19. Cuéntamelo todo y exagera⤝MILA⤞Cierro la revista con más brusquedad de la necesaria. Luego de las felicitaciones de Lively, esto se veía venir. Sin embargo, me deja un amargo sabor en la boca.Y no puedo evitar hacerme la misma pregunta: ¿Cuánto tiempo pasará antes de que Axel eche en falta su libertad?No debo preocuparme, lo nuestro es solo un acuerdo, pero es inevitable que la opresión en mi pecho crezca a pasos agigantados. Aunque Axel ha aceptado cada una de mis condiciones, no estamos las veinticuatro horas del día juntos.Niego para apartar las dudas que me asaltan. Axel es un hombre de palabra y, por muy difícil que sea, sé que no va a fallarme. Tengo que confiar en su buen juicio y en que tendrá en cuenta mis peticiones.Además, no puede olvidar el regreso de Caroline. Esa mujer es capaz de usar los anteriores escándalos de Axel para salirse con la suya en caso de llegar a los tribunales por la custodia de Livia.Lo que me recuerda que debo contactar con el abogado. Axe
20. Deja que me haga cargo⤝MILA⤞«Solo tú sabes si este acuerdo será tu cárcel… o la oportunidad de hacer realidad tus sueños.»Tomo aire, sintiendo cómo las palabras de Zaria se aferran a mi pecho y se repiten como un mantra en mi cabeza.No debo prestarle atención; ni siquiera considerarlo es bueno. Axel y yo tenemos un trato, y no incluye el amor de pareja. ¡Somos amigos!Cierro la llave, y el agua deja de caer. Recargo la frente contra la fría pared, tratando de encontrar un poco de serenidad.Cuando estoy más calmada, busco la toalla, envuelvo mi cuerpo en ella y vuelvo a la habitación. Debo prepararme para la cita con Daxton y los consejos de Zaria, no me ayudan.El sonido del móvil me indica que tengo un mensaje nuevo. Busco el pequeño aparato sobre la mesa de noche, lo reviso y veo un mensaje de Axel:“Voy de camino a recogerte.”Los latidos de mi corazón se aceleran. No es la primera vez que Axel viene por mí, y estoy segura de que no será la última. Sin embargo, esta vez ir
21. Dos mitades del otro⤝MILA⤞Daxton guarda silencio tras mi afirmación mientras evito la mirada de Axel. Mis labios hormiguean y los vellos de mi nuca siguen erizados por el apasionado beso que acaba de tener lugar, justo allí, en las narices de Daxton.—Te aseguro, abuelo, que nuestra relación no es ninguna mentira. No importa cuánto Zane se esfuerce en tratar de arruinar lo que existe entre Mila y yo, no va a conseguirlo. Y si eres un hombre inteligente, como tanto presumes, te darás cuenta de quién es el mentiroso.Me muerdo el labio para mantenerme quieta mientras Daxton nos observa en silencio, con su taza de café suspendida a medio camino de sus labios. Su rostro está ligeramente sonrojado.—Espero que así sea, Axel. Tengo todas mis esperanzas puestas en ti —musita, bebiendo de su taza. Su mirada escrutadora se posa sobre mí por unos minutos que me parecen una eternidad.—Ya te lo he dicho, abuelo, no tengo razones para mentir —reitera. Nuestros dedos siguen entrelazados. Axe
22. Tenemos que fingir⤝MILA⤞Los pulmones me arden. Hasta entonces no soy consciente de que he retenido el aire y dejo escapar un profundo suspiro mientras nos alejamos del jardín, dirigiéndonos al auto.—Esto no parece tan sencillo —murmuro, deteniéndome junto al coche. Axel me ve con una disculpa tatuada en los ojos.—No va a darnos tiempo a nada —confirma, abriendo la puerta para que suba; sin embargo, no me muevo ni un solo milímetro. Estoy en shock. Daxton no solo espera una boda pronto, sino, además, quiere bisnietos.Un ligero temblor se adueña de mi cuerpo cuando mi columna es atravesada por un escalofrío.—¿Cómo saldremos de esta? —le cuestiono a Axel. No necesito explicarle a qué me refiero.Él se mete las manos en el bolsillo y se recarga contra el auto. Se pasa la punta de la lengua por los labios e inevitablemente recuerdo el beso que le he dado. Me muerdo el interior de la mejilla, obligándome a mantener la concentración.—No lo sé, Mila.—Esta idea no es tan perfecta c
