Mateo Acosta,
Son las ocho de la noche y estoy preparándome para salir a emborracharme hoy es viernes y el cuerpo lo sabe, tengo frente a mi dos trajes y no termino de decidirme cual utilizar cuando la señora Cristal toca la puerta
—Adelante.— Respondo, estoy en toalla, pero no le doy importancia, ella me ha visto hasta desnudo antes.
—Señor debe ver las noticias ha ocurrido una tragedia.— Me dice ella.
—¿Que sucede Cristal?, no seas tan dramática.— Respondo, encendiendo el televisor en el canal de noticias, hay imágenes de una explosión de un avión en el aire.
—El jet del magnate Francés Richard Moreau, explotó en el aire, dice que se dirigía a su casa en Francia, después firmar un acuerdo de cooperación millonario con el dueño de Industrias Díaz, el señor Elías Díaz, lamentamos su partida y extendemos nuestras condolencias hasta su única hija, la joven Marie Moreau, paz a sus restos. Expresa con fingida pena la periodista.
—El control del televisor resbala de sus manos y cae al suelo, el cuerpo no lo sostiene y debe sentarse al borde de la cama, mientras recibe el abrazo consolador de su empleada y amiga
—¿Porque Cristal, todas las personas que quiero mueren o les pasa algo malo?— Pregunto entre lagrimas.
—Lo siento mucho mi niño Mateo.— Expresa sufriendo al verlo sufrir, ella lo vio crecer y sufrir más de una decepción que lo llevo a ser el hombre frio y sin corazón que la gente cree que es.
En ese momento su mente viaja diez años atrás…
Su amigo Richard lloraba desconsolado en sus brazos por la muerte a causa de cáncer de su esposa la hermosa, Isabella.
—Prométeme que si algo llega a pasarme cuidarás de mi pequeña, Mateo.— Me exigía tomándome de las solapas del traje.
Ese día llovía con fuerza, pero no nos separamos del sepulcro, hasta que la ultima pala de tierra lo cubrió, todavía no podíamos creer que ella nos haya ocultado esa enfermedad, todos corrieron cuando el frio calaba los huesos, solo nos quedamos él y yo frente a la tumba
. —No pienses en eso ahora, Richard, nada pasará. —Le aseguro para que no crea que esa es posible.
—¡Promételo! —Me grita, como si supiese que un momento así podría llegar.
—Lo prometo— Expreso y soy un hombre que cumple sus promesas, vuelvo al presente pero aun mi mirada está perdida ¿Dios se olvido de mi?— Me pregunto mientras lloro como un niño, la muerte de mi mejor amigo.
Devastación, es el único sentimiento que lo inunda ahora –Lo siento tanto.— Murmura la mujer a su lado y aun después de escuchar la noticia y ver la imagen del avión volando en mil pedazos aun así no puede creer que su amigo este muerto.
Paso las manos por mi cabello desesperado, pensando que esto es una pesadilla, mira hacia la ventana y afuera ha comenzado a llover a cantaros, trata de contener las lágrimas como un hombre, pero es imposible.
Con paso lento caminó hacia la ventana y paseó la mirada hacia los arboles del jardín que se estremecían con el gélido viento…
Siento frio, y veo borroso, mi cuerpo no entra en calor al saber que mi mejor amigo en este momento está muerto, es algo muy difícil de asimilar
Era un invierno, pero, a pesar de que en la habitación ardían las llamas del hogar, su cuerpo no lograba entrar en calor al saber a su amigo del alma muerto.
— ¡Mateo, es una locura! Eso que piensas hacer.— Me dice una de mis tantas amantes de turno Sofia, que se cree con derechos a opinar sobre mi vida, cuando le digo que pienso cuidar a la hija de mi amigo, además hay documentos en los que Richard, me coloco como el albacea de los bienes de Marie, hasta que cumpla los veintiún años o se case.
—Soy una persona que cumple con los compromisos adquiridos, no la voy a dejar sola.— Le aclaro a ella, para que deje el tema de una vez por todas.
—¿Cómo piensas que de buenas a primeras te puedes hacer cargo de una joven a la que hace años no ves?— Continua ella y me hace rodar los ojos, no acepto que nadie me diga lo que tengo o no que hacer.
