La matrona Aldar los teletransporta frente a la academia y se apresura a reunirse con la directora antes de que empiece la ceremonia. Ofelia y Soraya la observan mientras se aleja por un rato y después giran hacia el edificio de la Academia.Esa es la primera vez que lo ve, y vaya si es un espectáculo.Debe decir que cuando alguien menciona una «academia de brujas» le viene a la mente la imagen de un castillo gótico con niños emo vestidos de negro. Como todos los demás niños de su generación, creció con las ideas divertidas que los humanos tienen sobre ellos plasmadas en películas y libros, así que a veces espera primero el estereotipo y después la realidad.Muchas veces la realidad es muy muy diferente a la ficción, pero ese no es un momento así.El edificio de la academia de las brujas está situado cerca del pie de la montaña. Al igual que la torre, está decorado con enredaderas y plantas trepadoras, pero la antigua mansión gótica que se encuentra debajo es visible desde las altas p
—Mi nombre es Meraldrar y, en nombre de todo el gremio de brujas, te doy la bienvenida a la academia de brujas. Estamos encantados de tenerte aquí y esperamos enseñarte el camino de la magia.La multitud reunida aplaude educadamente.Soraya puede ver a Jenny pronunciando el nombre de la patriarca con los ojos muy abiertos.—Casi todos los que ves ahí arriba —la patriarca señala con la mano los balcones— eran como tú, entrando por estas puertas con asombro en sus ojos. Pasaron por la misma ceremonia que estás a punto de presenciar y soportaron varias pruebas y tribulaciones en sus años de enseñanza. Hoy son miembros estimados del gremio. Después de cuatro años, tú serás igual que ellos.»Te enseñaremos a reconocer y afinar tu magia innata, y te impartiremos las leyes que gobiernan nuestro mundo, pero primero debemos descubrir cuál es tu aspecto.—¿Aspecto? —le pregunta Jenny con la boca abierta. Luce como un pez fuera del agua.Todo eso le resulta extraño.Se inquiere por qué sus padre
—¿De verdad tienes tu loba? —pregunta ella con reverencia—. ¿Y qué pasó? ¿Aún estás en esa manada en la que te mandaron?Soraya asiente.—Sí.—Vaya —murmura—. Espera, todavía no puedo creer que estes aquí.Suspira.—Es más complicado que eso. —No quiere contarle todo el drama con el alfa Ace, así que cambia de tema—. Pero la verdadera sorpresa aquí eres tú. ¿En serio no sabías que eres una bruja?—No, en realidad no. Quiero decir, a veces sucedían cosas extrañas a mi alrededor, pero siempre las atribuía a fenómenos naturales. —Se retuerce los dedos y se encoge de hombros—. Son solo coincidencias. Y en realidad tenía más cosas de las que preocuparme que de ellas. Pero apenas sucedió la ceremonia de mayoría de edad y se dieron cuenta de que no tenía loba me expulsaron, diciendo que soy una aberración.—Tus padres —concluye Soraya.Ella suspira.—Ellos no son mis verdaderos padres. Ese día me confesaron que me encontraron en el bosque y decidieron quedarse conmigo, porque descubrieron qu
Al día siguiente, la patriarca mira a Soraya y tararea contemplativamente.—Quizá deberías tomarte un descanso hoy.Eso fue después de que no logró romper un fragmento por tercera vez ese día. No sabe qué le pasa, pero cada vez que intenta entrar en su mente se pierde y los fantasmas le hacen perder el hilo del canto. Además, no termina en el huerto, sino en varios lugares de su pasado.Fue molesto las primeras veces, pero se sintió particularmente agotada y exhausta después del último intento.—Sí —suspira—, creo que es una buena idea.—Ven a caminar conmigo —la invita la patriarca mientras se levanta del suelo—. A veces el aire fresco es la mejor cura para una mente perturbada.Caminan desde la sala de meditación hasta el recinto de medicina. Es casi mediodía y el sol brilla con fuerza sobre las nubes, que se mueven como hisopos de algodón en el cielo azul claro. El aire de la montaña es fresco y seco, y la niebla se ha reducido un poco ese día. Las brujas deambulan por allí, guian
