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Capítulo 2 "Bajo el Sufrimiento"


Colgué la llamada y solo pude agarrar mi bolso y mi teléfono. Al salir de mi habitación pude darme cuenta que toda la casa estaba vacía y que no había nadie que pudiera estar a mi lado. Una parte de mi sentía que mi familia podría perder a mi familia.

Al salir de la casa encendí el auto y manejé lo más rápido que pude hasta que llegué a la jefatura dándome cuenta que había mucho movimiento dentro de ella. Al apagar el auto una parte de mí no quería salir y descubrir la verdad, pero sabía que debía de ser fuerte por lo que podría suceder. 

Mientras entraba a la jefatura pude ver que todos me miraban y uno de ellos se acercaba a mí, podía imaginar que era el detective que me hizo la llamada. 

-Señorita Williams ¿podría acompañarme? – Preguntaba mientras me llevaba a una habitación alejada de los demás y veía como otro hombre nos estaba esperando. 

- ¿Me pueden decir que está pasando? ¿Dónde está mi familia? 

-Señorita Williams necesito que se siente ya que la noticia que le daré podría afectar ya que se trata de su familia. 

Mientras me sentaba en el sofá que estaba en aquella habitación podía entender por el ambiente que no eran buenas noticias y que debía de prepararme para lo peor. 

-Esta noche en el restaurante Life is Love hubo un ataque hacia su familia asesinando a su padre y a su madre. – Decía mientras yo al escuchar esas palabras unas lágrimas recorrían mi cara y no podía escuchar lo que estaba diciendo. 

Él seguía hablando, pero yo no estaba escuchando ya que en esos momentos estaba recordando los recuerdos que tenía con mis padres y que no iba poder verlos de nuevo. Aún no lograba entender cómo había pasado todo esto. 

- ¿Señorita me está escuchando? 

-Realmente no lo estaba haciendo, creo que aún no puedo creer que esto esté pasando.

-Sé que es duro y no tenemos palabras para describir lo que está sintiendo en estos momentos, pero necesito que escuche esto ya que se trata de su hermano menor. 

- ¿Dónde está mi hermano? 

-En estos momentos no sabemos dónde está ya que con la ayuda de uno de los sobrevivientes pudimos saber que su hermano sigue con vida. 

- ¿A qué se refiere? 

-Al interrogar a uno de los sobrevivientes nos pudo informar que unos hombres entraron al restaurante y se dirigieron a la mesa donde se encontraba su familia, disparando primero a su padre en el pecho, después su madre quiso proteger a su hermano logrando que le dispararan en la cabeza. Después los guardias de seguridad trataron de acabar con aquellos hombres, pero no lo lograron así que se llevaron a su hermano y no sabemos dónde están en estos momentos. Al llevarse a su hermano empezaron un incendio haciendo que la cocina explotara logrando la explosión que se vivió. 

Tenemos a todos nuestros hombres en busca de su hermano y de los asesinos de su padre y de su madre, me gustaría tener su apoyo para cualquier información ya que aún no sabemos el motivo de toda esta situación.  

No lograba entender porque nos estaba pasando esto, pero sí sabía que debía de buscar a mi hermano ya que era lo único que tenía y no iba a permitir perderlo ni hacer que estuviera en peligro. 

El detective que me estaba informando de todo vio que estaba muy afectada por lo que solo me dio palabras de consuelo y me decía que era mejor llamar a alguien para que no viviera todo esto. 

- ¿Me pueden dejar ver a mis padres por última vez? – Preguntaba mientras mi teléfono empezaba a sonar y veía que era Sebastián la mano derecha de mi padre. Pero no contesté, no me sentía preparada para hablar con alguien más. 

-Los cuerpos de sus padres siguen en la morgue ya que es necesario que los estudien y puedan lograr encontrar pistas sobre sus asesinos, pero cuando estén listos nosotros le llamaremos y al ver que aún no sabemos si usted está en peligro le proporcionaremos seguridad las veinticuatro horas, no necesita preocuparse por eso. 