—¿Querida cuando te pedí tu opinión sobre el tema?, solo te informe lo que pienso hacer.— Le aclaro, solo quería ver si ella podía apoyarme con ella, hablar con ella, como una apoyo femenino, ya que Marie vendrá a vivir a un país donde no conoce a nadie.
—No tienes ni idea de las complicaciones que implican los hijos y más aún los ajenos.—Chilla Sofia de Turner, lastimando mis tímpanos, dentro de poco llegara Marie, y no la voy a devolver solo por la opinión de esa mujer.
—Sofia, Te lo voy a decir de una vez y para que te quede claro: Lo que haga o no en relación a la hija de mi mejor amigo solo me concierne a mí. —pronunció duro y cortante
—No tienes por qué molestarte tanto, querido, solo quiero ayudar, creo que no has pensado bien las cosas. —La mujer puso cara triste pero no le funciono para entonces resolvió cambiar de táctica.
No aparto los ojos miel de su amante, sabía que era una mujer preciosa y seductora, acerco su cuerpo perfecto y envolvió en un abrazo a su amante, con solo una meta en mente convertirse algún día en la señora Acosta.
Sofia era consciente de que, ahora no solo tenía el objetivo de enamorar a su amante, en este momento también tendría que deshacerse de la pequeña molestia, que significa esa muchachita en la vida de Mateo
Sofia, tendrás que disculparme, pero debo dar recibimiento como es debido a Marie, debo ir por ella al aeropuerto —declaró Mateo separándose de ella
. —Lo entiendo perfecto. Por favor, no dudes en pedirme lo que sea, con ella, sabes que cuentas conmigo de forma incondicional.— Se ofrece ella intentando hacerse indispensable en la vida de él
—Gracias.— Masculla Mateo harto de la actitud melosa de la mujer, no quiere tener a alguien colgado de su cuello día y noche.
Vas a necesitar la ayuda de un profesional conozco a... —Su voz se apago de inmediato al ver la mirada de advertencia del hombre, que solo con esa mirada exige que no se meta en sus asuntos
—. Bueno, tal vez es mejor que me vaya, si tu no estarás aquí —concluyó ronroneando como una gata en celo, mientras daba media vuelta y paseaba las garras por los músculos de su fuerte abdomen y espalda.
Eso nunca fallaba, pero, en esta oportunidad, su amante rechazo sus avances tomándola de la muñeca y la guio a la salida de su oficina
—Holmes, acompaña a la señora Turner a su auto por favor.— Le dice a su asistente, con voz autoritaria que no admitía discusión alguna.
—Como usted ordene jefe.— Dice Holmes con una sonrisa descarada, desde que conoció a esa mujer ambos sufrieron lo que se llama odio a primera vista, para él es un placer sacarla de la empresa y si por el fuese de la vida de su jefe, pero no todo en la vida puede ser perfecto ¿o sí?
—Jimmy, nosotros vamos al aeropuerto de inmediato, Marie ya debe haber llegado y debes estar muy nerviosa.— Le digo a mi chofer, recordando a la pequeña pecosa, voy a ser el mejor tío del mundo para ella.
Ambos hombres partieron rumbo al aeropuerto, a pesar de la diferencia social, Mateo tenia trato preferencial con algunos empleado que siempre ha estado a su lado y al lado de su padre durante muchos años.
Cuando Mateo se sube a su auto, en el puesto de atrás, puede ver a Sofia, manejar de forma temeraria pasando a su lado con mala cara, sin percatarse que el la estaba viendo.
Jimmy y su jefe veinte años menor que el cruzan una mirada burlona por la actitud infantil de la mujer que se cree única en la vida de Mateo, pero obviamente no lo es.
Mateo, no puede enamorarse se lo prometió a si mismo hace ya cinco años desde que está de la empresa familiar de fabrica de vinos, en el momento en que su padre quedo en estado de coma en un accidente, ocasionado por culpa de su madre y el amante de ella.
Desde ese instante su corazón cerró las puertas al amor para siempre, él no piensa enamorarse nunca, más.
