Ese Zeus es un diablo y tiene a todos preocupados.
Troy terminaba de hacer tres pizzas familiares en su horno, no supo si era la tensión por tener a Mareska en su casa o si ella lo buscase por ayuda. Su hija se empinó a jalar un jamón.—Epa.—Es para el gato.—Para nada, esta es la cena.La nena le dijo sonriendo.—Eres el mejor papá del mundo.—Dame el jamón.—No —corría por la sala y él detrás, como era más rápido, la alcanzó—. No juego, no juego.La agarraba y mordía un pedazo de jamón en su mano.—Soy un perro, guao, guao.Mareska lo veía contento junto a su hija.—Papi, voy por Pompón.—Lávate las manos, la pizza está dorándose en su punto.Cuando vio a la entrada estaba Mareska con el cabello húmedo.—Mareska, ¿todo bien?—Muero de hambre.—Bien, te daré la mejor pizza que suelo hacer.Ella caminó descalza hacia la cocina y le preguntó.—¿Y tu servicio?—Los envié a casa.La niña llegó y al ver a la joven se sorprendió.—¡Eres tú!—Hola.La niña se acercó con una sonrisa y le preguntó.—¿Vienes a quedarte con nosotros?—Cariño, l
Mareska llegó al departamento, tenía el corazón en un puño de los nervios. Debía ser rápida y sacar todo lo que tenía dentro.Al llegar todo estaba muy limpio, supuso que July limpió, fue a su habitación y sacó la llave.Pudo ver una habitación simple de una persona simple, nada que ver con el lujo que imperaba en su antigua vida, en donde apretaba un botón y las puertas del armario se corrían a ambos lados, dejando ver cientos de vestidos.Admiraba sus bellos vestidos y solo alcanzaba a decir.—Ya ni recuerdo cuando compré este vestido, ni cuando lo usé —revisaba una prenda—. No puedo creer que usé esto.Lo tiraba en la cama, buscaba otro y se lo midió.—Un vintage de tan solo seis meses.Siempre a la moda actual. Ella era una bella dama que tenía zapatos de todos los colores y marcas. Carteras y maquillaje.—Seremos divas, hermosas, divas de pasarela.Y colocaba su cámara para tomarse unas fotos con su atuendo. Ahora la realidad era distinta. Mareska dio varios pasos y abrió la puert
Mareska decidió contarle a Troy sobre lo pasado y su decisión de huir.—Me creerás una loca, pero cuando recibí ese mensaje de esa mujer lo supe, tuve la certeza.—¿Esa mujer nunca más se contactó contigo?—No, ella me escribió y luego pensé mucho y comencé a notar esos cambios de humor en él.“Mi padre deseaba que me casara con él, pero algo me invitaba a rechazarlo.—Entiendo, entonces decidiste huir, ¿verdad?Ella negó con la cabeza y le respondió.—No fue solo por eso, es que… —se ponía nerviosa—. Es que yo vi a Zeus asesinando a Crazy.Eso era de grueso calibre y se levantó a servirse un whisky.—¿Asesinó a tu amiga?Ella asintió, entonces él le preguntó.—¿Cómo fue eso?—Es una triste historia…Sonó el móvil de Troy era Cardenal.—Dime…—Te seleccioné otra cita, debes ir con esta chica se ajusta a la mujer que debes tener en tu vida.—Ahora, no Cardenal.—Estamos hablando del amor, de tu vida es Ucraniana, reside en el país, ama a los niños, trabaja en una guardería y no está loc
Aramidas era vidente de los ricos y poderosos de Grecia, desde que sabía que su familia, tenía dones y podían leer el destino escrito por las Moiras.—He tenido malos días —comentó Zeus—, siento que hay algo rondándome, ¿comprendes?Ella asintió y le dijo con todo respeto.—Si está escrito por las Moiras podré leerlo.—Eso mismo —recordó a la criatura grotesca—. Creo que me saló una bruja.Ella sonrió, su deber era hacer su trabajo y sacó su baraja estelar, diseñada por brujos familiares, más fuertes que las normales, pues leían el destino de las personas con mayor exactitud.—Lee lo que dicen las cartas.Ella sacó a una carta volteada y le indicó a Zeus.—De acuerdo con esta carta, su destino será dirigido —la volteó y era una mujer—. Asteria, hija de Helios y Climene, una de las heliades.—Ajá, ¿y eso qué significa?—Que su destino tiene que ver con el de una mujer.Eso no le gustó, depender de las mujeres ya era malo y preguntó.—Una mujer, ¿hermosa?—Veremos.Ella sacó otra carta y
