55. Quería darte una sorpresa⤝MILA⤞Un silencio sepulcral llena la mesa mientras espero a que Beckett diga o haga algo. ¡Qué reclame a Soren como suyo! Tal vez que lo tome de la mano y le dé un fogoso beso. Pero es mucho pedir y el muy tonto, simplemente se marcha, buscando una mesa alejada, pero con la vista perfecta en nuestra dirección.—¿Qué diablos fue eso, Mila? —inquiere Zaria, saliendo de su estupor, viéndome como si me hubiesen salido tres cabezas y no puedo culparla. No sé en qué momento se me ocurrió semejante idea, pero las cosas ya están hechas.—Sí, hija. Explícame eso de que Zaria y Soren son novios. ¿Por qué no me han dicho nada? —pregunta mi madre, viéndonos a los tres sin comprender nada.La patada de Soren bajo la mesa casi me hace gemir. Me muerdo el labio para tragarme la protesta que amenaza con abandonar mis labios y le dedico una mirada. Todo lo que hago, lo hago por él.—Mila solo le ha jugado una broma al señor Harlow —habla Soren, retándome a contradecirlo.
56. Soy todo tuyo, Mila⤝MILA⤞Un gemido abandona mis labios al sentir la rodilla de Axel abrirse paso por mis piernas. Enredo mis dedos entre sus cortos cabellos, presionando un poco para profundizar el beso.El deseo corre por mis venas como un mar de fuego ardiente; no soy consciente de lo mucho que extrañaba perderme entre sus brazos hasta este momento. Mi cuerpo reacciona a su calor como una barra de mantequilla sobre la sartén caliente.¡Me estoy derritiendo!Así, sin separarnos y con pasos torpes, caminamos a la habitación; sin embargo, nos detenemos antes de entrar. Protesto cuando la boca de Axel abandona mis labios. Nuestras miradas se encuentran y no puedo evitar buscar un atisbo de duda en sus ojos o quizá ha pensado mejor las cosas y prefiere que hablemos sobre lo que hemos querido ignorar.No obstante, en esa mirada oscura y penetrante no hay más que una pasión arrolladora que prende cada rincón de mi ser. Una necesidad que no puedo ignorar, con la que no deseo luchar.É
57. Bomba de tiempo⤝MILA⤞El aroma exquisito y tentador del café recién hecho me despierta. Estiro mi cuerpo dolorido y satisfecho mientras un gemido ronco abandona mis labios. Abro los ojos y busco el cuerpo de Axel a mi lado, pero su lugar está vacío y frío.—¿Me buscabas? —Su voz ronca hace que gire el rostro, encontrándolo parado delante de mí con la bandeja del desayuno en sus manos.Me muerdo el labio al verlo únicamente en bóxer y me hago a un lado para darle espacio.—No soy bueno en esto, pero te juro que he hecho mi mejor intento —murmura, colocando la bandeja sobre la cama.—Se ve bueno y apetitoso, por lo menos con el café —digo, respirando hondo, llenando mis pulmones de ese aroma embriagador—. Tienes un cien.Él sonríe y se acomoda a mi lado.—Te preparé huevos revueltos, pan tostado, un poco de fruta, jugo de naranja si te antojas —dice, describiendo todo lo que viene en la bandeja. Se olvida deliberadamente de la rosa roja que adorna una esquina, pero que es difícil d
58. Reunión familiar⤝AXEL⤞Con paso lento camino hasta la habitación de invitados, no me entretengo y voy directamente a la ducha. El agua caliente se desliza por mi piel, los músculos de mi cuerpo protestan ante el calor mientras trato de controlar la marea de furia y dolor que amenaza con devorarme.Ya ni siquiera siento decepción por Caroline, todo lo que había resistido estos años simplemente se quebró.Me equivoqué, subestimé su frialdad.Suspiro y apoyo las manos sobre el vidrio empañado por el calor del agua, pero no encuentro alivio a la tensión que crece a pasos agigantados en mi pecho. Mi cabeza sigue atrapada en el torbellino de pensamientos y emociones que no me han dado tregua desde que leí los resultados de la prueba.Livia no es hija de mi padre.Cierro las manos en dos fuertes puños, resistiendo el deseo de estamparlos contra el vidrio. No puedo perder la cabeza en estos momentos, es ahora que Livia y mi familia me necesitan sereno.Lo que está por venir no es fácil,