—¡¿Qué es eso?! —grita, y Soraya se tensa mientras otro rugido sigue al primero.Suena como el rugido de un animal herido, una extraña calidad de trompeta mezclada con el gruñido de un depredador, que resuena en su interior. Es como si un elefante y un león sonaran a la vez.Desde arriba, logran escuchar a las brujas gritando.Soraya puede reducir que eso no puede ser algo bueno. Durante el tiempo que lleva allí nunca ha visto a las brujas entrar en pánico de esa manera.—¡Oh, no! —exclama la patriarca, y lo siguiente que sabe es que corre hacia el recinto de medicina.Soraya sabe que en ese instante lo que debe hacer es huir de ese recinto y dejar que los expertos se encarguen de ello. Después de todo, solo es una paciente, una mujer lobo que ni siquiera podía transformarse. No hay nada que pueda hacer para ayudar. Sin embargo, la lógica nunca ha sido su punto más fuerte.Entonces, corre tras la patriarca y entra al recinto de medicina. Toda la gente corre en dirección contraria, ha
El grifo se detiene de inmediato y aterriza en el suelo junto a ella, chillando como un pájaro. Leita rodea con sus brazos la gran cabeza de águila de la criatura y la acaricia, canturreándole palabras dulces al oído mientras la calma.El grifo chilla como un gatito, como si no acabara de atacarlos a todos.El escudo que aparece de su anillo se desvanece junto con el zumbido que siente. Se levanta de su posición agachada, cansada.—¿Están bien, chicos? —les pregunta Leita sin dejar de acariciar al grifo, que ronronea, con el rostro desfigurado por la preocupación, y mira a los niños con preocupación—. ¿Y tú? —les cuestiona porque no tiene idea si les habían hecho daño antes de llegar allí.—Estamos bien —asegura una niña que parece tener la edad de Jenny—. Intentamos salir con los demás, pero la mantícora partió la escalera en dos, así que nos quedamos aquí.—Pensábamos que era seguro porque estaba escondida de la mantícora —añade Jenny con pesar—. No pensábamos que apareciera un grif
La herrería es una cueva que se encuentra en lo profundo de la montaña. Está oculta desde el exterior por las mismas enredaderas que decoran la mayoría de los edificios antiguos del gremio. Dos grandes puertas que se abren al tacto de una bruja guardan la entrada a la herrería.Se abren con un profundo gemido cuando la patriarca las toca.—La herrería está a cargo del maestro Tsertinand —dice cuando las puertas aún están abiertas—. Es un experto en dispositivos mágicos, especialmente amuletos. Fue él quien hizo el bastón de la matrona Aldar. Los amuletos y los sigilos nos ayudan a concentrar mejor nuestros poderes y a menudo los usamos para realizar tareas más pesadas. Pero ten cuidado, no es el tipo más sociable. Reside dentro de esta cueva y nunca sale, a menos que sea absolutamente necesario. De hecho, no lo he visto en dos años.Parece un personaje muy particular. Soraya se cuestiona por qué le desagrada tanto la libertad.—Entonces, ¿estás segura de que no lo molestaremos? —le pr
El maestro Tsertinand toma el anillo de Soraya y comienza a realizar varios experimentos con él. Primero, comienza a sumergirlo en varias mezclas y el anillo comienza a emitir burbujas de aire. La superficie exterior ennegrecida del anillo desaparece y el anillo brilla como si fuera nuevo. Luego, comienza a lanzar varios hechizos.Tanto Soraya cómo la patriarca orseban cómo salta de un hechizo a otro, maldiciendo profusamente cuando no obtiene la reacción que desea, lo cual ocurre todo el tiempo. El anillo no reacciona a ningún hechizo.—¡Necesito concentrarme! —grita finalmente—. ¡Espérame afuera! ¡No voy a permitir que un anillo me gane!—Cuidado con el tono, Tsertinand —espeta la patriarca, con los ojos brillando de forma inquietante.El maestro Tsertinand rueda los ojos.—Por favor —dice con una voz más baja que suena a sarcasmo—, ¿puedo disculparme para realizar el resto del procedimiento por mi cuenta?La patriarca pone los ojos en blanco y dice: —Está bien. Como quieras.Le h