-Agradezco su preocupación. ¿Sería todo? Necesito preparar dos funerales y necesito poner a la gente de mi padre para buscar a mi hermano. 

Me paré de aquel sofá y empecé a caminar hasta la puerta donde no podía hacer nada más que salir e irme lejos. Necesitaba comprender lo ocurrido y había tanto de qué ocuparse que no dejaba de pensar en todo lo que iba a vivir en los próximos días, años, mi vida entera. 

Al estar arriba del auto mi teléfono no dejaba de sonar y al ver que era Carlos, lo único que pude hacer fue mandarle un mensaje “Estoy bien, por favor ve a la casa en cuanto puedas.  Necesito tenerte cerca”. Al terminar de escribir aquel mensaje sabía que necesitaba alguien que se hiciera cargo de todo, ya que no tenía la cabeza para hacerlo en estos momentos. 

Tenía tantos sentimientos encontrados que no dejaba de llorar ni de pensar en la familia que había perdido. Pero entendía que no era momento de concentrarme en mis emociones, ya que debía buscar la manera de recuperar a mi hermano. Tenía una esperanza y no iba a desaprovecharla. 

Así que por un momento controlé mis lágrimas y empecé a manejar hasta la gran casa donde vi que había un carro que yo reconocía… se trataba de Carlos.

Al ver que estaba en la gran casa solo bajé lo rápido que pude y al verlo él solo corrió hacia mí y me abrazó con tantas fuerzas que mis lágrimas habían vuelto a salir al punto de no parar ya que el dolor me estaba matando. Aún no estaba preparada para perder a mis dos padres y menos de la forma en la que sucedió toda esta tragedia. 

Sabía que en estos momentos no estaba pensando con claridad y al estar en los brazos de Carlos me lo hacía más difícil, tenía que soltarme para poder preparar todo lo que se venía y para buscar a mi hermano. 

-Gracias por venir Carlos, en verdad te necesitaba. – dije mientras me apartaba de él y caminaba hacia la puerta principal. 

-Nunca te dejaré y siempre estaré aquí contigo. – decía Carlos mientras me seguía y veía como yo no estaba preparada para abrir la puerta así que él la abrió por mí. 

-Gracias, aún no me siento lista para ver que la casa está vacía. 

- ¿Y la gente que trabaja para tu familia? – preguntó mientras entrábamos y veíamos que todo estaba a oscuras y empezaba a caminar hacía el despacho de mi padre.  

-Mis padres les había dado la tarde y la noche libre, ya que como nadie iba a estar en la casa no era necesario que se quedaran.  

Al prender las luces del despacho recordaba como mi padre siempre estaba trabajando hasta tarde en las pilas de papeles que siempre tenía que revisar. No quería aceptar todo lo que estaba pasando así que solo cerré mis ojos por un momento para no seguir pensando en todos esos recuerdos que quemaban mi alma.

-Necesito que me ayudes a encargarme de la prensa y de preparar todo para el funeral. – decía mientras me sentaba en la silla del escritorio al mismo tiempo que sacaba mi teléfono para llamar a Sebastián para que viniera a mí. El teléfono sonó por unos segundos cuando una voz contestó.  

-Señorita Daniela ¿Se encuentra bien? 

-Me gustaría estar mejor, pero no es momento para eso. Necesito que vengas a la gran casa y prepares a la gente para empezar la búsqueda de mi hermano. 

-Si señorita, de hecho, estoy en camino a la gran casa, así que no se preocupe yo me encargare de todo. No tardaré en llegar.  

-Ten cuidado y espero que no tardes demasiado. – decía mientras terminaba la llamada y veía como Carlos estaba haciendo una llamada. 

