Las personas pasaban y se quedaban mirando cómo nos balanceábamos en los columpios del parque mientras que en mi cabeza en modo automático elaboró la siguiente pregunta ¿en qué punto de la vida se nos exige dejar de disfrutar de ciertos momentos divertidos?.–– A menudo me sucede que cuando me encuentro mirándome al espejo mis ojos dan le sanción de perderse en algún lugar.–– ¿En qué lugar? –– Me interrogó Gabriel al tiempo que le daba un mordisco a su paleta de helado ––.–– Es difícil describir, imagínate tener la certeza que todo esto es una ilusión, que tú no seas real y que todas las personas a tu alrededor sean simples proyecciones.–– ¿Leah estás segura que te encuentras bien? –– Estás comenzando asustarme con tus cuestionamientos.–– Gabriel que pasaría si te pidiera pasar esta noche contigo. ––Sus ojos se abrieron como platos ante mi juego de palabras.–– ¿Qué acabas de decir?–– ¿Qué pasaría si te pidiera pasar esta noche contigo? –– Dije mientras me acariciaba el cabello
–– ¡Leah, te extrañe muchísimo! –– Emma corrió hacia mí para recibirme con un abrazo –– ¿Y Gabriel? Prometió traerme una barra de chocolate.–– Gabriel estaba cansado y se fue a su casa, pero como te prometió el chocolate, mira.Abrí mi cartera y extraje muy despacio lo que tanto ansiaba Emma.Emma comenzó a saltar de alegría, y Madison no paraba de reír al verla tan contenta por una simple barra de chocolate.–– Me alegra que hayas regresado –– Madison se levantó del sofá y tomo las llaves para cerrar la puerta ––.–– Y a mí me pone muy contento saber que están muy bien.Mire el reloj en la pared y marcaba las 9:22 de la noche, el olor pizza en la sala era inevitable lo que alboroto mucho más mi hambre.No dejaba de repetir el día increíble que viví junto a Gabriel, hacía mucho tiempo que no sentía que me divertía en tan altas dosis.–– Leah hoy podrás contarme una nueva historia, Madison y yo te guardamos una pizza.Un ruido extraño se escuchó en mi habitación y todas quedamos sin
El otro día alguien me comentó que no necesita ser querido. Que tiene cariño y compañía pero que no es una necesidad, sino una suerte. Cómo le envidio. Creo que los seres humanos nos dividimos entre quienes tienen esa seguridad, ese sentirse a salvo desde siempre, y quienes, por las circunstancias que sean -infancias tormentosas o decepciones varias- nos pasamos la existencia mendigando el amor. O el sustituto del amor que canta Madonna (The substitute for love).Cuánta gente busca la gloria, la aceptación para evitar ese vacío espantoso en sus vidas. Salimos al mundo después de la nutricia gestación; una madre nos amamantará, nos cuidará pero no eternamente. Desconozco el motivo, pero hay humanos incapaces de salvar la desconexión que pierden con aquellos a quienes amaron o que les protegieron. Padres, familiares, amigos de la infancia o personajes posteriores que se incorporan a nuestra biografía.El otro día preguntaba por el sustituto del amor en las redes sociales. Y el amor tien
— No pudiste haberme hecho esto, realmente estaba asustada.— Todo fue acordado, así que no puedes enojarte conmigo. Emma fue cómplice también.— Eres mi amiga, nunca te haría una broma pesada.— De dónde sacas que esto ha sido una broma. Date cuenta que fue una sorpresa, a poco no te alegra que este aquí.— Por supuesto que sí.Las bromas pesadas siempre las he detestado, realmente me asusté cuando escuché los ruidos en la habitación, pero al final todo estaba en orden.— Tanya y por qué no me avisaste que estabas aquí — Pregunté abriendo una bolsa de doritos —.— Llame a Thomas para que me trajera. Quería proponerte que saliéramos a la disco y llegue temprano para arreglarnos, por eso traje mis cosas. Imaginó que estás cansada y no tienes ánimos de salir. — Tal vez si me hubieras avisado antes ya estuviéramos lista para salir, pero mira mi cara... Estoy... Ago-ta-da.— Tanya alguien te busca — Dijo Madison —.— Amiga ve y disfruta tú, te lo mereces, para una próxima oportunidad ir
Sentí un escalofrío muy extraño, revise las notificaciones de mi celular para corroborar su Tanya me había llamado o escrito y no había rastros de nada.Mire a Emma y se encontraba profundamente dormida y a su lado abrazando un oso de peluche que le obsequio Gabriel.Estaba preocupada por Tanya ya eran las 3:41 de la mañana y no se pudo en contacto conmigo como prometió. Le dejé varios mensajes y no reviso ninguno, le llamaba y me enviaba al contestador. Era evidente que Thomas había tenido un cambio, sin embargo tenía mis dudas de que no fuese solo un cambio superficial y pudiese hacerle algo a Tanya.En ese momento me entró una llamada de un número desconocido y por algún raro motivo me sentí agitada.— Hola, ¿quién habla?— Leah, soy yo, Tanya, amiga tengo un gran problema.— ¿Qué sucede, Tanya? te escucho asustada y con voz nerviosa.— Thomas se pasó de copas y se entro a Golpes con Gabriel.— ¿Qué Gabriel? Pero si me dijo que iría a su casa a descansar.— Amiga, te mintió.— ¿No
Nunca me imaginé que las cosas terminarán así, después de haber depositado la confianza en él.Sentirme traicionada cuando abrí las puertas de mi corazón a quien creía la persona más sincera y humana que había conocido fue un duro golpe para mi vida.Me siento utilizada. Merezco una explicación de ser que sus palabras en la tarde fueran falsas y solo quisiera usarme para sus intereses.Las mujeres cuando sentimos sentimientos verdaderos hacia una persona entregamos lo mejor de lo mejor ilusionadas no medios nuestra entrega y quizá por eso sufrimos tanto.Esperaba una explicación que alivie el amargo y doloroso sentimiento que me esta consumiendo.
— Leah, todo tiene una explicación — Dijo Gabriel desesperado —.— No tengo ánimos de escucharte, por favor, vete. — Escúchame.— ¡Vete, no insistas! — Grite —, confíe en ti, eres un inútil.— Dame unos minutos que yo puedo explicarte, todo fue un mal entendido.En ese momento Madison se acerco.— Que está sucediendo Leah, por qué gritas.— Madison, no quiero ver a Gabriel, échalo de la casa. Quiero que se vaya.Realmente estaba atravesando por una montaña rusa de sentimientos desagradables y no quería verlo, no quería hablar con él.— ¿Pero que te ha hecho? — Pregunto Madison —.— Solo quiero que se vaya.En mi insistencia, Gabriel tomo sus cosas y se fue triste y con la cabeza agachada.Cuando salió por la puerta fue difícil no dar paso a las lágrimas contenidas, Madison se sentó a mi lado.
Allí estaba Tanya intentando subirme los ánimos después de una noche sin poder dormir y sintiéndome mal.— Amiga, tu eres un gran partido, a poco te vas dejar abatir. No, no usted se va poner guapísima tu hoy y saldrá conmigo a distraerse.— No tengo ánimos de salir, quiero quedarme encerrada por unos años.— Escucha — Encendió el reproductor y colocó una canción de esas que te estremecen los ánimos —, salta conmigo, salta, baila.— Tanya no quiero hacer nada, es difícil funcionar sintiéndome así.— Thomas tiene un amigo, muy guapo y si salimos los cuatro.Tanya seguia dando saltos y bailando como loca al ritmo de la música, entendía que quería verme bien, subirme la energía.