Luego de la discusión de Pablo con Alejo, este se mantiene algo distante de su jefe, eso sin decir que no ha tenido tiempo para hablar siquiera con Amanda, apenas cruzan una que otra mirada y tampoco ausentarse para ver a Elena. Sin embargo, tiene dos visitas que hacer y debe hacerse el tiempo para ello.Esa mañana, sorpresivamente, Alejo lo manda a llamar con Rubén.—Allí te llama el jefe. —le dice en tono imperativo su compañero.—En seguida voy —responde, mientras bebe su café.—Yo qué tú no lo haría esperar —afirma en tono burlón. Pabl9 se levanta de la silla y se enfrenta a él.—Dije que ya voy, tú no eres quien para amenazarme ni decirme que debo hacer. —Vuelve a sentarse y termina su café. El tuerto sale de la cocina sonriendo de forma irónica, mientras murmura:—¡Imbécil, veamos que opina el jefe! —se dirige hasta la biblioteca donde aguarda Alejo a su escolta y mano derecha, Pablo.Sandra está observando la discusión entre ambos hombres y se atreve a opinar.—Creo que debería
Después de visitar a la mujer que lo había criado como una madre, Pablo se dirigió para ver a Elena, justo en ese momento, sonó su móvil.—Dime Claudia ¿Por qué me llamas a esta hora?—Se trata del policía, gracias a ti, ahora no deja de buscarme —él la interrumpió.—Ya sabrás como quitártelo de encima. Como lo hiciste conmigo hace varios años atrás.—Pablo, deja ya de recriminarme eso, éramos adolescentes, por Dios. Y si slguien se arrepiente hoy de eso, soy yo. Lo sabes. Lo que quiero comentarte es que ese hombre conoce a Elena Torres y lo peor es que estuvo intentando averiguar en recepción, por suerte ya había quitado la ficha de allí. Pero sé que no parará de hacerlo, él y tu protegida tuvieron una relación algo intensa por lo que me comentó él, anoche cua
Minutos después la ambulancia y los curiosos se acercan para ver la dantesca escena de las dos “víctimas del hampa” como reza en los noticiarios y redes sociales la noticia. Ruben, no pierde detalle de saber que todo está perfecto. La imagen en la TV muestra ambos cuerpos inertes.Los paramédicos notan que la mujer en el asiento trasero del vehículo, aún está con vida. En tanto, el taxista, sigue inconsciente sobre el volante. Ambos cuerpos son traslados hasta el hospital central. Mientras, los detectives del cuerpo de investigaciones, recoge las pruebas del hecho para luego iniciar con las averiguaciones.Claudia quien aún está por entrar a su guardia, reconoce que se trata de su compañera, Teresa.—Teresa, reacciona, Teresa. Dime que pasó. —la mujer apenas la escucha, no logra ver su rostro, la sangre que aún continúa saliendo no le permite verla.—Llama a Elena, en mi móvil está su número... —es lo poco que alcanza a decir, los paramédicos la ingresan a emergencia.Claudia toma el
Elena sube al auto del lado del conductor y Verónica ayuda a Pablo a subir al asiento de atrás, tratando de hacer lo más creible aquella segunda huida del hospital. Ella conduce callada, pensativa, ausente y ensimismada. Todo su mundo gita ahora a través de aquella terrible verdad. Ahora entiende por qué nunca Matilde quiso hablarle de quien era su padre ¿Cómo podia saberlo si no siquiera ella era su verdadera madre?. Le duele tanto aquella mentira que no puede evitar sentir frustración, rabia y tristeza.Observa a través del retrovisor el rostro cabizbajo de Verónica ¿Quién era realmente? ¿La había tratado de aquella manera porque sabía la verdad? ¿Quién entonces era su padre? ¿Tendría suficiente dinero para deslastrarse de Alejo Troconi? ¿Y su hermana, donde estaba? Elena siente que se vuelve loca, todas sus percepciones sobre quienes la rodeaban cambiaron en un segundo. A ratos acelera como queriendo huir de su propia verdad, Pablo la observa, imagina como debe sentirse con la muer