Mientras Carlos estaba ocupado yo estaba viendo las cosas que tenía mi padre en su escritorio y la mayoría de cosas eran papeles de la sede. Iba a dejar de revisar las cosas cuando vi que había una nota pegada a un papel donde decía “Debo de buscar una forma de recompensar a Daniela, por el gran esfuerzo que está haciendo.” Al terminar de leer esa nota mis lágrimas salían cada vez más. No quería que Carlos me viera así por lo que rápido me sequé las lágrimas y me quedé sentada por un momento hasta que él acabó su llamada y solo se me quedó mirando. 

-Necesitas descansar. – decía mientras se sentaba a lado mío encima del escritorio. 

-No puedo descansar hasta tener a mi hermano a salvo, debo recuperarlos cueste lo que cueste. – dije mientras me levantaba y salía de la habitación caminando hacía un baño que estaba cerca.

Al entrar y encender las luces vi como mi rostro estaba totalmente demacrado y mostraba que había llorado demasiado ya que tenía los ojos hinchados y mis labios estaban secos.  Decidí lavarme la cara ya que no quería seguir viéndome así, me tomé unos segundos hasta volver con Carlos y ver que en ese momento Sebastián estaba entrando por la puerta principal. 

En ese momento vi como él también estaba sufriendo por todo lo que estaba pasando. 

-Señorita Daniela estoy aquí para ayudarle en todo lo que necesite. – decía mientras se arrodillaba frente a mí. 

-No es necesario que haga eso Sebastián, así que por favor levantase. – dije mientras él hacía lo que le pedí y vi como Carlos salía del despacho. 

-Todo está listo Daniela, llamé a uno de mis amigos para que la prensa no se acerque a ti por el momento. 

-Gracias Carlos, en este momento solo debemos concentrarnos en encontrar a mi hermano. – dije mientras en ese momento recibía una llamada de un número desconocido. 

- ¿Bueno? 

-Si deseas ver a tu hermano tendrás que hacer lo que yo te digo. - Al escuchar esa voz sabía que era el momento en que debía de hacer lo posible para recuperar a mi hermano y no tenía tiempo de seguir llorando. 

- ¿Qué es lo que quieres? – Pregunté mientras volvía a entrar al despacho y me sentaba de nuevo.

-Si quieres de vuelta a tu hermano tendrás que aceptar que tu vida sea un infierno a partir de ahora y que nunca podrás vivir en paz. 

- ¿A qué se refiere? 

-Si tú aceptas nuestros términos, a partir de ahora mucha gente irá tras de ti hasta lograr tu muerte. Si aceptas eso tu hermano regresará a ti en unas horas. ¿Aceptas? 

No lo pensé por tanto tiempo y decidí aceptar ya que era la única opción, aunque tendría que dar mi seguridad y mi vida a cambio de la suya. 

-En unas horas podrás recoger a tu hermano a una dirección que te mandaré y espero que tu vida sea tan miserable a partir de ahora. – dijo mientras colgaba la llamada y no tuve tiempo de preguntar el propósito de todo eso. 

Al ver que la llamada había terminado vi como Carlos me miraba consternado y preocupado tal y como lo estaba Sebastián. Y al contarles lo que me habían dicho ellos se preocuparon más por mí. 

- ¿En verdad vas a aceptar esos términos? – Preguntaba Carlos mirándome tristemente. 

-Si es por mi hermano, haré lo que esté en mis manos, aún si eso significa dar mi vida. No pienso permitir que me arrebaten a la única familia que me queda y eso te lo puedo asegurar. 

Todos me miraban preocupados hasta que Sebastián escucha que tocan la puerta por lo que al ver de quien se trataba vio que los trabajadores habían llegado y que todos estaban preocupados.

Al ver que todos habían llegado lo único que pude hacer fue agradecerles por haber venido y por el apoyo que en este momento estaban dando y que desde ahora las cosas iban a ser totalmente diferentes y a partir de este momento iba a tomar el control sobre la casa y sobre toda la sede. Aunque no estaba segura de haber hecho lo correcto ya que en estos momentos no era algo importante y lo único que importaba era esperar hasta tener de vuelta a mi pequeño hermano. 

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