No puedo conciliar el sueño, cada vez que cierro mis ojos, siento que en cualquier momento alguien va a entrar y matarme.
…
Me despierto exaltada, no sé en qué momento de la noche me quede dormida, pero agradezco que nada malo me haya pasado.
Mi cuerpo está más cubierto por vendajes que por cualquier cosa, parezco una momia y sé que con ver mi rostro se asustarían los pacientes, estos días han sido un martirio, golpes vas y viene, heridas sanan y otras llegan, la sangre corre y otras veces está seca, no sé cómo he resistido tanto tiempo en este puto infierno.
Escapar ha estado en mis planes, pero no recuerdo nada como para salir y pedir ayuda, mi vida es frustrante y soy una persona con problemas de agresión, eso me perjudicaría más en el mundo fuera de esta isla.
— es hora de tomar el desayuno, por favor diríjanse al comedor para empezar su día con toda la energía. — se escucha por los enormes parlantes, cada mañana es lo mismo, la voz robótica nos avisa nuestras horas de comida.
Desde que estoy acá, nunca me han llevado al dichoso laboratorio, pero por lo que he escuchado no es nada bueno ser llevado allí, las personas comienzan a tener comportamientos más raros de lo común o nunca vuelven a sus habitaciones, nadie sabe que sucede en ese lugar porque los duermen y cuando despiertan ya se encuentran fuera de este en una habitación.
Camino por el largo pasillo y paso por las enormes salas rojas hasta dar con unas puertas mecánicas donde se encuentra ubicado el comedor.
Me formo adecuadamente para recibir mis alimentos, cada uno esta sumergidos en sus pensamientos, otros charlan con compañía o solos.
En las últimas mesas se encuentra venus con otras personas, y cuando ya he recibido mi comida me encamino hacia ellos, pero antes de llegar siento como alguien choca conmigo haciendo que caiga y que todas mis extremidades griten en protesta, mi grito se escucha por todo el lugar y todos se quedan en silencio y me voltean a ver pero siguen como si nada, levanto mi rostro y la persona que me tiro se encuentras con la cabeza abajo y murmurando ignorando lo que hizo, yo no me puedo parar las punzadas en mis piernas me lo impiden.
Venus se acerca un poco preocupada y molesta por lo ocurrido, pero a mitad de camino se paraliza cuando aquel hombre que se encentra frente a mí, se tapa sus oídos y grita escandalizando a todos, hasta los guardias comienzan a corren en nuestra dirección.
El hombre de hermosas pecas comienza a mover su cabeza desenfrenadamente, y de su nariz comienza a salir sangre, agarra su cabello y tira de muy fuerte de este, estoy en shock, me duele cada extremidad, tengo comida en mi ropa y cabello y la herida de mi pierna sangra y arde por la suciedad que alcanza a caen en esta
Los guardias lo agarran de los brazos y lo intenta llevar, el de hermosas pecas se resiste y es sedado por uno de esto, pero en vez de controlarlo todo se va de sus manos, en un movimiento rápido aquel hombre toma la pistola de electrochoques y les dispara a los cuatro gigantes haciendo que la descarga los inmovilice y caigan al suelo en un estruendo abrumador.
Algunos pacientes corren a las salas, otros se pelean, las encargadas de repartir la comida se enconden en una puerta oculta tras ellas.
— ayúdenme chicos, hay que llevarla a la sala roja — la voz de venus me trae al aquí y ahora.
Los cuatros chicos que se encontraban con aquella pelirroja se acercan con rapidez y me ayudan a levantarme sin ninguna delicadeza, los rostros de cada demuestran miles de emociones, pero sobre todo miedo, detallo en sus facciones y a decir verdad son muy lindos a comparación de como debo de estar yo.
— las puertas del comedor serán cerradas en dos minutos por motivos de seguridad — la voz robótica vuelve hablar y la cuenta regresiva inicia dando lugar a personas corriendo y derribando todo a su paso.
— ¿Qué está pasando? — el ojiverde formula la pregunta que tanta ronda por mi cabeza
— debemos salir — venus se escucha desesperada y nos empuja hacia la salida — cuando cierren las puertas, aquellos que están dentro serán sedados y llevados al molker o como nosotros lo llamamos “el infierno”.