Sofia, por su parte, no puede contener la expectación por conocer a la niña inoportuna, razón por la cual, se dirige directo al aeropuerto internacional de Chicago, sin tener idea que Mateo la va siguiendo sorprendido de la clase de mujer obsesiva con la cual se esta enredando
A Sofia la carcomían las ansias y la curiosidad, aunque el comportamiento que tenía era impropio de ella, que se jactaba de ser una mujer segura de sí mismaEl problema es que de un tiempo para acá, Mateo Acosta, su presa se ha comportado algo distante con ella.Apena Mateo llega al aeropuerto, se dirige a la salida de los pasajeros del avión proveniente de Francia, mira en todas direcciones buscando a la pequeña niña, a la que le contaba aventuras fantásticas cada vez que visitaba a su amigo, pero no logra verla por ningún lado.De un momento a otro una mujer de perfecta figura lo abraza con confianza, el intenta quitarse a la joven de encima de inmediato, está asombrado del arrebato de la mujer.Mateo AcostaPara él es normal captar la atención femenina, pero esto es algo exagerado piensa el hasta que escucha— Mathi— Con la voz más seductora y erótica que ha escuchado en su vida.—La aparta sin poder disimular la mirada de sorpresa ante la mujer preciosa frente a él, es la copia
Marie MoreauEstaba muy nerviosa ante la imponente presencia de Mateo— ¿Supongo que es de tu conocimiento el contenido del testamento de tu padre? Cuestiona el sin dejar de verla a los ojos.—Mi padre se esforzó por enseñarme a manejar sus negocios desde que era una pequeña, no tuve una infancia convencional y al final, te dejo como albacea de mis bienes hasta que cumpla veintiún años o hasta que me case. — Suelta frustrada al sentir que su progenitor no terminaba de confiar en ella.Para él era una niña para muchas cosas, sin darse cuenta que ella ya había crecido y podía con cualquiera de las tareas que se le encomendaran a pesar de su juventud y belleza.—Debe aceptar la voluntad de tu padre lo más rápido que puedas — Responde el—.Saber que viviría a tu lado fue lo único que le dio un poco de felicidad y paz en medio de todo este caos—Admito sin vergüenza alguna ante él—Qué bueno que te gusta la idea, daré mi mejor esfuerzo para que vivas feliz todo este tiempo a mi lado. —Prom
Mateo AcostaA la luz de un nuevo día, me desperté pensando en los últimos acontecimientos con cabeza fría. Tenía más que claro que, con la llegada de Marie a la mansión, se había marcado un antes y un después en la vida de ambos.Reconocía que la presencia de la joven en su casa seria un obstáculo con su estilo de vida, siempre he sido un mujeriego y ese no es el ejemplo que debo darle a una señorita, por lo que estaba obligado y dispuesto a hacer cambios radicales en la forma en que vivía, sobre todo en su vida promiscua.Sin embarga a pesar de su estilo de vida, nadie podría decir que eso hubiese interferido alguna vez en sus responsabilidades, su empresa está bien posicionada en el mercado gracias a su esfuerzoEl dolor de cabeza no lo dejaba pensar con claridad, por lo menos el licor logro hacer en el lo que él quería, dejar de pensar en tonterías con su protegida, ¡es una niña!Se masajeó las sienes para disipar los efectos de la resaca, con renovadas energías, Mateo resolvi
Marie Moreau Me indica con un gesto de su mano, donde podía sentarme, estoy muy nerviosa y afectada por su cercanía, el olor de su perfume me pone boba el ocupa el suyo. Parece que este algo nervioso, carraspea aclarándose la garganta y me mira directo a los ojos. —Marie, quiero que observes y entiendas la forma en la que estamos obligados a vivir a partir de hoy en esta casa. — Mateo la taladraba con la mirada gris mientras ella atendía sus palabras, mordiéndose el labio inferior— —Pase de ser un hombre soltero y sin compromisos, a convertirme en el único responsable de tu futuro, aun sin tener lazos de sangre. ¿Estás de acuerdo conmigo? – —Por supuesto, Mateo. — Respondo, preguntándome ¿A dónde quería llegar con tanta palabrería? No le gustaba para nada como había iniciado esta conversación, está muy extraño —Con esto quiero decir que nos debemos comportar con la mayor propiedad dentro y fuera de la mansión para no dejar dudas de cuál es la relación que nos une...— Me dic
