Elena sube al auto del lado del conductor y Verónica ayuda a Pablo a subir al asiento de atrás, tratando de hacer lo más creible aquella segunda huida del hospital. Ella conduce callada, pensativa, ausente y ensimismada. Todo su mundo gita ahora a través de aquella terrible verdad. Ahora entiende por qué nunca Matilde quiso hablarle de quien era su padre ¿Cómo podia saberlo si no siquiera ella era su verdadera madre?. Le duele tanto aquella mentira que no puede evitar sentir frustración, rabia y tristeza.Observa a través del retrovisor el rostro cabizbajo de Verónica ¿Quién era realmente? ¿La había tratado de aquella manera porque sabía la verdad? ¿Quién entonces era su padre? ¿Tendría suficiente dinero para deslastrarse de Alejo Troconi? ¿Y su hermana, donde estaba? Elena siente que se vuelve loca, todas sus percepciones sobre quienes la rodeaban cambiaron en un segundo. A ratos acelera como queriendo huir de su propia verdad, Pablo la observa, imagina como debe sentirse con la muer
Alejo estuvo velando la llegada de Amanda, le había parecido una eternidad, aún más después de lo que Rubén le había mostrado, estaba realmente curioso, sabía que tendría que tener mucho cuidado y no perder de vista ni a ella, ni a Pablo. De momento, hasta que no recolectara toda la verdad, no haría ningún movimiento en falso, lo que menos quería era alertarlos en caso de que sí se estuvieran viendo a escondidas. No importa lo que tuviera que hacer, pero llegaría al fondo del asunto o se dejaba de llamar Alejo Troconi. La ve entrar a la mansión y, de inmediato, manda a Sandra por ella; quien, sin demoras, va directo a la habitación de Emma, todos en la casa saben ya que ella pasa casi todo el día ahí.—Elena —llama Sandra después de haber golpeado en la puerta delicadamente, si la bebé estaba durmiendo, no quería despertarla.—Adelante —le responde Amanda desde adentro.Sandra entra sutilmente y dibujando una suave sonrisa en su rostro; a pesar de todo, era una chica dulce y se había
Por más que Pablo quisiera ir hasta el apartamento y comprobar con sus propios ojos que Verónica y Elena estaban en perfectas condiciones, no podía hacerlo. Esta era su oportunidad para enfrentar a Rubén de una vez y por todas, al menos él lo haría de frente no a escondidas como ha ido esa rata detrás suyo. Sabía que Rubén tendría que ir de vuelta hacia la mansión, no tenía outro lugar al que acudir, a diferencia de él, Rubén se ha gastado todo su dinero en juegos, apuestas, mujeres, en clubes, no tiene ni un sólo céntimo guardado, por lo que, obligatoriamente, tarde o temprano tendrá que aparecer en la mansión.Como es lógico, Pablo no puede esperarlo ahí, si Alejo los ve o se entera de que han tenido algún altercado, lo primero que hará será investigar las razones y eso sería lo peor, se enteraría de todos los secretos y cosas que ha arreglado para esconderle que Elena nunca regresó a la mansión, sino su impostora. Sin pensárselo más, fue hasta los almacenes de contenedores que Alej
Después de la conversación de Alejo con Amanda sobre su embarazo y a pesar de estar conforme, aparentemente, con sus argumentos, Alejo decide ajustar cuentas con Pablo. Aunque al inicio confiaba plenamente en él, la duda que Rubén le sembró días atrás, está por dar sus frutos.Alejo planea, salir de viaje esa noche, debe resguardar su imagen de hombre leal, está mal visto por los jefes de mafias, tener que asumir que uno de sus subalternos le estaba “comiendo el mandado”. No sólo lo dejaba como un cornudo delante de todos, sino que minimizada su popularidad como macho alfa, eso no lo permitiría jamás. Aunque deseaba estrangular a Pablo con sus propias manos, verlo como suplicaba por su vida, arrancarle la vida hasta el último respiro, lo mejor era dejar a cargo a uno de sus empleados de confianza, Severiano. Este era tan leal como Rubén, sabía que no lo defraudaría.Le ordena a El Greco, que traiga a su escolta para asignarle un pequeño encargo, aunque no le dice lo que tiene planeado
