Se me comprime el corazón con sus palabras. Creo que me ha dejado sin ganas de nada que me tiro de nuevo al pobre intento de cama con ojos llorosos.
—Lo siento mucho y come por favor.
Se marcha, pero no quiero comer, yo quiero salir de aquí. El sueño me toma cuando me abrigo con la sabana gruesa que en verdad me ayuda con el frío, pero no es suficiente, tengo los labios moradas y mi aliento sale en vapor por la baja temperatura.
Tengo frío, pero más tengo miedo ya que no se cuál será o destino. no se cuánto tiempo he dormido pero cuando me giro tengo una rara encima mío y me renuevo asustada gritando como loca.
Se ha devorado la comida que me habían traído y me voy contra los barrotes donde se encuentra un prisionero.
—Niña.
—Ahhh
Me alejo asustada, harta y desesperada de esta situación.
—Por favor saquen me de aquí, por favor.
Grito, grito y grito pegada a los barrotes pidiendo un poco de misericordia.
—Auxilio.
Intentó abrirlos, pero ya sabrán que mis esfuerzos son en vano porque no logro nada.
—No te desgaste, si nosotros con fuerza sobrehumana no hemos podido doblarlos, menos tu que eres una simple humana.
No entiendo nada, el sujeto está sin camisa mientras yo estoy congelándome. Sus palabras me desconciertan, pero continuó gritando hasta que mis cuerdas vocales me duelen y dicho dolor hinca mis rodillas frente a los barrotes con lágrimas en los ojos.
—Dios ayúdame por favor
Temblando de frío vuelvo a donde estaba. La rata ha salido espantada y por largo rato observó las migajas que ha dejado. Me debato en comerme lo que yace en el plato e intento resistir, pero tengo tanta hambre que tomo el pan mordido solo quitando algunas de las partes para meterme el resto que no ha sido tocado.
Como con lagrimas en los ojos, no se porque me sucede esto a mi, quien me tiene aquí y por qué. Que hice de malo, que fue eso tan espantoso e imperdonable que hice para que me tengan aquí, presa, cautiva, aislada. «Tengo ganas de orinar, muchas ganas pero aquí tengo muchos ojos sobre mi y no hay privacidad de nada»
Nunca había pasado por una humillación como esta y he perdido todo, mis padres, mi hogar y ahora esto. Desde que llegué aquí he tenido que luchar muy fuertemente queriendo ganarme un lugar en la academia, pero la competencia ha sido dura, sin embargo, no me he quejado, he trabajado, esforzado sin quejarme porque se que las cosas no siempre son fáciles, pero esto, esto ya me parece algo extremo. Me muerdo los labios, si no pienso en que tengo ganas de orinar no lo sentiré, pero siento mi vejiga a punto de explotar.
Trabajo y estudio, además de eso con las clases no me queda tiempo para nada y sin embargo lo estaba disfrutando, sentía que mi vida iba por buen camino, pero ahora me sucede esto.
Llevo dos meses en la ciudad y... Las lágrimas se me derraman porque pienso que voy a morir aquí. No hay mucho que comer, así que me acuesto abrigándome de nuevo y el frío, como las lágrimas hacen lo suyo consiguiendo que vuelva a dormirme.
—Danesa despierta.
El mismo hombre de ayer, hoy o pasado mañana, no se, realmente aquí no se si es de día o noche. Las luces se mantienen encendidas y al parecer estamos en algunas celdas subterráneas.
—Come.
Dice y está vez obedezco comiendo todo a los trancazos. Pan, huevo, y avena es lo que me han traído y trago, no mastico matando el hambre.
—Tranquila—lo miro, pero me da vergüenza decirle que tengo que ir al baño.
—Sácame de aquí por favor.
Niega volviendo a salir y dando la orden que nadie puede hablarme. no entiendo quién me quiere tener aquí. Después de un tiempo decido hacer ejercicios, siento que mis músculos se han atrofiado y hago estiramientos porque son muy importante para cumplir mis sueños de ser la mejor bailarina de ballet.