Tenía el nombre de la cita y el sitio era un bonito restaurante, revisó el papel y leyó: Leila Bruno. Llegó y le dijeron que la joven lo esperaba desde hacía unos minutos, no le gustaba llegar retrasado y al ver a la bella joven esperando con una sonrisa en su rostro, se sintió mal.—Hola.—Hola, vaya eres igual a las fotos.Eso le sorprendió y le dijo a la joven.—Tú también eres igual a las fotos —aunque no había visto nada con antelación—. Troy Káiser.—Leila Bruno.—Hola, Leila, lindo nombre.—Gracias, me emociona conocerte. Sigo tu blog de comida, me encanta cómo comentas sobre los platos y los restaurantes.—Vaya, sí, fue una idea que tuvimos con un amigo para distraernos.—Fue una buena idea, ¿cómo está tu hija?—Bien, ya duerme, tiene un gato que duerme con ella, háblame de ti.—Trabajo en una guardería y mi sueño es tener mi propia guardería.—Eso es muy interesante.La joven le preguntó.—¿Por qué haces esto de las citas?Troy respondió.—Te digo la verdad, yo no hice nada —n
Las Moiras, tres mujeres o diosas que hilaban el destino de los mortales, controlando su vida desde su nacimiento hasta la muerte.Aramidas miraba unos libros y recordaba la vez que vio a la bella joven Mareska, le impresionó su belleza y esos hilos plateados que no era por moda, sino natural.Su madre solía decir que esas personas que venían al mundo con canas, en sus otras vidas amaron y vivieron muchas cosas y llegaban a esta vida con ese sello particular.Mareska había vivido muchas cosas y eso le gustó, pero en su destino estaba un hombre peligroso y no sería justo que cayera en manos del perverso de Zeus, pero… Esa noche cayó del barco a las frías aguas, pero… no la veía muerta, era muy raro.Las Moiras no solían jugar con el destino de las personas. Podía ver que el hilo de la vida de Mareska Roberts no estaba cortado, entonces, si no lo estaba, ¿qué pasó con la joven?Miró al Potomac y podía ver sus aguas tan turbias y no creía que alguien pudiera sobrevivir a ellas, al menos n
Troy revisaba unos documentos cuando su secretaria le hizo llegar un arreglo de flores.—Le llegó este detalle, señor.—¿Para mí?—Sí.Él tomó la tarjeta y era de Leila y decía: Espero que tu día sea iluminado por el sol. Leila.Vaya detalle, recibió una llamada de la bella influencer, Briana Sprints.—Hola, papucho.—Briana, qué sorpresa.—Quería invitarte a uno de mis shows en línea, es para conocer más tu faceta de crítico gastronómico.Eso sí era toda una novedad y él le respondió.—Bueno, nunca he hecho algo como eso.—Siempre es bueno hacer cosas nuevas, Troy.—Claro, perfecto, sería muy interesante.—Invita a tu amigo el otro guapo.—Claro.Cerró sonriendo, ahora era un tipo mediático, llamó a Cardenal y le contó todo.—Un arreglo de flores y una invitación a un show, eso suena fabuloso, me sorprendes.—Leila, parece querer algo serio.Jugueteó con el arreglo y notó que la base era un hermoso adorno.—Tiene buen gusto.—Pues, debes conservarla, pero no te detengas con ella…—¿Es
Troy, aguardaba en la sala de emergencia del hospital y Cardenal le dio un café.—Menos mal que te diste cuenta a tiempo.—Ni tanto, no sabía que su alergia era severa.—¿Viste cómo se le hinchó la cara?—Sí, fue terrible.Sofi se acercó a ellos nerviosa.—Gracias a los dos por auxiliarme, no esperé esto, en serio.Cardenal le preguntó.—¿Ustedes ordenaron ese postre?—No, eso es lo raro. Consulté con nuestra lista de restaurantes y no estaban incluidos, pero con el apuro me distraje y no confirmé.—Es bastante raro —convino Cardenal.—Sí, pero ustedes estuvieron justo allí, para ayudarla —sacaba su cámara—. Voy a grabar todo lo que le hacen.Aquellas palabras llamaron la atención de Troy y la gordita comentó.—Es que ella lo hubiese deseado así para que su público.Cardenal la vio con su cámara grabando todo y silbó.—La gente está loca.—Sí, es una pena que alguien como Briana pase por algo así.—Es cierto, bueno, vamos, el show se acabó.Salieron rumbo a casa.**Helena le preguntab