59. Haz lo que quieras⤝MILA⤞Un largo y denso silencio se instala en la sala. Las miradas se cruzan mientras lo primero que espero es la oposición tajante de Daxton; sin embargo, las palabras de Axel parece que lo han tomado fuera de base.No se lo esperaba, incluso yo estoy sorprendida. ¿En qué momento habló Axel con Soren sobre esto? Y ¿por qué ninguno de los dos me dijo nada?Un profundo carraspeo interrumpe mis pensamientos. Dirijo la mirada hacia el dueño y veo a Daxton apretar su mano sobre el bastón.—Tomé la decisión de apartar a Soren de la compañía hace tiempo —murmura, ahora no muy convencido de tener la atención de todos sobre él.—Lo sé, abuelo —responde Axel, liberando mi mano se pone de pie—. Y eres consciente de que cometiste un error al hacerlo. Su vida personal no afectaba en absoluto su desempeño dentro de la empresa y lo sabes tan bien como yo.—Axel.—Desde el momento en que decidiste dejarme al frente, sabías que tarde o temprano esto iba a suceder. Yo estoy a c
60. Sin rodeos⤝AXEL⤞Me tenso como la cuerda de un violín cuando los brazos de mi padre se envuelven a mi alrededor. Ni siquiera soy capaz de recordar la última vez que estuvimos así, tan cerca, o cuándo fue la última vez que hubo una muestra de cariño y palabras de aliento entre nosotros.Nuestros últimos encuentros siempre terminaron en discusiones, siempre juzgándolo por el pasado.Una ráfaga de dolor y culpa se instala en mi pecho. Tuvo que pasar el accidente de Livia para descubrir que, tanto él como nosotros, solo hemos sido víctimas en manos de Caroline Montgomery, peones en su tabla de ajedrez, moviéndonos a su antojo.Mis brazos se aprietan alrededor de su cuerpo. No tenía idea de cuánto necesitaba este abrazo hasta ahora. Un nudo sube a mi garganta. No estoy listo para dejarlo ir, pero el sonido estridente de su celular nos obliga a romper el contacto. Solo entonces soy consciente de las lágrimas que papá ha derramado.Se limpia con discreción y me dedica una mirada de disc
61. Confía en mí⤝AXEL⤞El silencio reina en la habitación tras mi confesión. Los puños de mi padre se aprietan hasta que los nudillos pierden su color, pero no dice nada. Sus ojos me observan fijamente y un rictus se dibuja en sus labios.No tengo la menor idea de lo que pasa por su cabeza en este momento, solo sé que este golpe es inesperado.—Lo siento, realmente lamento tener que ser el portador de esta dolorosa noticia, papá —balbuceo, nervioso como un niño pequeño—. No pude quedarme callado, yo...—No digas nada más, Axel —pide, interrumpiéndome. Empujando la silla y con una lentitud letal, se pone de pie.Con pasos lentos se acerca de nuevo al ventanal, se mete las manos en el bolsillo y guarda silencio.La incertidumbre crece a pasos agigantados en mi interior y la opresión en mi pecho me roba el aliento. Estoy confundido por su reacción, aunque sorprendido de la calma con la que lo está tomando, no descarto que de un momento a otro caiga en cuenta de la gravedad de mis palab
62. Pecados ajenos.⤝MILA⤞Deslizo la mirada por el rostro joven, sereno y perfecto de Livia. Después de una larga conversación sobre la fiesta de compromiso y promesas llenas de aventuras, sucumbe ante el cansancio y se queda profundamente dormida. Estiro la mano y aparto el mechón castaño de su frente, cuidando de no tocar la cicatriz sobre ella.Es apenas una niña y ya ha tenido que enfrentarse a situaciones difíciles, pero ninguna como la que pesa sobre sus hombros sin saberlo. Para ella será un duro golpe descubrir que no es hija de Aiden.La verdad cambiará todo su mundo, solo espero que no deje de ser la niña alegre y feliz que ha sido hasta ahora. Espero que Aiden no la haga a un lado, que siga siendo su figura paterna como hasta ahora.Claro que es mucho pedir. Estamos hablando de una infidelidad. Caroline le mintió todo este tiempo. No, no me gustaría estar en sus zapatos.Tomo la manta y, con cuidado, cubro el cuerpo de Livia y me aparto cuando la puerta se abre.Giro el ro