Miro al sujeto que está en la celda aledaña que me mira sentado en el otro extremo. Me pone nerviosa, me da miedo, sin embargo, continuó hasta que me canso y vuelvo al mismo lugar sin saber qué hacer con mis ganas de orinar. No tengo ganas, no tengo ganas. Me repito una y otra vez.
Me miento pero a decir verdad tengo muchas ganas, me he estado aguantando y no puedo hacer nada porque tengo ojos a todos lados. el hombre se marcha, las próximas horas se me hacen insoportable y ya no aguanto mas dejando salir la orina con lagrimas en mis ojos. Acostada, el liquido caliente moja mis partes y vuelvo a dormir sintiéndome desolada.
Veo borroso, pero una sombra se cierne sobre mi y alzo mi vista sin poder verlo bien del todo. Su corpulencia me pone a pasar grueso, y su estatura me hace sentir como una pobre hormiga bajo la crueldad de su zapato. Destila algo maligno, algo mundano, algo tan insano que los huesos me tiemblan y sus ojos rojos me observan con tanto odio que mis parpados se cierran queriendo que esto sea una pesadilla.
—Por favor—musito—déjeme ir por favor.
No recibo respuesta y cierro mis ojos encogiéndome mucho más. Escucho que demanda algo, dice algo, pero estoy tan débil que no digo nada, como tampoco me muevo.
Vuelvo a despertar pensando que tengo mojado el cuerpo pero no, han cambiado el petate y hasta mi ropa porque tengo un vestido nuevo alterándome las pulsaciones.
—¿Quién me cambio? —le pregunto al hombre que esta encerrado a mano derecha—¿alguien más entro?
No me dicen nada y le pregunto al hombre que esta frente a mi pero no recibo respuesta de ninguno. De hecho, me dan la espalda como queriendo ignorarme.
—Por favor dígame algo.
Nada, no dicen nada y angustiada por la nueva ropa y la nueva sabana me voy contra la pared llorando. Esto es una tortura mental, las próximas horas los sujetos se mantienen dándome la espalda y recuerdo al hombre que estaba parado frente a mi y no, era un sueño, alguien así no puede existir.
Sus ojos eran rojos, su cuerpo grande, su estatura realmente intimidad ante y mi mente recopila el instante con ese sujeto que me empotro contra mi auto.
Me ofrecen comida que no acepto, no hablo con nadie y creo que me volver loca con mis pensamientos.
—Me gusta mucho el Ballet—hablo así no obtenga respuesta—desde niña me ha gustado la danza y vine aquí para tener un lugar en este mundo tan competitivo.
Abrazo la sabana pensando en mis padres y mi amiga consiguiendo que las lagrimas bañen mi rostro. Con el borde de cubierta me limpio la cara en vano porque más lagrimas derramo.
—Papa murió y mama murieron y por ellos y su esfuerzo no quise derrumbarme, pero siento que estando aquí, mi mundo se está apagando.
No me dicen nada y hablo hasta que el sueño me toma. Despierto, sintiéndome como la m****a, la comida que me traen no la pruebo y cierro mis ojos queriendo que esta pesadilla acabe. No tengo ni siquiera un lugar en donde orinar y vuelvo hacerme en las piernas sintiéndome mas que humillada y desdichada en esta vida.
Las lagrimas se me derraman, el sujeto pelinegro no ha vuelto y consigo comida cuando me despierto. No pruebo bocado de lo que me traen, no quiero seguir viviendo así y mi única forma de conseguirlo es dejándome morir.
