45. Se nos hace tarde⤝MILA⤞Sus movimientos se vuelven más feroces, más desesperados, hasta que el placer me atraviesa como un rayo, cortándome el aliento.—Te amo, te amo.Las palabras salen sin permiso de mis labios mientras mi cuerpo convulsiona. La esencia caliente de Axel me llena por completo, lanzándome a una nueva espiral de placer desbordante.Mis palabras se repiten una y otra vez sin que pueda hacer nada para detenerlas. Me convierto en un mar de gemidos y balbuceos, aferrando mis uñas a la piel de su espalda, dejando mi marca en ella.Hasta que, de repente, lo siento tensarse y quedarse quieto. Mis ojos buscan los suyos, pero Axel los tiene cerrados, se muerde el labio y una mueca cruza su rostro.El miedo se abre paso como veneno por mi cuerpo. Los latidos de mi corazón se aceleran ante la idea de que me haya escuchado.Sé muy bien que no debí dejarme llevar por las emociones, pero es tarde para los arrepentimientos. Si ha escuchado mi confesión, no puedo hacer nada más
46. ¿Te gusta el vestido?⤝MILA⤞El murmullo de la gente va en aumento con cada paso que damos, mezclándose con el clic de las cámaras. Justo lo que necesitamos. Mañana, a primera hora, nuestros rostros estarán circulando por toda la ciudad y en los principales portales digitales.Los nervios me hacen tropezar con el vestido, pero la firme mano de Axel me sostiene, pegándome a su cuerpo.—Ten cuidado —murmura junto a mi oído.Su cercanía me toma por sorpresa y la reacción de mi cuerpo no se hace esperar. Tiemblo ante el roce de sus labios con el lóbulo de mi oreja.¡Dios! Su actitud me tiene confundida.—Vamos —musita.Con su mano firme en mi cintura, cruzamos las puertas del restaurante. El ambiente es elegante y sobrio, iluminado por tenues lámparas colgantes que proyectan un resplandor dorado sobre las mesas.Más de una cabeza gira ante nuestra presencia; sus miradas están llenas de curiosidad, y otras, quizá de sorpresa, pero nada de eso importa.Maddox Prescott es un hombre influ
47. Tentando mi suerte⤝AXEL⤞El reconocimiento de mis sentimientos hacia Mila aún me tiene en shock. El descubrimiento fue una sacudida que cambió mi forma de verla por completo. Cada vez que mis ojos se encuentran con los suyos, ya no veo solo a la amiga que ha estado a mi lado durante siete años, sino a la mujer que amo, la única con quien deseo compartir el resto de mi vida.Nunca pensé que volvería a enamorarme. Después del revés que sufrí con Piper, cerré mi corazón a cualquier posibilidad de amor. Me convencí de que el amor era un espejismo, una ilusión destinada a romperte en mil pedazos. En su lugar, me refugié en noches fugaces y relaciones efímeras. No he sido un santo, y tampoco me preocupé por ocultar mis múltiples aventuras convencido de que no iba a arrepentirme jamás de mi elección.Pero esto que siento por Mila es totalmente diferente y me hace sentir avergonzado de todas esas notas en las revistas de las que ha sido testigo en los últimos meses.No hay manera de borra
48. Eres tan perfecta⤝MILA⤞Axel me mira con una intensidad que me deja sin aliento y que incluso me hace dudar si este momento es real o un sueño, mientras sus palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez.—Piénsalo, Mila. Quizá en el fondo de tu corazón haya una parte de ti que también quiere esto —murmura.Mi cuerpo se sacude con violencia, mis dedos se aferran a la tela del vestido con tanta fuerza que siento el tirón en mis hombros. ¿Una parte de mí que quiere esto? Axel no tiene ni idea de cuánto he esperado por este momento, nunca podría llegar a imaginarse cuántas noches soñé que me mirara de esa manera en la que lo hace ahora.Un escalofrío recorre mi columna, cierro los ojos por un segundo mientras trago el nudo que se ha formado en mi garganta. No estoy segura de si mi voz suena normal, pero, decidida a no seguir ocultando mi amor, busco su mirada.—Yo también deseo que esta mentira se vuelva realidad. Te amo, Axel.Las palabras se deslizan de mis labios con total natural