Alejo estuvo velando la llegada de Amanda, le había parecido una eternidad, aún más después de lo que Rubén le había mostrado, estaba realmente curioso, sabía que tendría que tener mucho cuidado y no perder de vista ni a ella, ni a Pablo. De momento, hasta que no recolectara toda la verdad, no haría ningún movimiento en falso, lo que menos quería era alertarlos en caso de que sí se estuvieran viendo a escondidas. No importa lo que tuviera que hacer, pero llegaría al fondo del asunto o se dejaba de llamar Alejo Troconi. La ve entrar a la mansión y, de inmediato, manda a Sandra por ella; quien, sin demoras, va directo a la habitación de Emma, todos en la casa saben ya que ella pasa casi todo el día ahí.—Elena —llama Sandra después de haber golpeado en la puerta delicadamente, si la bebé estaba durmiendo, no quería despertarla.—Adelante —le responde Amanda desde adentro.Sandra entra sutilmente y dibujando una suave sonrisa en su rostro; a pesar de todo, era una chica dulce y se había
Por más que Pablo quisiera ir hasta el apartamento y comprobar con sus propios ojos que Verónica y Elena estaban en perfectas condiciones, no podía hacerlo. Esta era su oportunidad para enfrentar a Rubén de una vez y por todas, al menos él lo haría de frente no a escondidas como ha ido esa rata detrás suyo. Sabía que Rubén tendría que ir de vuelta hacia la mansión, no tenía outro lugar al que acudir, a diferencia de él, Rubén se ha gastado todo su dinero en juegos, apuestas, mujeres, en clubes, no tiene ni un sólo céntimo guardado, por lo que, obligatoriamente, tarde o temprano tendrá que aparecer en la mansión.Como es lógico, Pablo no puede esperarlo ahí, si Alejo los ve o se entera de que han tenido algún altercado, lo primero que hará será investigar las razones y eso sería lo peor, se enteraría de todos los secretos y cosas que ha arreglado para esconderle que Elena nunca regresó a la mansión, sino su impostora. Sin pensárselo más, fue hasta los almacenes de contenedores que Alej
Después de la conversación de Alejo con Amanda sobre su embarazo y a pesar de estar conforme, aparentemente, con sus argumentos, Alejo decide ajustar cuentas con Pablo. Aunque al inicio confiaba plenamente en él, la duda que Rubén le sembró días atrás, está por dar sus frutos.Alejo planea, salir de viaje esa noche, debe resguardar su imagen de hombre leal, está mal visto por los jefes de mafias, tener que asumir que uno de sus subalternos le estaba “comiendo el mandado”. No sólo lo dejaba como un cornudo delante de todos, sino que minimizada su popularidad como macho alfa, eso no lo permitiría jamás. Aunque deseaba estrangular a Pablo con sus propias manos, verlo como suplicaba por su vida, arrancarle la vida hasta el último respiro, lo mejor era dejar a cargo a uno de sus empleados de confianza, Severiano. Este era tan leal como Rubén, sabía que no lo defraudaría.Le ordena a El Greco, que traiga a su escolta para asignarle un pequeño encargo, aunque no le dice lo que tiene planeado
Para su suerte, Cristina le acababa de avisar a Elena que Alejo se había marchado de la mansión, saldría de la ciudad, así que se trataba de un viaje de fin de srmana, lo que le daba la posibilidad de ir a la casa y poder ver a su hija. La noticia entusiasmó demasiado a Elena quien dio hasta pequeños salticos en el lugar sonriendo como hacía tiempo no lo hacía. Sin darle mucha importancia al asunto, le dio la excusa tonta a Verónica de que iría a un café a despejar un poco y salió llamando al primer taxi que vio transitando en la calle.La comunicación entre ella y Cristina era maravillosa, habían pasado dos años estando juntas y contándose sus más profundos secretos, así que, les fue muy sencillo poder agendar esa visita. Cuando Elena llegó en el taxi, Cristina ya la estaba esperando en la parte trasera de la casa donde los camiones traían los suplementos, comidas y las sustancias ilegales, el almacén al que solo ella accedía a excepción de los días que venía algún cargamento importa