En el café de la Oliva se dispuso cierta noche una cena para docepersonas, en el comedor de arriba; un cuarto oscuro que a los calaverasdel pueblo y al amo del establecimiento les parecía muy reservado, y muymisterioso, y muy a propósito para orgías, como decían ellos.El camarero de la guitarra y otros dos colegas se esmeraban en elservicio de la mesa, porque eran los de la ópera los que venían a cenar;y... ¡colmo de la expectación!, se aguardaba también a las cómicas;vendrían la tiple, la contralto, una hermana de esta y la doncella deSerafina, que en los carteles figuraba con la categoría dudosa de otratiple.El único profano a quien se invitó fue Bonifacio; él, lleno de orgulloartístico, pero recordando que la hora señalada para la tal cena era delas que su esposa le tenía embargadas para las últimas friegas, ofrecióir a los postres y al café, reservándose el cuidado de echar a correr asu tiempo debido. No sabía que a lo que él iba era a pagar. Esto lo supodespués, cu
Pienso en cada noche que me vio nacer.Tocando cada cuerda una y otra vez.Fue imposible olvidar lo que sentí.Cuando alguien por primera vez se fijó en mí.Soñé despierta tantas veces, y me rendí.Luche contra tantas personas, y contra mi.Y al fin, logre sentir un mar abiertoUn sinfín de olasElevándome al cieloSoy yo, esa chica que se quedaba dormida cantando su canción.Esa canción favorita que hablaba de amor.Esa chica que se enamoró, mientras soñóY cantaba a escondidas su canciónSoy yo, la misma que ayer se dijo, soy un error.Pienso en cada sonrisa que me vio crecerY en esos momentos de placerDonde familia y amigosAplaudían unidosEn un solo corazónPues esa niñaLo logro.Pienso en cada noche que me vio nacer.Tocando cada cuerda una y otra vez.Una y otra vez...
Dichosa la persona, merecedora de sus abrazos,puesto que irradian energía y contagian corrientazosde alegría y emoción, de locuras y pedazosde un chico que solo quiere, vivir, disfrutar y conseguir momentazos donde la vida le demuestre que su esfuerzo no será el fracaso de un futuro brillante que día a día está creando.9Cabello oscuro, ojos negros,Labios gruesos, facciones duras.Cara de niño, apariencia de ángel,personalidad traviesa y un poco chocante.Así es el, una muy peligrosa creación andante,que, aunque no es la mejor, sigue siendo muy inquietante,pues en su alma reposa un demonio delirantedispuesto a todo, sin importar lo que deba destruir ante su camino
Ni siquiera sé cómo iniciar esta canción.Solo soltare los versos que nacen de mi corazón.15 de mayo, una fecha tan normal que ni siquiera imagine, se volviera tan especial.Un cuento idóneo Una historia sin contar. Un chico cuya luz, aumenta la de los demás.Erase una vez, suena a fantasía, pero es la única forma de dar inicio a esta travesía.Y es que es demente, la forma en cómo te veo, sin defectos ni pretextos, joder eres perfecto.De no ser por esas veces en que cometo la gran barbaridad de ponerme a pensarO por esas otras veces en que cometo la gran estupidez de no olvidarY es que como dice Canserbero, en las líneas anterioresmi estupidez más grande es intentar olvidar todos tus coloresPorqué a veces es bueno olvidar y volver a comenzarConocerte, descubrirte, volver a experimentarAquellos momentos, aquellos instantes de alegríaDonde mi corazón y el tuyo estaban en la misma sintonía.Quisiera tanto tener la voz de un cantantePara no sólo recitar, sino cantartePues mi ú