DANESA El viento acompaña mis movimientos cuando en medio de la playa, con la mina de fondo bailo sintiéndome libre. Nadie puede detener mi ímpetu, mi fuerza y mis ganas. Ejecutó el Relevè separando los talones del suelo y la punta de mis pies se entierran en la arena. El cielo es una fusión de colores aleonados que sirven como escenario ante el baile que realizó con mi corazón acelerado. Giro y frío preparándome para el próximo movimiento y... —Arriba... El balde de agua fría me despierta y asustada me voy contra la pared observando a la mujer bien vestidos que me reparan como si fuera una cucaracha. —No lo repetiré dos veces. Tengo miedo de hacerlo seguramente me mataran, descuartizaran y venderán mis órganos. Dos hombres más aparecen con cadenas y grilletes que me mueven al otro lado. Peleó, no quiero dejarme encadenar sin embargo si estatura, fuerzas y dominio me rebajan en nada. Termino con una cadena en mis manos, pies y cuello. Que Humillante. Tiran fuerte mandándo
—Que se pudra ese maldito bastardo—gruñe el hombre al que le di mi comida—es un desalmado teniéndola a ella aquí encerrada, es una humana.—Ustedes también lo son. Alego, me desconcierta su forma de expresarse. —Alguien viene. Avisa el hombre a mi derecha y tomo le plato volviendo a mi puesto. Lo dejo en el piso y me acuesto dándole la espalda. Vienen por mí, me llevan al baño donde puedo hacer mis necesidades y vuelven a meterme a la celda. La comida no la toco, simplemente la entrego a cualquier otro de las celdas que no les brindan comida. Creo que dos días sin comer y beber nada, estoy tan débil, tan cansada que alucino con el mismo hombre corpulento, con una cabellera larga en una trenza de vikingo, su calor corporal me reanima y mi estado es tan lamentable que siento alimentarme. No dice nada, sus ojos rojos me mantienen en un limbo donde me siento bien, no me siento cansada o como una cucaracha sin valor alguno. Me siento protegida y amada, el frio se va, el miedo se esfum
DANESALos pies se me mueven rápido en medio del bosque, encuentro el árbol indicado y giro a la derecha con las pulsaciones aceleradas y con una sola cosa en mente y es salir de aquí, perderme y nunca mas pisar esta ciudad. No me importa ni mis sueños, solo quiero irme para no volver jamás.Corro si detenerme sosteniendo me de los árboles en busca de la salida de este bosque. Estoy fatigada, descalza, pero las ganas de huir son mucho más grandes que las heridas que sufren mis pies. Miro atrás, no viene nadie sin embargo siento y presiento que alguien o algo me persigue. Eso me motiva a seguir, a no detenerme porque no quiero estar más encerrada. Es de noche, la luz de la luna es lo único que me permite ver y menos mal no es tan denso el bosque, pero eso no quiere decir que los sonidos salvajes no me asusten, inclusive le sumen más velocidad a mis pies No se cuento he corrido, pero a lo lejos veo la carretera y me sostengo visualizando mi libertad. Intento dar un paso con el miedo
—Ven, a las dos nos toca la sala y los baños de este primer piso, así que espérate y no me retrase que aquí hay mucho que hacer. Esto parece la era de la inquisición, limpio las ventanas, los bordes, sacudo el mueble y me impacto con el retrato del hombre en plena sala luciendo como un Dios nórdico. No sé qué siento cuando observo sus ojos y estoy segura que fue el mismo sujeto que me empotro diciendo «MIA» Se me comprime el estomago cuando lo miro, sus ojos me hacen sentir algo extraño que me estremece por completo. —Si, es un Dios pero olvídalo, no eres para el. Desvió la mirada. —No se de lo que hablas. —Es normal sentirse atraída por el señor, pero no mira a seres inferiores a nosotros. —No soy inferior a nadie—rebato—quien te dijo eso. —Tu eres inferior a mi querida—dice la morena—así que apúrate. —Creo que tenemos el mismo uniforme. —No lo digo por eso—no la entiendo—así que apúrate. Hablar con ese hombre es mi prioridad. Tengo que salir de aquí, mi amiga debe estar
