Continué, eligiendo mis palabras con cuidado. "Recibí una oreja en una caja roja. La tarjeta dentro de la caja tenía la letra de Dante, pero la oreja era de Adam. Solo quiero entender quién hizo esto, si fuiste tú o alguien más de la familia."
Sentada al lado de Dante, quien conducía a alta velocidad por la carretera hacia Roma, observaba cómo el paisaje pasaba rápidamente. Dante llevaba gafas de sol y, de vez en cuando, soltaba risas que resonaban en el interior del coche. Lo miré con seriedad, intrigada por lo que podría estar causando tanta diversión.
Tu observación directa hizo que levantara una ceja. "¿Cómo es eso? No estoy buscando trabajo, Dante. Tengo uno, o tenía uno en Nueva York.""Matteo sugirió a Isabella y a todos los hospita
La Suite Imperiale estaba inmersa en un incómodo silencio, interrumpido solo por el leve tintineo de la lluvia afuera."¿Estás bromeando, Dante?" Mi voz delataba la incredulidad que sentía, mient
Crucé la sala llena de estanterías de libros y me acerqué al ordenador. Aun sonriendo, empecé a pensar en cómo podría hacerlo sin levantar sospechas.Mientras la máquina se iniciab
Balanceé la cabeza, tratando de desviar mi atención de la tensión que aún vibraba entre nosotros. Ajusté el vestido que de repente parecía más apretado que nunca y seguí a Dante hacia el balcón. El entorno exterior era una extensión de la opulencia de la suite, con vistas a los monumentos iluminados de Roma.
El cuarto estaba impregnado con la suavidad del crepúsculo, las cortinas de seda dejando filtrar una luz tenue que teñía las paredes de tonos amarillos. Estaba ocupada arreglando las sábanas de la enorme cama en la habitación del hotel en Roma cuando la puerta se abrió silenciosamente. Mis movimientos se congelaron al encontrarme con Dante, entrando en la habitación.