—Espejito, espejito no te partas, por favor te lo pido.Abrí mis ojos con cuidado y solté un pequeño gritito. ¡Es horrible!Vuelvo a cerrar los ojos y suelto otro gritó de frustración. Por una vez en mi vida, quiero ser una adolescente normal.Y con normal me refiero a esas que parecen modelos de revistas.Toco el enorme grano de la frente.Debo parecer un unicornio.Vuelvo a abrir los ojos y me doy por vencida. Ya tengo diecisiete, se supone que ahora todo tiene que ser diferente. Ese año, mis pechos deben crecer, mi cuerpo estirarse y mi cara ¡ni hablar de mi cara! Ahora que recuerdo, solo faltan seis meses para liberarme de estos aparatos horrorosos.—¡Samantha! —Odio la voz aguda de madrastra.—Ahora no, Valeria.Cepillo mis dientes con prisa, y luego lavo mi cara. Posteriormente busco la base e intento tapar ese traidor grano. Es imposible, el muy invasor es enorme. Me doy por vencida por segunda vez en la mañana. Da igual lo que haga para mejorar mi aspecto, nunca logro verme pr
Después de la primera clase salgo al pasillo y tomo mi desayuno. Pienso y pienso en lo que quería decir aquel guapo chico, con lo de nos vemos en casa. Quizás, mi vida se ha convertido en una de las historias de Wattpad y Valeria se ha traído a vivir con nosotros a su hijo, lo que sería mi hermanastro.Me pongo el sándwich en la cara.No Samantha, eso no pasara.—Hablando sola, microbio.Alce la vista para ver a Marcie Millar.Jaja, perdón. Me pase. A Sindy Montecarlo, la mejor estudiante de este lugar.Me puse de pie para largarme de allí.—No, no. Te quedas aquí —Dijo tomándome de la tira de la mochila.Fruncí el ceño. ¿Ahora que quiere? Se supone que tiene que dejarme en paz por una semana. Me eche la culpa de su travesura en clases, ese era el trato.—Sindy, debe ser rápido —dijo Dalila, una de sus mejores amigas.—Ok, ya escuchaste. Ahora. ¿Quién era ese chico con el que llegaste al instituto?Oh, vaya. Así que es eso.—¿Te tengo que obligar a hablar otra vez?—No —dije.La otra
Me quede dormida. Cuando me senté en la cama sentí el celular vibrar en el bolsillo de mi falda. Entrecerré los ojos hasta que me acostumbré a la luz de la pantalla. Todo está oscuro así que me supongo que es de noche.10 llamadas perdidas de Valeria.¿Que?Apagué el teléfono y fui directamente al baño, tengo que vaciar mi vejiga, quitarme el uniforme y darme una buena ducha con agua caliente. Sólo eso me librará del estrés.Mire mi cuerpo desnudo en el espejo. Siempre lo hago. No me avergüenzo de ser rellenita, mis curvas me gustan y las estrías son parte de mi, aunque eso evite que me ponga un traje de baño el resto de mi vida.Da igual, total no nací para ser modelo.Cuando termino de bañarme, me visto colocándome mi short rosa y mi suéter de Inuyasha. Luego, apago todas las luces y atando mi cabello húmedo en un moño improvisado bajo para ver que consigo para cenar.—Hasta que, al fin, niña.Valeria camina hacia mí y se cruza de brazos.—Fue muy maleducado de tu parte dejar a tus
Maldito bus. Es que me odia o a que. Aún es temprano, él no debía pasar cinco minutos antes. Enojada zapateo contra el suelo y lo hago con tan poca delicadeza que me lo descompongo.¡Por Snow!Me siento en la acera y me bajo la media. Si mi tobillo va a pagar las consecuencias. Decidida a llegar temprano a clases, me pongo en marcha. Duele, pero tengo que llegar. Hoy es el remedial de matemáticas y tengo que pasarla a como dé lugar. No quiero avergonzar a mi padre en la entrega de notas.Limpio mis lentes empañados y sigo caminando.Todos mis días son como esa caricatura de Disney Channel, donde todo su día es un desafío, solo que a mí no me divierte. Respirando para aguantar el dolor, sigo hasta que escuchó una corneta que me hace saltar.—Ey, muñeca ¿Te llevo?Seguí caminando. No tengo que ponerle atención o estoy segura que por mi mala suerte, me orinará un perro o algo por el estilo.—Samantha.Hago como que no lo escucho.—Samantha, estás chueca. He visto lo que te ha pasado deja