49. ¿Fue una buena noche?⤝MILA⤞Me muevo con sutileza; el cuerpo me duele, pero es tan placentero que puedo acostumbrarme fácilmente. Sonrío como tonta al recordar nuestra entrega. Axel cumplió su promesa e hicimos el amor hasta el amanecer.Me siento tan enamorada y tan satisfecha que no puedo evitar el gemido que escapa de mis labios cuando siento los dedos de Axel sobre mi cadera.—Por Dios, Mila, no te muevas —gruñe a mi oído, y entonces me doy cuenta de que sigue enterrado dentro de mí.¿Me quedé dormida mientras lo hacíamos? ¡Imposible! Aunque los últimos recuerdos no están muy nítidos en mi cabeza.—¿Quieres volverme loca? —pregunto cuando mueve la cadera y se hunde un poco más, haciéndome temblar.—No te escuché quejarte anoche —se burla, y me muerdo el labio.No tengo nada que decir en mi defensa.—Eres tan adictiva, Mila —murmura, deslizándose lentamente de mi cuerpo—. Si pudiera, me quedaría contigo, haciéndote el amor todo el día.Un gemido se desliza por mi garganta cuan
50. No le eres indiferente⤝MILA⤞El silencio se instala en la oficina mientras observo la pantalla del celular apagarse. La llamada ha terminado, pero la seriedad en la voz de mi madre hace eco en mi mente.—¿Todo bien? —pregunta Soren. Su voz, cargada de preocupación, logra conmoverme.—Mamá quiere hablar conmigo. Daxton la ha llamado y, por su tono, no parece muy contenta —admito mientras cierro la revista y me levanto de la silla.—¿El abuelo? —inquiere frunciendo el ceño.—Sí.—¿Crees que trate de arruinar la boda? —cuestiona con cautela.Niego con la cabeza. Lo más probable es que le haya hablado sobre adelantar la fecha, y eso basta para que mis padres estén preocupados, quizás incluso molestos. No es una conversación que pueda evitar.Sin embargo, no pensé que Daxton fuera a adelantarse. Creí que tendría tiempo para prepararme.Soren se acerca y toma mi brazo con suavidad, sacándome de mis cavilaciones y obligándome a mirarlo a los ojos.—Puedes confiar en mí, Mila —asegura co
51. Su amor es real⤝MILA⤞Un silencio denso se instala en el auto luego de mi exabrupto. Los dedos de Soren se aprietan con más fuerza sobre el volante, pero hay algo en sus ojos que lo delata, como si mi comentario hubiera encendido un fuego que no quiere reconocer.—Olvídalo, Mila. No quiero hacer el ridículo —responde finalmente, con la vista clavada en la carretera.—Confía en mí, Soren. Te aseguro que no harás el ridículo —insisto, acomodándome en el asiento para observarlo mejor.—¿Crees que no lo he intentado? —pregunta. Su mandíbula se tensa y me lamento por los pocos kilómetros que nos quedan para llegar a casa de mis padres—. No conoces a Beckett —añade, dejando escapar un suspiro de frustración. Toda emoción se borra de su rostro y sus ojos pierden ese brillo que estoy segura de haber visto en ellos.—Tienes razón, no lo conozco más allá de lo profesional, pero te conozco lo suficiente como para saber que hacerte a un lado no será la solución.—Mila.—¿Quieres quedarte con
52. Tu ambición te ciega⤝MILA⤞Cuando regreso a casa, todo lo que deseo es meterme en la cama. La conversación con mis padres me ha dejado exhausta. Aunque mi promesa parece haberlos calmado, sé que estarán pendientes de cada cosa que Axel haga o diga.No puedo culparlos. Su pasado, marcado por numerosos escándalos, no es fácil de ignorar, y menos cuando lo nuestro se ha dado de manera repentina. Cualquiera en el lugar de mis padres tendría esa preocupación.Un escalofrío me recorre la espalda. Me dejo caer en el sillón y cubro mis ojos con el dorso de la mano. No quiero pensar.El sonido del celular me saca de mi ensimismamiento. Busco el pequeño aparato en mi bolso y, al ver el nombre de Axel en la pantalla, respondo sin dudar. Mi corazón se acelera de emoción. Me prometió llamar apenas llegara a Houston, pero hasta ahora no tengo noticias suyas.—¿Aló?—Hola, cariño —saluda, y mariposas aletean en mi estómago. Aprieto el teléfono con fuerza. Deseo tanto estar a su lado, acurrucarm