— explícanos que es ese tal molker porque no entiendo nada y no quiero ir averiguarlo
— es una enorme sala blanca o de ese color era antes de todas las masacres que ocurren allí
— ¡¿Qué?! — todos gritamos volteándola a ver
— aquellos que son llevados allí son por motivos de conducta violenta o porque no pueden ser controlados y la sed de sangre les nubla el juicio… los dejan y esperan a que el más fuerte gane, y si sobrevive después de todo, es traslado al laboratorio “home Green” donde se puede decir que experimentan con él o eso es lo que me han dicho, no se mucho de ese lugar, pero con solo la mención de su nombre me pone la piel de gallina
— me he dado cuenta que hay varias cosas que no conozco del subterráneo — mi voz sale un poco gruesa
— todo esto es el paraíso comparado con lo que nos pueden hacer si no somos obedientes
Seguimos nuestro camino esquivado golpes y cuerpos tirados.
— me puedes decir que más hay aquí abajo, no me quiero llevar la sorpresa de ser llevada a alguna sala de tortura — mi cuerpo ya no duele tanto y camino más rápido ya faltan cuarenta segundos para que las puertas sean cerradas y el camino que falta por recorrer es poco.
— cuando salgamos de aquí te cuento todo.
Volteo a ver el panorama, una mujer viene corriendo en nuestra dirección y no creo que sea con el motivo de salir, en su mano trae un pedazo de madera bañada en sangre, y su mirada conecta con la mía, por lo que sé es que aquellos que están descontrolados no pueden pasar por la barrera roja que se forma por seguridad y en este caso esta se encuentras en las salidas del comedor. Si intentan salir o pasar por esta, su cuerpo recibirá una gran descarga de electricidad que los deja inconscientes, y algunos los puede llegar a matar.
Al salir veo como la mujer intenta pasar el límite y su cuerpo cae recibiendo la descarga. todavía no sé cómo es que aquel sensor puede percibir los que están sedientos de sangre y los que están más cuerdos.
Las puertas se cierran, y veo como un humo blanco llena la habitación donde antes me encontraba, uno a uno va cayendo en el suelo y la alarma de la cual no me había dado cuenta que sonaba dejo de hacer el ruido molesto para encender una luz azul en el comedor. El humo deja de salir y tanto los amigos de venus como nosotras nos encontramos viendo tras las puertas, todos han regresado a sus habitaciones o a la sala roja por motivos de seguridad. — por favor vuelvan a sus habitaciones, nosotros nos encargaremos de esto — un enfermero pasa por nuestro lado mientras digita unos códigos a lado de la puerta haciendo que este deje abrir la reja que se encuentra al otro lado del comedor dando paso a un pasillo con aproximadamente veinte personas cubiertas por un extraño traje de plástico. Somos empujados por el enfermero y salimos de nuestro trance, lo último que alcanzo a ver es como los ponen en camillas y salen hacia aquel pasillo. … Estoy acostada
en las dos horas que llevo despierta me han suministrado unos seis sedantes para poder dormir, pero ninguno ha hecho efecto en mi sistema, parece somo si fuera inmune. — eres la primera paciente que nos ha dado más trabajo dormir — un enfermero se sienta a mi lado en la silla metálica. — no tengo la culpa que mi cuerpo combata contra lo que me suministraron — hablo arrastrando las palabras. Una carcajada retumba por la habitación, y me percato del color peculiar de sus ojos, son de un color violeta intenso. Cuando se percata de mi mirada, su semblante cambia a uno serio y espeluznante. — en el laboratorio ocurrió un accidente haciendo que algunos que se encontraban allí les afectara algunas partes de su cuerpo, como en mi caso cambio el color de mis ojos — se levanta de la silla y se acerca a paso amenazante a mi lado. Uno de sus dedos juega con algunos mechones de mi cabello mientras el otro recorre mi rostro y cuellos, cada toque suyo hace q
Sus manos toman posesión se mis senos, mientras muerde mi abdomen, nada de esto causa efecto en mí, pero hago que salgas suspiros y jadeos para que siga concentrado en mi cuerpo. Cuando siento como mi muñeca es liberada de una correa y sigo con la otra y acelero el movimiento, cada toque en mi cuerpo es más combustible para la ira que va creciendo. Cuando me he zafado de las correas de mis brazos y pecho, la verdadera aventura comienza. Agarro el pequeño objeto en mi mano derecha y apuñalo su espalda, el hombre se separa un poco perturbado por lo que acabo de hacer. — pero que mier... — antes de que termine de hablar, vuelvo a clavar el bisturí en su pectoral, la sangre mancha su tez blanca. El demonio cae al suelo, mientras preciosa la enorme heria de su pectoral, y antes de que pueda reaccionar, quita la correa de mi cuello y las del resto que incomoda tanto a mi cuerpo. Cuando estoy por las correas de mi tobillo derecho, siento como agarran
