60. Sin rodeos⤝AXEL⤞Me tenso como la cuerda de un violín cuando los brazos de mi padre se envuelven a mi alrededor. Ni siquiera soy capaz de recordar la última vez que estuvimos así, tan cerca, o cuándo fue la última vez que hubo una muestra de cariño y palabras de aliento entre nosotros.Nuestros últimos encuentros siempre terminaron en discusiones, siempre juzgándolo por el pasado.Una ráfaga de dolor y culpa se instala en mi pecho. Tuvo que pasar el accidente de Livia para descubrir que, tanto él como nosotros, solo hemos sido víctimas en manos de Caroline Montgomery, peones en su tabla de ajedrez, moviéndonos a su antojo.Mis brazos se aprietan alrededor de su cuerpo. No tenía idea de cuánto necesitaba este abrazo hasta ahora. Un nudo sube a mi garganta. No estoy listo para dejarlo ir, pero el sonido estridente de su celular nos obliga a romper el contacto. Solo entonces soy consciente de las lágrimas que papá ha derramado.Se limpia con discreción y me dedica una mirada de disc
61. Confía en mí⤝AXEL⤞El silencio reina en la habitación tras mi confesión. Los puños de mi padre se aprietan hasta que los nudillos pierden su color, pero no dice nada. Sus ojos me observan fijamente y un rictus se dibuja en sus labios.No tengo la menor idea de lo que pasa por su cabeza en este momento, solo sé que este golpe es inesperado.—Lo siento, realmente lamento tener que ser el portador de esta dolorosa noticia, papá —balbuceo, nervioso como un niño pequeño—. No pude quedarme callado, yo...—No digas nada más, Axel —pide, interrumpiéndome. Empujando la silla y con una lentitud letal, se pone de pie.Con pasos lentos se acerca de nuevo al ventanal, se mete las manos en el bolsillo y guarda silencio.La incertidumbre crece a pasos agigantados en mi interior y la opresión en mi pecho me roba el aliento. Estoy confundido por su reacción, aunque sorprendido de la calma con la que lo está tomando, no descarto que de un momento a otro caiga en cuenta de la gravedad de mis palab
62. Pecados ajenos.⤝MILA⤞Deslizo la mirada por el rostro joven, sereno y perfecto de Livia. Después de una larga conversación sobre la fiesta de compromiso y promesas llenas de aventuras, sucumbe ante el cansancio y se queda profundamente dormida. Estiro la mano y aparto el mechón castaño de su frente, cuidando de no tocar la cicatriz sobre ella.Es apenas una niña y ya ha tenido que enfrentarse a situaciones difíciles, pero ninguna como la que pesa sobre sus hombros sin saberlo. Para ella será un duro golpe descubrir que no es hija de Aiden.La verdad cambiará todo su mundo, solo espero que no deje de ser la niña alegre y feliz que ha sido hasta ahora. Espero que Aiden no la haga a un lado, que siga siendo su figura paterna como hasta ahora.Claro que es mucho pedir. Estamos hablando de una infidelidad. Caroline le mintió todo este tiempo. No, no me gustaría estar en sus zapatos.Tomo la manta y, con cuidado, cubro el cuerpo de Livia y me aparto cuando la puerta se abre.Giro el ro
63. ¿No puedo negarme?⤝MILA⤞No tengo idea de cómo llegamos al edificio de Axel. De lo único que soy consciente es del calor de su boca sobre la mía, de la necesidad apremiante de perderme en su cuerpo y de recibirlo dentro del mío.Es un fuego voraz que amenaza con derretirme desde lo más profundo de mi ser. Un gemido abandona mi garganta cuando mi espalda choca contra la pared metálica del ascensor. La pierna de Axel se cuela entre las mías y la fricción sobre mi sexo casi me derrite.Tan sumergidos en nuestra necesidad y pasión, que estamos a nada de cruzar la fina línea entre la prudencia y la locura. Si alguien nos descubre…El beso se interrumpe cuando el sonido nos indica que hemos llegado al piso. Axel se aparta de mí y siento que las piernas van a ceder bajo mi peso. Él envuelve su mano alrededor de mi cintura y salimos cuando las puertas se abren. Estamos a nada de estar en un lugar privado y dar rienda suelta a nuestra pasión…—¿Se puede saber por qué no respondes mis llam