EGANPaso la mano por mi cabello alejándome de ella teniendo su olor todavía en mi nariz. Estuve a nada de besarla por mi instinto, ademas mi lobo esta desesperado y me cuesta manejarlo cada que ella esta cerca.Es muy hermosa, de eso no cabe duda ya que el color de sus ojos es bellísimos, su cabello negro y su piel blanca le dan una apariencia sencillamente perfecta. Me dirijo a mi oficina con la polla endurecida.Cuando encuentras a tu mate, el libido aumenta considerablemente y voy a tener problemas al tenerla aquí, en dos semanas entramos en calor y ella, es una humana que no aguantara el voltaje que significa estar con un hombre lobo y no uno cualquiera, un alfa.Golpeo la mesa de mi escritorio ofuscado y sin saber que hacer, ahora con la amenaza que tengo sobre mi es un peso mas y me hubiese encantado que se fuera, pero es un peligroso dejarla suelta y mas cuando la tuve encerrada.—Que paso Egon—entra Massimo y me dejo caer en la silla—cuéntame hermano que pasa.—Estuve a punto
Me observa mal mientras saca de su delantal el abrigo con le cual comienza a limpiar. Me molesta su olor, sin embargo, también me atrae y prefiero comer queriendo concentrarme en cualquier cosa que no sea ella.Limpia, su olor a humana esta en todas partes y me termino el filete captando las miradas que me dedica todo el tiempo.—Egan—alzo mi vista cuando escucho su nombre—No se lo que te hice, pero te pido disculpas por ello, pero no me castigues así por favor.Escucho los latidos de su corazón acelerados.—Tengo una vida, una promesa que cumplir y por favor devuélveme mi libertad, si quieres me iré del país, de este continente si es posible.Acoto la distancia consiguiendo que se vaya contra el estante de los libros.—Entiende y convéncete que perdiste tu vida anterior, ahora, lo aceptes o no, estas atada a mi de por vida.Alza su mano dándome una sonora bofetada. No me mueve, pero si pone arder mi piel consiguiendo que mi lobo aullé excitado con su carácter.—Eres un hijo de puta—e
DANESA Asiento siguiéndola, la mansión se mantiene custodiada por muchos hombres que lucen grandes, musculosos y peligrosos. El clima es cálido, aun asi en las noches es muy frio y al parecer ellos no le afecta nada. En los alrededores se ven una especie de cabañas y sigo sin entender donde estoy porque lo único que puedo ver son árboles, una hilera de autos y una caballeriza cuando llegamos a esta. —Estos caballos son amados por el amo, así que hay que alimentarlos, limpiarles el espacio y cambiarles el heno. Teníamos caballos, pero todos los vendimos para el tratamiento de mama y me dolió demasiado tener que hacer eso. Tiene cinco caballos en pesebreras bien cuidadas y esto no será un trabajo el cual no pueda cumplir o no me guste. —Hola amiguito. Este cabello es completamente blanco y tiene un pelaje hermoso. —Es amiguita—corrige Katia—No debes sacarlos sin permiso, ya que solo le hacen caso a su amo, pero puedes ingresar para dejarles el alimento o cambiarles el heno. Este
Exhorta con rabia poniéndome a temblar y es que le tengomucho miedo. Paso por su lado después de cerrar la puerta, su perfume masculinoimpacta mis sentidos y siento que voy a caerme. Siento sus ojos en mi espalda,en mi cuerpo, en mis nalgas.El recuerdo en su oficina hace que me pique la piel y no seque son todas estas emociones que surgen de momento, pero me impulsan a correrlejos de él.Entro con el corazón acelerado a la mansión, corro hacia lasescaleras y subo para meterme a mi habitación o por lo menos en donde amanecí.Tengo mucho miedo de las cosas que me hace sentir y prefieroescapar de el ya que por alguna razón siento que me puede comer. Me huelo, sumirada despectiva y sus frías palabras lo ocasionan y me meto al baño paraquitarme el sudor del dia. Mi cabello por fin lo mojo ya que hay jabones parael cuidado capilar y lo extraño que son de la misma marca que yo utilizo.No se quien hizo esto, pero agradezco su gesto y demoro enel baño haciéndolo como hace mucho ti