Siento como si miles de agujas traspasaran mi cuerpo, me quejo del insoportable dolor que estoy sintiendo, mi garganta arde al pasar saliva, y mi boca parece como si estuviera cosida, mis parpados revolotean para abrir los ojos poco a poco, pero la hinchazón de estos me lo pone difícil pero no imposible. Cuando logro abrir mis ojos, lo primero que veo es el techo blanco de mi habitación, y escucho los pasos de los pacientes en el pasillo, no puedo mover mi cuello, pues este esté atado con una delgada correa como si fuera un puto perro. Estoy muy incómoda y me pica la punta de la nariz, pero mi cuerpo está más atado que cualquier otra cosa, me frustra no saber cómo hacer para satisfacer a mi pobre nariz que sufre por la molesta picazón que tiene. Con mi lengua intento alcanzar mi nariz, pero es casi imposible. Estoy tan concentrada en mi nueva tarea que me asusto cuando la puerta es abierta abruptamente y por esta entra el viejo canoso del cual ni se su nombre
Grito hasta quedarme sin voz, y lloro hasta quedarme sin lágrimas, casi cayendo sin poder ver más que oscuridad, las risas no han dejado de sonar, y tambores que en un principio sonaban en la lejanía, ahora se unen a la horrorosa armonía, y alboroto formado por aquellos demonios que habitan mi mente, alimentándose de lo bueno y malo. Les he dado poder de dañarme y no sé cómo hacer para que me dejen en paz, no siento ninguna otra emoción más que tristeza y miedo. No sé qué paso con la Tania consumida por la ira y que arrasaba con todo a su paso sin importar que sea. Me encuentro con miedo, tristeza y sufrimiento abrazando mi interior. Los minutos pasan, cuando mi ropa es rasgada por unas fuertes y filosas garras que no logro ver, En el proceso no solo rompe mi ropa sino también en algunos momentos mi piel que todavía siente como quema mi interior. Los minutos son eternos donde caigo sin llegar a un fondo, mi cuerpo tiembla por la poca falta de ropa, y
POV ALLISON Estaba muy preocupada por Tania cuando me dijeron que la habían llevado al laboratorio para empezar su tratamiento.Gracias a Dios volvió en una sola pieza y no perdió su cabeza, con venus entramos a la habitación y la encontramos postrada en su cama con miles de correas atando su cuerpo a este, por seguridad es mejor dejar a los pacientes 72 horas amarrados con las correas por si se salen de control, ya que el medicamento que se suministran es desconocido para muchos y es ultra secreto, pero se puede ver los efectos negativos que tiene con algunas personas, se vuelven violentos o mueren en el proceso.No se que sustancias son, pero nada en este psiquiátrico da buena espina, desde sus trabajadores hasta sus instalaciones.Venus y yo pasamos un buen rato acompañando a Tania, en este corto tiempo me di cuenta que venus es una gran persona cuando está en sus cinco sentido
TANIA Al despertar veo como mi a Allison sentada en una incómoda silla de metal que se encuentra a mi lado mientras que su cabeza reposa en la cama. Me pican los ojos, y siento un calor incesante en todo mi cuerpo, llevo mi vista a la puerta que se encuentra semiabierta, en el pasillo pasan los pacientes perdidos en sus mundos. Desvió la vista cuando escucho la voz de Allison inunda mis oídos, me trasmite tranquilidad, desde el principio supe que se convertiría en alguien importante para mí, veo bondad y valentía en su mirada, me hace sentir tantas emociones que pensé que eran abrumadoras, pero son hermosas, me hace sentir un ser humano normal, sin problemas ni ataduras que queman en cada momento de mi vida. — no sabes cuan preocupada estaba de ti, ¡¡Dios me diste un susto de infarto!!, no vuelvas hacer eso. — recibo su abrazo gustoso, pero un quejido sale de mis labios cuando mi cuerpo comienza a doler, parece como si
Mi cuerpo toma un poder desconocido que incomoda, las llamas de mi ser consumen mi cuerpo haciendo que comience a doler todas mis extremidades. Grito haciendo que en menos de lo esperado el pasillo se encuentre desierto y en este solo nos encontremos aquel castaño junto conmigo y lo que sea que quema. Abro los ojos, los cuales no me di cuenta en qué momento cerré. Me siento mas fuerte, pero mi cárcel mental sigue intacta, entonces si mis demonios no tomaron el control que si lo hizo o solo soy yo. Veo al castaño y sus ojos siguen del mismo color rojo, pero su expresión muestra miedo, no se que es lo que causa eso en él, pues hace segundo su mirada era retadora, amenazante y poderosa. — tu-u… eres el demonio en persona, eres el miedo de muchos — su voz se escucha entre cortada con cada palabra que sale de su boca. _ no se de que hablas, pero si se que seré tu maldito miedo y peor pesadilla. Con rapidez y agilidad, me lanzo encima de su