Marie MoreauNo sé en qué momento me quede profundamente dormida, solo desperté por el toque constante de la puerta—Adelante —Respondí hecha un ovillo en la cama luego de que los discretos golpes a la puerta no cesaban, sacándola de sus sueños, donde su padre vivía, y era feliz en su casa en Francia.Con esfuerzo me senté en la cama viendo todo a mí alrededor, volviendo a mi triste. —Señorita ya son las dos de la tarde y el señor solicita que baje al comedor para acompañarlo a comer. —Dice una de las servicios de la casa de la cual no recuerda el nombre, son muchas personas trabajando en este lugar.—Por favor, dile al señor Mateo que me disculpe, pero que gustaría comer con mi nana — Hoy no quiero verle la cara de nuevo, no es mi persona favorita.—Como ordene, señorita —Respondió la joven y se marcho por donde vino. —Por favor, puedes llamarme, Marie, por lo menos no cuando estamos solas ¿Cómo te llamas tu? —Cuestiono buscando amigos dentro de su soledad.—Está bien seño…Marie, s
Marie MoreauDespués de veinte minutos, llego a un majestuoso edificio, el chofer se apresura a abrirme las puerta—Muchas gracias señor Holmes. ——A su orden, señorita. — Asiento y avanzo a la entrada sola, entro directo a la recepción un poco perdida, ni siquiera sé qué carrera escogió para mi Mateo.—Buen día ¿puede indicarme donde queda la oficina de control de estudios?— Cuestiono la mujer que me mira de arriba abajo, haciéndome sentir incomoda.— ¿Eres nueva?— Me pregunta, siento un impulso por rodar los ojos, obvio que soy nueva si no, no estaría preguntado nada.—Sí. — Respondo simplemente—El pasillo al final, doblas a mano izquierda la segunda puerta. — Me responde la mujer con expresión de aburrimiento.Camino hacia la dirección indicada, mientras miro a todos lados con curiosidad, llevo una libreta en mi mano, y como estoy distraída, me tropiezo con alguien.—Disculpa. — Me dice el joven frente a mí cuando sé que la culpable fui yo——No te preocupes digo agachándome rápido
Marie Moreau— ¡Gracias! ¡Gracias!, no sabe lo importante que es esto para mi, fue un placer conocerte. — Le admito contenta, con una sonrisa en mis labios que nada ni nadie podrá borrar con facilidad—El placer es todo mío. — Me responde viéndome como si quisiera comerme, y aunque me pareció lindo Michael, me incomoda y me apresuro a salir.Con los horarios en las manos comienzo a entrar a mis clases y a conocer mucha gente, trato de memorizar los nombres de todos, pero parece misión imposible.Salgo de la universidad al lado me mi nueva amiga Madeleine, estoy emocionada y satisfecha con una sonrisa inmensa en el rostro, mientras hablamos cosas triviales y sin nada de importancia.—Hola. — Me dice Michael, haciéndome pegar un salto del susto, ellos ríen por mi acción— ¿Mañana iras a pasear conmigo verdad?— Me pregunta—Claro, mañana cuando salgamos de la universidad podemos ir a pasear por allí. — Respondo relajada, puedo incluso llegar tarde, Mateo no tiene una hora de llegada, pos
Marie Moreau Volvería a ser ella misma, cayera quien cayera, un escalofrió de anticipación recorrió su columna vertebral; sentía que revivía, que resurgía como un ave fénix, dispuesta a comerse el mundo a mordiscos. Sin embargo un día Marie vio a Cristal entrar con una bandeja de medicinas a una habitación, estaba intrigada, porque este no era el área del personal de servicio, se escondió y cuando la mujer salió unos veinte minutos después ella se atrevió a entrar de puntillas en la habitación, para encontrarse con un hombre conectado a una maquina, eso la sorprendió, no sabía que había otra persona aparte de Mateo y ella aquí. Al mirarlo con atención, se pudo dar cuenta que el hombre en la cama se aprecia mucho a Mateo y por lo tanto era familiar de él, no sabe porque nadie habla de él si esta aquí. —Me acerco lentamente hasta la cama unas voces en el pasillo me hacen poner nerviosa, por lo decido esconderme, si no me dijeron nada de él es porque no querían que lo viera, me tropie