Viva y loca, si les gusta la histoira hagan sus comentarios, todos son bienvenidos ¡gracias!
Marie Moreau Espero afuera la liberación de Mateo, apenas se asoma por la puerta corro hasta él y lo abrazo, su padre, estaba a mi lado, nos saludamos con respeto, pero no le doy chance de nada, Mateo fue que supo meterse por debajo, supo envolverme, pero yo estaba decidida a pasar la página. Generalmente no doy una segunda oportunidad a quien no me dio la primera a mí, recuerdo perfectamente como don Joseph, me presento a Alice, como su asistente… Creo que merecía más que eso—Hijo. — Dice don Joseph abriendo los brazos, Mateo me suelta y lo abraza, sé que jamás competiré con su padre, ojala no se le ocurra decirme que volvamos a la mansión porque yo no estoy dispuesta a volver allí. Cuando pase algo quieran echarme de nuevo como un perro sarnoso, me cruzo de brazo a esperar que ellos continúen su emotivo encuentro. —Estoy agotado, necesito descansar. — Dice Mateo, se ve que la semana y media que pasó allí, fue semana y media que no pudo dormir. — ¿Vamos a casa?— Pregunta el seño
Marie Moreau¡Vaya luna de miel que tuvimos Mateo y yo!, primero no fuimos a ninguna isla paradisiaca a derrochar miel.Comenzamos a buscar una casa mas grande, porque la niña duerme en medio nuestro, por lo que nada de nada, en ningún lado ni en ningún momento.Me siento una mala mujer por no ser suficiente, por no ser el apoyo que Mateo necesita.—La niña llora a todas horas por su mama, no entiendo en qué momento desarrollo empatía por esa mujer que ni siquiera la cargaba, para ella la niña no tenía ninguna importancia.Mateo, al igual que yo, hemos aprendido a hacer biberones, a asear a la bebe, a hacer comidas sencillas para que ella se alimente bien, en este momento pienso que mi padre fue el mejor.Me trato con amor, y algunas veces fue firme, siempre estuvo para mí, y sé que él hizo todo lo que estamos haciendo Mateo y yo juntos, pero solo, después la muerte de mi madre.—Tuvimos que contratar un CEO, para que nos ayude con el manejo de las empresas, cuando Mateo se queda so
Marie MoreauCuando se percata de la hora, son las ocho de la noche y todos los de su edificio se han marchado, dejándola sola con el vigilante, que le dice. — Eres igualita a tu papá. — Es uno de los empleados más antiguos de la empresa.—Señor Miguel, no me di cuenta de la hora. — Me excuso.—Dos gotas de agua. — Responde el, sonreímos cómplices, y me despido con una hasta mañana, ——Saludos a su familia.— Termina el, enciendo el auto pensando que en dos meses obtengo mi emancipación completa de Mateo, solo me une a él , este matrimonio que para él, tal vez no valga nada. Pienso, mientras manejo hasta la casa.Abro la puerta y me lo encuentro en el suelo, jugando con Camila y la niñera lo observa embelesada, se ve que ya esta flechada por él, lo ve de la misma manera que yo lo veo.Carraspeo, para que se den cuenta que llegue.— ¿Dónde carajos estaba? Me has tenido mortificado durante horas. — Me reclama mi esposo cambiando de actitud apenas me ve.—No parece que hubieses estado pre
Marie Moreau Desde ese día de la discusión estamos durmiendo separados y la niñera sigue aquí, se sonríe cuando paso, porque Mateo, no le importo imponer su voluntad y ponerla por encima de mí. No soporto para nada esta situación, siento que no hay vuelta atrás, por lo que decido dejar de sufrir y alejarme, necesito irme de acá lo más pronto posible, como él lo dijo, no soy la madre de Camila, y no tengo ningún derecho sobre ella… A las cinco de la mañana, después de toda la noche sin dormir, recojo dos maletas con lo necesario y mis documentos, me vestí lo mejor que pude, me maquille para disimular las ojera, no quiero que Mateo me vea salir derrotada. Bajo con una mis maletas, y Mateo al verme se le desorbita los ojos, casi ni hablamos en estos días y me siento despreciada— ¿A dónde vas?— Me pregunta cuando bajo con las maletas. —Te lo dije, que era ella o era yo, tú escogiste. — Le digo dando media vuelta para ir por mi otra maleta, el se queda estático por un instante, mientr
