadas, es mi sueño fresa.Troy se acercó a ella con las manos al bolsillo y una sonrisa.—Estoy impresionado, para ser el primer día y ya estás facturando.—Muchos de ellos son mis seguidores en redes, vienen a tomarse una foto, comprar y conocerme.—Genial, salgo con una chica influencer.Briana llegó fastuosa y cuando vio e
—Pensé que te habías olvidado de mí —dijo Leila—. Ese lugar da miedo.—Jamás me olvidaría de una amiga, eres mi amiga.—Claro que lo soy, dime, ¿se casaron?—Sí, y son felices, pero pronto voy a quitarles su felicidad a palazos.—Esa, m*****a, fingió ser fea para acercarse a mi novio.—¿Por qué lo haría?—No lo sé… Creo que hay algo con eso, pero Troy debe ser mío.—Y lo será, te lo aseguro.Ella estaba ansiosa, necesitaba ver a Troy, estar cerca de él.—Tengo que ser feliz.—Calma, vamos a hacer las cosas bien, te necesito lúcida.—Sí, sí… lúcida.Trataba de buscar su centro en medio de su descontrol.**Mareska era feliz, amada de todas las formas, Troy era su príncipe y su inspiración. Le daba un toque a un postre de corazón, eran vísperas de San Valentín y el amor era el tema que dominaba en todos lados.—Tenemos estás galletas de coco y nueces, deliciosas… Llenas de amor.Una clienta probaba y decía emocionada.—Están deliciosas.—Y tenemos postres para San Valentín, como una crem
Cardenal estaba frente a su amigo que lo miraba extrañado.—Hola, Troy.—¿Me llamo así?—Sí, te llamas Troy y somos amigos desde hace muchos años.—Ok, pero no te recuerdo.—Tienes una hija, una preciosa niña llamada Helena.—¿Una hija?—Sí, y es hermosa.—No la recuerdo…—Tienes una esposa.—Yo… No soy casado.—¿Cómo sabes eso?—El doctor dijo que tenía novia…—Escucha, eres casado, te casaste con una hermosa mujer que… ahora por alguna cosa de la vida no está.Negó con la cabeza y le dijo al sujeto.—No, no entiendo nada y me duele la cabeza al pensar.—Bien, relájate.Salió preocupado y preguntó si sabían algo de Mareska Roberts y nadie le dio razón de nada, supo entonces que la joven estaba en manos de Zeus. Llamó a Philip.—Hola, escucha, tengo un tremendo problema… Mareska desapareció y Troy está hospitalizado y sin memoria, Leila ronda a Helena… ¿Puedes ayudarme?Silencio, solo tenía una oportunidad.—Mareska debe estar en poder de Zeus.—Eso me temo.—Entiendo, iré para allá.A
Cardenal preparaba todo para el velorio de su amigo, la pequeña Helena estaba triste y él se acercó a ella.—Preciosa, no sufras, papá está bien.—Pero él murió.—No, no murió… —miró a todos lados—. Está bien, pero debe de decir que está muerto para que el hombre malo lo crea.—¿Y dónde está mi papito?—Pronto lo verás, pero quiero que tengas esa carita triste para que todos crean que es cierto.—Pero, tío, es malo mentir.—Lo sé, cariño, pero nadie sabrá que mientes.—Bien, lo intentaré.—Genial.Se apartó de ella y vio a Philip que se acercó a él.—¿Hablaste con la loca esa?—Hablé —miró a la niña que intentaba poner rostro triste—. Tenemos que hablar.Fueron a un sitio aparte y él le dijo.—Le dije que Troy había muerto.—¿Y cómo lo tomó?—Como una loca toma una noticia de esas.Leila no esperó una visita de un desconocido, estaba vigilada y alterada.—¿Tú quién eres?—Leila, soy policía.—¿Y qué quieres conmigo?—Raptaste a un hombre, Leila, recién operado, con amnesia y su estado
—Mareska, ya volví. Traje comida y champaña.La voz de Zeus resonaba en todo el lugar, como sus pasos y cuando llegó a la habitación sacó unas llaves y abrió, dio una mirada rápida y no la vio.—¿Estamos jugando a las escondidas?Buscó a los lados y vio el balcón.—¡Maldita sea!Corrió al balcón y miró por los alrededores, la noche había caído y no veía nada con claridad, salió molesto y comenzó a golpear a sus custodios.—¡Imbéciles! ¡Ella se fue!Nadie entendía nada y ordenó que la buscaran por toda la casa.—No debe de ir muy lejos, debe de estar escondida en algún lugar.Todos buscaban en los rincones y no la hallaron, preocupados por las acciones de su jefe con temor le dijeron.—Ella no está en la casa.—¿Cómo dices?—La hemos buscado por todo el lugar y no está en la casa.Zeus corrió al jardín, la lluvia era intensa y mojaba su ropa y gritó con una furia desmedida.—¡Mareska, te encontraré!Ordenó buscarla por los alrededores.—Ella no debió irse muy lejos.Los hombres de Zeus