Para su suerte, Cristina le acababa de avisar a Elena que Alejo se había marchado de la mansión, saldría de la ciudad, así que se trataba de un viaje de fin de srmana, lo que le daba la posibilidad de ir a la casa y poder ver a su hija. La noticia entusiasmó demasiado a Elena quien dio hasta pequeños salticos en el lugar sonriendo como hacía tiempo no lo hacía. Sin darle mucha importancia al asunto, le dio la excusa tonta a Verónica de que iría a un café a despejar un poco y salió llamando al primer taxi que vio transitando en la calle.La comunicación entre ella y Cristina era maravillosa, habían pasado dos años estando juntas y contándose sus más profundos secretos, así que, les fue muy sencillo poder agendar esa visita. Cuando Elena llegó en el taxi, Cristina ya la estaba esperando en la parte trasera de la casa donde los camiones traían los suplementos, comidas y las sustancias ilegales, el almacén al que solo ella accedía a excepción de los días que venía algún cargamento importa
Después de que Elena y Amanda llegaran a aquel acuerdo de vengar la muerte de Pablo, esa noche Elena ocupa el lugar de su hermana. Necesita envolver a Alejo en sus redes, como hace casi un año atrás antes de decidir huir de su lado. Todo lo que había ocurrido con Pablo la había dejado contra el piso, mas a diferencia de Amanda, a ella el dolor la impulsa a actuar, no la detiene. Espera que él regrese de su viaje esa tarde y prepara todo para aquel reencuentro.Como suele hacerlo, luego de un viaje, Alejo se ducha, descansa un par de horas y luego va a la biblioteca a disfrutar de una buena bebida, pero esta vez, se ve feliz, la razón es obvia, se había librado del traidor de Pablo, aunque todavía no le ha dado su escarmiento a Elena, se lo tiene prometido. Después que su hijo nazca, ella conocerá el mismo infierno.Elena toca la puerta antes de entrar, él cintesta desde adentro, otorgando el permiso para que entre. Su mirada de asombro es exagerada, cuando ella abre la bata de seda ro
Alejo no podía estar más feliz del cambio repentino que había tenido Elena, finalmente estaba volviendo a ser la chica que el conocía, coqueta, pícara y siempre dispuesta a tener sexo con él. Le maravillaba que, después de tantos días, había decidido ir a buscarlo ella misma, desde que tuvo al bebé, había sido él quien siempre la debía mandar a buscar, ella nunca había ido a verlo por su propia decisión, no se sorprendió mucho de este cambio en su momento, ya en varias ocasiones había escuchado sobre cómo las mujeres cambiaban cuando tenían hijos, así que pensaba que esa debía ser la razón.Su ego estaba tan alto y se creía tan superior a todo que, ni siquiera dudó ni por un momento de la razón de ese cambio tan repentino en el comportamiento de Elena, estaba completamente seguro de que ella no se había podido resistir a estar tantos días sin un encuentro sexual con él, se consideraba a sí mismo como un excelente semental, no tenía ni idea de que estaba muy lejos de serlo.Mientras ta
Los ojos de Cristina comenzaron a perderse, tenía la mirada perdida, estaba muriendo. Como por arte de magia, Alejo dejó de enfocarse en su rabia y pensó por unos pocos segundos. No podía darse el lujo de acabar con Cristina, al menos, no todavía, era la única que podía decirle lo que estaba sucediendo y los planes que se estaban tejiendo en su contra. Primero tenía que sacarle la información y luego ya vería cómo matarla. De inmediato, disminuyó la presión que estaba ejerciendo sobre su piel, pero no la liberó del todo y le dio um par de minutos para que pudiera recuperar su respiración lo suficiente como para permitirle hablar.—Me vuelves a decir que no sabes nada y esas serán tus últimas palabras, te lo prometo ¿Acaso se te ha olvidado que soy Alejo Troconi? Yo no tengo piedad Cristina y, mucho menos con las personas que me traicionan viviendo bajo mi mismo techo, estoy seguro que ya te enteraste sobre la muerte de Pablo, eso mismo fue lo que le sucedió a él ¿Quieres pasar por lo