— No pudiste haberme hecho esto, realmente estaba asustada.— Todo fue acordado, así que no puedes enojarte conmigo. Emma fue cómplice también.— Eres mi amiga, nunca te haría una broma pesada.— De dónde sacas que esto ha sido una broma. Date cuenta que fue una sorpresa, a poco no te alegra que este aquí.— Por supuesto que sí.Las bromas pesadas siempre las he detestado, realmente me asusté cuando escuché los ruidos en la habitación, pero al final todo estaba en orden.— Tanya y por qué no me avisaste que estabas aquí — Pregunté abriendo una bolsa de doritos —.— Llame a Thomas para que me trajera. Quería proponerte que saliéramos a la disco y llegue temprano para arreglarnos, por eso traje mis cosas. Imaginó que estás cansada y no tienes ánimos de salir. — Tal vez si me hubieras avisado antes ya estuviéramos lista para salir, pero mira mi cara... Estoy... Ago-ta-da.— Tanya alguien te busca — Dijo Madison —.— Amiga ve y disfruta tú, te lo mereces, para una próxima oportunidad ir
Sentí un escalofrío muy extraño, revise las notificaciones de mi celular para corroborar su Tanya me había llamado o escrito y no había rastros de nada.Mire a Emma y se encontraba profundamente dormida y a su lado abrazando un oso de peluche que le obsequio Gabriel.Estaba preocupada por Tanya ya eran las 3:41 de la mañana y no se pudo en contacto conmigo como prometió. Le dejé varios mensajes y no reviso ninguno, le llamaba y me enviaba al contestador. Era evidente que Thomas había tenido un cambio, sin embargo tenía mis dudas de que no fuese solo un cambio superficial y pudiese hacerle algo a Tanya.En ese momento me entró una llamada de un número desconocido y por algún raro motivo me sentí agitada.— Hola, ¿quién habla?— Leah, soy yo, Tanya, amiga tengo un gran problema.— ¿Qué sucede, Tanya? te escucho asustada y con voz nerviosa.— Thomas se pasó de copas y se entro a Golpes con Gabriel.— ¿Qué Gabriel? Pero si me dijo que iría a su casa a descansar.— Amiga, te mintió.— ¿No
Nunca me imaginé que las cosas terminarán así, después de haber depositado la confianza en él.Sentirme traicionada cuando abrí las puertas de mi corazón a quien creía la persona más sincera y humana que había conocido fue un duro golpe para mi vida.Me siento utilizada. Merezco una explicación de ser que sus palabras en la tarde fueran falsas y solo quisiera usarme para sus intereses.Las mujeres cuando sentimos sentimientos verdaderos hacia una persona entregamos lo mejor de lo mejor ilusionadas no medios nuestra entrega y quizá por eso sufrimos tanto.Esperaba una explicación que alivie el amargo y doloroso sentimiento que me esta consumiendo.
— Leah, todo tiene una explicación — Dijo Gabriel desesperado —.— No tengo ánimos de escucharte, por favor, vete. — Escúchame.— ¡Vete, no insistas! — Grite —, confíe en ti, eres un inútil.— Dame unos minutos que yo puedo explicarte, todo fue un mal entendido.En ese momento Madison se acerco.— Que está sucediendo Leah, por qué gritas.— Madison, no quiero ver a Gabriel, échalo de la casa. Quiero que se vaya.Realmente estaba atravesando por una montaña rusa de sentimientos desagradables y no quería verlo, no quería hablar con él.— ¿Pero que te ha hecho? — Pregunto Madison —.— Solo quiero que se vaya.En mi insistencia, Gabriel tomo sus cosas y se fue triste y con la cabeza agachada.Cuando salió por la puerta fue difícil no dar paso a las lágrimas contenidas, Madison se sentó a mi lado.
Allí estaba Tanya intentando subirme los ánimos después de una noche sin poder dormir y sintiéndome mal.— Amiga, tu eres un gran partido, a poco te vas dejar abatir. No, no usted se va poner guapísima tu hoy y saldrá conmigo a distraerse.— No tengo ánimos de salir, quiero quedarme encerrada por unos años.— Escucha — Encendió el reproductor y colocó una canción de esas que te estremecen los ánimos —, salta conmigo, salta, baila.— Tanya no quiero hacer nada, es difícil funcionar sintiéndome así.— Thomas tiene un amigo, muy guapo y si salimos los cuatro.Tanya seguia dando saltos y bailando como loca al ritmo de la música, entendía que quería verme bien, subirme la energía.
— ¿Que van a tomar señoritas? — Pregunto amablemente el hombre de la barra —.No sé me apetecía ningún tipo de licor así que pedí un refreso de cola para mí. — ¿Hemos venido a olvidar o tomar refresco de cola?—Tanya sabes que no quería venir hice el intento, pero mis ánimos no ayudan.— Ya verás como un buen trago te cambia el ánimo y comienzas a sentirte mejor. Aquel chico de camisa negra, no te ha quitado el ojo de encima. — Si lo se pero no quiero estar aquí, estoy aburrida desanimada puedes entenderlo.—
Es difícil ser feliz o hacemos todo lo contrario para poder serlo.Me pregunto que se sentirá saborear la vida con sus sabores más agradables, porque es tan complicado volar cerca de los picos de la alegría que arde y la felicidad que supera el cielo.Sigo sin comprender porque esta sensación que me invade al pensar que entregué lo mejor de mí para recibir un golpe directo a la fuente donde emerge el más bello de los sentimientos. Amamos incorrectamente o amamos a las personas incorrectas ¿Será cierto que estamos aquí para experimentar las más agrias y experiencia y aún sin embargo poder sentir lo dulce?
Sentimientos que se disipan a lo largo del vivir, una sensación que invade mis mañanas, tarde, noche y no he podido quitarme de encima.Prontamente espero conseguir la liberación de esta sensación que me perturba y no me deja ser libre, libre en su maxima expresión, porque nos volvemos esclavos de lo que sentimos y nos fallamos a nosotros mismos en el intento de dar lo que no tenemos por ver al mundo sonreir, nos fallamos porque mientras no riamos por dentro, no podemos hacer mucho por fuera. Si somos un reflejo de nuestro mundo interno y vivimos en caos, no conseguiremos estar en paz con el exterior.