64. ¿Tienes miedo Axel?⤝AXEL⤞Apartarme de Mila me resulta cada vez más difícil. Sin embargo, soy consciente de que no podemos estar las veinticuatro horas del día juntos y menos cuando la fiesta de nuestro compromiso está a pocas horas de realizarse.Hay muchos pendientes de los que debo ocuparme en la empresa antes de la boda para que Soren no tenga ningún problema en manejar la situación hasta nuestro regreso. No quiero tener que preocuparme por nada que no sea disfrutar con Mila de nuestro tiempo a solas. Quién lo diría, hasta hace unas semanas éramos los mejores amigos, ni siquiera había cruzado por mi cabeza que estaríamos a un paso de unirnos por amor y no por una mentira.Todo este tiempo estuve ciego, tuve el amor a mi lado y simplemente pasé de largo. Si no hubiera sido por la insistencia de mi abuelo de conseguirme una esposa y por los besos atrevidos de Mila, seguramente continuaríamos sin reconocer nuestro amor.Seguiríamos perdiéndonos de lo mejor del mundo.—Voy a dis
65. Tu ambición será tu perdición⤝AXEL⤞El golpe sordo del puño de Zane estrellándose sobre mi escritorio es una clara provocación. Me pongo de pie con una calma que en realidad no siento. Nuestras miradas se enfrentan en una despiadada batalla que ninguno de los dos está dispuesto a perder.—No te olvides de quién está al frente, Zane —le advierto—. Tengo el poder para despedirte y no dudaré en hacerlo si tu comportamiento continúa siendo irracional.Él gruñe, sus facciones se tensan hasta desfigurar su rostro.—Eres un cretino, miserable —murmura con la mandíbula apretada.—No estás hablando con tu primo, Zane, sino con tu jefe, así que será mejor que cuides cada palabra que sale de tu boca.—Quién debe cuidarse y muy bien eres tú, Axel. Cuando tu perfecta mentira quede descubierta, nadie podrá liberarte de la ira de Daxton Ridley. Él mismo te reducirá a nada como lo hizo con Soren y yo… yo estaré allí para ver y celebrar tu caída.La ira arde en mi interior, cierro mis manos en do
66. Dime la verdad⤝AXEL⤞La ira invade cada rincón de mi cuerpo, estrello mi puño sobre la madera haciendo que algunas cosas caigan al piso. Me levanto con rapidez, olvidándome por completo de la presencia de Soren en la oficina—¿Qué sucede? —pregunta, empujando su silla, cortándome el paso.Mis dedos se aprietan alrededor del móvil, mi mandíbula se tensa mientras miro a Soren. Todo lo que quiero es apartarlo de mi camino y buscar a Mila. ¡Necesito una jodida explicación!—Axel… —pronuncia en tono bajo, como si le hablara a un cachorro.—Necesito hablar con Mila —gruño con los dientes apretados.—No, no lo harás en ese estado. Axel. Dime lo que sucede —pide, colocando su mano sobre mi pecho, decidido a no dejarme ir.—Este es un asunto entre Mila y yo —respondo tajante. No quiero que Soren se inmiscuya en esto.—Lo siento, Axel, pero no te dejaré ir hasta que te tranquilices. Lo último que necesitas es dejarte guiar por un impulso.—¡No puedo! —grito, apartando su mano con un manota
67. Un terrible error ⤝MILA⤞ Un escalofrío recorre mi columna vertebral mientras miro fijamente las imágenes en el móvil de Axel. Los recuerdos de ese día acuden a mi mente con la velocidad de un rayo. La sorpresa de encontrarlo luego del ataque en la cena de cumpleaños de Maddox. Sus manos alrededor de mi cintura para evitar mi caída y la sonrisa burlona que se dibujó en su rostro. Ahora todo parece tener sentido. ¡Lo hizo deliberadamente! —¡¿Qué demonios significa esto, Mila Ellington?! —el grito de Axel me saca de mis pensamientos mientras un dolor punzante me recorre el brazo—. ¡¿Por qué Brixton te sostiene con tanta familiaridad?! —exige saber. Un violento temblor me sacude de pies a cabeza mientras la presión sobre mi piel aumenta. —Cálmate, Axel, me estás haciendo daño —murmuro, no puedo evitar que una mueca se dibuje en mi rostro ante la presión de sus dedos. Axel contrae el rostro, sus labios se convierten en una fina línea mientras nuestras miradas se encuentran. Hay