Marie MoreauHa pasado un mes desde las discusiones que por poco acaban con mi matrimonio, respiro profundo y me miro frente al espejo, hoy iré a una cena en la casa de don Joseph, con Mateo, no puedo evitar sentirme incomoda ante él, pero no puedo guardarle rencor toda la vida.Es el padre de Mateo, y es una buena persona, todos cometemos errores, pero los errores se pagan caros, en nuestra relación algo se rompió, en el momento que él se decidió por Alice…¿Éstas lista?— Me pregunta Mateo, entrando a la habitacion, estoy sentada frente al espejo, me levanto después de respirar profundo con resignación—SÍ. — suelto simplemente, fingiendo una sonrisa.—Espero que todo mejore entre ustedes dos. — Me dice el mirándome a los ojos y sosteniendo a Camia entre sus brazos—Yo también— Admito, aunque la verdad no creo que las cosas sean igual que antes.Subo al auto en silencio, y miro hacia la ventana, no quiero hablar y además tengo malestares que me hacen sospechar que estoy embarazada, la
Marie Moreau. Me envían una foto a mi teléfono a primera hora, y no puedo creer lo que veo, Mateo esta acostado en la cama con una mujer y están cubiertos por una sabana. ¡Espere cualquier cosa de Mateo! Pero esto es algo asqueroso, no puedo creer que me hiciera esto. —Eres una ilusa que pensó que el cambiaria por ti. — Me dice un mensaje de texto, no vale la pea estar discutiendo, por lo que bloqueo a la persona que me está escribiendo, no sé como reaccionare cuando vea a Mateo de frente. —Me siento tan mal que debo sostenerme de la pared, el no me merece, el no merece una sola de mis lagrimas. Le reenvió la foto al teléfono de el— Con un mensaje de quiero el divorcio. — —El me responde inmediatamente. — Las cosas no son lo que parecen, hablamos más tarde. — ¡Estoy hiperventilando y él se atreve a decirme que hablamos más tarde!, no yo no pienso tenerlo de frente y darle la oportunidad de que haga conmigo lo que le dé la gana. Tomo mis documentos y mi auto, solamente y salgo de
Mateo AcostaMateo se dejó caer en la cama, que todavía olía a Marie, con la cabeza gacha y las manos en el rostro. De su garganta emergió un ronco gemido que hablaba del dolor que le ocasionaba su estupidez.Tenía que dejarla ir, si ella había sido tan infeliz a su lado, tenía que dejarla ir, pero es más fácil decirlo que hacerlo, tal vez no supo demostrar su afecto lo suficiente, cayo de error en error con ella, y es que no sabía cómo actuar,Dejo de lado la botella, no podría actuar de forma tan estúpida tomo la carta que Marie le escribió a Madeleine y llego hasta la casa de ella——Señor Acosta que sorpresa, tenerlo nuevamente en este hogar. — Me saluda la madre de Madeleine que siempre insistió en que haríamos una hermosa pareja—Gracias señor Diana, vengo porque necesito hablar de forma urgente con su hija. ——Ya se la mando a llamar de inmediato. — Dice ella Trato de mantenerme sereno, pero de verdad que siento que eso es algo imposible.—Gracias señora. — Le respondo y ella t
Marie Moreau de Acosta.Durante toda la celebración, nos comportamos como completos extraños, Mateo me susurra con la niña en los brazos— Te espero en la casa. —Trato de sonreír, pero estoy muy nerviosa, no sé que estaba pensando en el momento que acepte ese trato, quisiera detener las horas del reloj, no porque no desee a Mateo, es porque tengo miedo a las reacciones de mi propio cuerpo ante él.A las diez de la noche quedan pocos compartiendo y yo ni siquiera puedo tomar algo de licor para calmar el miedo que siento.Manejo hasta la casa que compramos juntos Mateo y yo, mi estomago se encuentra como si tuviese un nudo, creí que ya no quería ir, a verme, no sé lo que pensé, mi vientre se nota un poco pronunciado pero nada del otro mundo, cualquiera puede pensar que estoy un poco gorda.Sé que tal vez estoy actuando de forma egoísta al no compartir con Mateo la noticia de mi embarazo, pero a él con Camila le basta y le sobra.Respiro profundo estacionando mi auto frente a la casa, me