23. Ella será mi esposa⤝MILA⤞Los ojos de Axel brillan con ira y peligro. Sus manos se aprietan en dos fuertes puños, hasta que sus nudillos empiezan a cambiar de color. Me pongo de pie y camino hasta detenerme a su lado.Mis ojos se encuentran con los suyos y niego con un movimiento de cabeza. Odio verlo así, tan perturbado por la presencia de su madre. Caroline le hizo mucho daño. Le causó heridas que dejaron cicatrices que difícilmente olvidará algún día.—No tenemos nada de qué hablar —espeta, conteniéndose para no decir nada fuera de lugar.Busco su mano y entrelazo nuestros dedos. Quiero que recuerde que no está solo, que no debe cegarse ni dejarse dominar por la ira o el resentimiento.Caroline nos observa como si fuera un halcón acechando a su presa.—Te equivocas, Axel, tenemos mucho de qué hablar —refuta con brusquedad—. Sobre todo, quiero que me aclares estos malditos rumores —añade, tirando al piso dos de las tres revistas que sacaron la nota esta mañana.El cuerpo de Axe
24. Mi única verdad⤝MILA⤞El alma se me escapa del cuerpo, y me quedo inmóvil, como una estatua de piedra, con la mirada clavada en el rostro de mis padres.—¿No llegaban por la noche?—Era la intención, Mila —responde mi padre con seriedad.Maldigo al darme cuenta de que no he pensado la pregunta, sino que la he hecho en voz alta. Además, el tono empleado por mi padre no deja dudas de lo enojado que se encuentra.—Sin embargo, hemos decidido venir directamente a tu apartamento. Hay cosas que no pueden esperar, y esta es una de ellas, ¿comprendes?Asiento con un movimiento de cabeza, como cuando era pequeña. Me hago a un lado y los dejo pasar. Es entonces cuando recuerdo que Axel está en la cocina.Cierro la puerta con prisa y voy detrás de mis padres.—Señores Ellington —saluda Axel, saliendo de la cocina con un delantal amarrado a su cintura.Si la situación fuera otra, me habría reído de él; pero la tensión me provoca un vacío en la boca del estómago y un nudo en la garganta que me
25. Creemos y confiamos en ti⤝MILA⤞Una vez que las explicaciones terminan y mis padres parecen estar satisfechos, me disculpo para volver a la cocina y preparar la cena. Las piernas aún me tiemblan, cortar las verduras es casi un suicidio, pero me las arreglo para conseguirlo.«La he admirado, no solo por su belleza, sino por su capacidad e inteligencia», las palabras de Axel de repente suenan en mi cabeza. Aquella es una conversación que debo expulsar, borrar de mi mente. No son más que verdades a medias.Mi corazón se estremece al darme cuenta de que será imposible conseguirlo. Sus palabras se repiten como un mantra en mi cabeza.—¿Mila?Sumida en mis pensamientos, no me doy cuenta de en qué momento Axel deja la cocina y mi madre ocupa su lugar.—Mamá, ¿qué haces aquí? —pregunto, atravesando una zanahoria con el filo del cuchillo.—Tu padre quiere hablar con Axel y yo me ofrecí para ayudarte.—¿Creí que no había dudas? —pregunto.—Y no hay motivos para que las haya, hija. Creemos y
26. La dueña de mis quincenas⤝AXEL⤞Apenas Mila me entrega las llaves de su auto, me apresuro a salir e ir por el cambio de ropa. Mila siempre sabe prever y sacarme de momentos comprometedores. Sus padres, la ropa. Sin duda, es una mujer que vale por mil.«¡Y es solamente mía!»Me sorprendo de mis propios pensamientos; sin embargo, hay mucha razón en ellos. Mila ha sido mi amiga por siete años y mi brazo derecho en la empresa por los últimos tres. Ahora, legalmente se convertirá en mi esposa. La dueña de mis quincenas.Sonrío como un idiota mientras salgo del ascensor y me apresuro a buscar el auto de Mila, tomo lo que necesito y vuelvo al apartamento. No quiero dejarla sola con sus padres, ni darles la oportunidad de hacerle cambiar su decisión.Entiendo el motivo de sus reservas; sin embargo, no es mi intención hacerle daño a Mila. Ella realmente es una mujer importante en mi vida. Livia y ella son las únicas mujeres por las que desataría una guerra para mantenerlas a salvo. Así qu