115. Cuida de nuestro pequeño⤝AXEL⤞Hay tantas cosas que deseo hacer en este momento. Me debato entre ir detrás de Zane y darle la paliza de su vida o, tomar a Mila entre mis brazos y llevarla conmigo. Encerrarla en el apartamento y no dejarla salir hasta convencerla de que me perdone.Sin embargo, resisto a lo último. No es así, como deseo empezar las cosas con ella.—Ya no tengo nada más que hacer aquí, así que, me marcho —dice, luego de sentirla estremecerse con mi cercanía.Nos amamos, de eso no hay ni una sola duda, pero mis errores no fueron cualquier cosa. Tengo que sufrir el karma y ganarme poco a poco el terreno que por idiota perdí.—¿Puedo llevarte? —me ofrezco rápidamente.—Te lo agradezco, pero no es necesario. No eres precisamente la persona favorita de mis padres en este momento —responde, apartándose de mí.Resisto el deseo de estirar el brazo y detenerla, pero tengo que aprender a respetar sus decisiones y no insistir, aunque en el fondo sea lo que más deseo.—Enton
116. No demores tanto⤝MILA⤞El trayecto a casa es silencioso, voy con la mirada perdida entre los edificios y las calles de la ciudad. Aún no puedo creer hasta dónde llegaron las cosas, pero en el fondo me siento tranquila.La relación con Axel no inició de la mejor manera, pero sí por amor. Ese amor desmedido e incondicional que he sentido por él desde hace muchos años. Así que, no puede considerarse una mentira.—¿No piensas perdonar a mi sobrino?La voz de Katia me arranca de mis pensamientos. Suspiro lentamente antes de responder.—Los problemas entre Axel y yo, no tienen nada que ver con esas fotos, Katia. A pesar de todo, confío en él. Sé que su encuentro con Piper en la discoteca fue casual, buscaba a Knox —le explico rápidamente.—Entiendo a Axel y su necesidad de proteger a su hermano.—No es tanta la necesidad, Katia, a veces creo que es necedad —respondo, clavando la mirada en la carretera.—Tal vez tengas razón. Aun así, no puedes negar que Axel te ama y, ahora que espera
117. Un hombre enamorado⤝AXEL⤞Espero impaciente la respuesta de Mila. Observo el móvil detenidamente, como si eso fuera a ayudar. Sé que ha visto el mensaje y sé también que se tomará su tiempo antes de responder.Sé que no tendré las cosas tan fáciles como en el pasado. Que Mila no estará a mi disposición las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.Ya no es mi amiga, ya no soy su jefe. Ahora solo soy un hombre locamente enamorado que busca conquistarla.Me levanto del sillón y voy directo a la ducha. Hay rastros de sangre en mis nudillos y salpicaduras en mi ropa. Es una suerte que el taxista, en vez de traerme a casa, no me llevara a la estación de policía. Cualquiera hubiera pensado que cometí un crimen.No estuve lejos de hacerlo. Aunque Zane se merecía más que golpes, dejaré que sea el destino quien se encargue de pasarle la respectiva factura. Ninguno de nosotros se irá de este mundo sin hacerlo.Abro la llave y el agua tibia relaja mis músculos de inmediato.
⤝MILA⤞El sonido de la puerta al abrirse y cerrarse con un golpe sordo hace que levante la mirada. Frunzo el ceño al encontrarme con el rostro desencajado de mi jefe y mejor amigo. Axel Ridley.Con calma y sin ninguna maldita prisa, cierro la carpeta con los documentos que revisaba antes de la abrupta interrupción.—¿Se puede saber el motivo por el que irrumpes en mi oficina sin llamar? —pregunto, prestándole toda mi atención.Axel es un tipo hermoso, como si al nacer los dioses lo hubieran llenado de gracia, elegancia y un maldito carácter de mierda. Afortunadamente, siempre estoy en el lado opuesto de su furia.¡Ah! Se me olvidaba mencionar que, también es todo un playboy y un jodido imán para los escándalos que tienen a su abuelo al borde de un ataque cardiaco. Y no dudo que sea el mismo motivo por el cual esté en mi oficina.Axel da tres vueltas, como un perro rabioso, e ignora mi pregunta. Me levanto de la silla y camino unos pocos pasos, recargo la cadera contra la fina madera d
⤝MILA⤞Axel se detiene bruscamente, sus dedos metidos entre sus alborotados cabellos están congelados y sus ojos se abren por completo, con un brillo peligroso en ellos.—Es lo más absurdo que he escuchado. No puedo arriesgarme a contratar a una mujer para que se haga pasar por mi novia y luego por mi esposa. ¡Nada me garantiza que no hablará sobre el acuerdo! Es una espada de doble filo, Mila.Lo sé muy bien.—Entonces, será mejor que pienses en una solución y que sea rápido. Tu abuelo no va a esperarte sentado, te apuesto lo que quieras a que en este momento debe estar organizando una fiesta para invitar a todas las solteras de San Antonio.Axel gruñe en respuesta, sabe que tengo toda la razón.—Para tener una amiga como tú, prefiero una enemiga —murmura en tono bajo.—Lo siento, prefiero ser sincera y si eso te hiere, perdóname —respondo con una sonrisa al verlo achicar los ojos que, me recuerdan a un felino grande y peligroso.—¿En qué diablos estaba pensando cuando te acepté como
⤝MILA⤞Mi corazón se detiene por un breve momento al escuchar su propuesta. Y de repente, es como si una locomotora corriera dentro de mi pecho. El miedo de que Axel haya descubierto los sentimientos que guardo celosamente termina por cerrar mi garganta mientras un gran vacío se me abre en la boca del estómago. ¿Era una broma? Tiene que serlo, y una muy cruel.—Es la solución perfecta, Mila. ¿Qué te parece mi gran idea? —pregunta. Los ojos de Axel brillan llenos de esperanza y mi estómago se revuelve.—Me parece… una verdadera locura —respondo con la boca seca—. ¿Quién en su sano juicio querría tenerte como esposo? —pregunto, intentando bromear cuando todo lo que quiero es salir corriendo de allí y alejarme de Axel y su fatídica propuesta. Él no tiene idea del daño que me hace. Lo peor es que no puedo culparlo, Axel es totalmente ajeno a mis sentimientos y eso duele mucho más.—¡Ninguna locura, Mila! Si hay alguien en quien confío ciegamente, esa eres tú —responde sin vacilar—. No pue
⤝AXEL⤞Hago un esfuerzo sobrehumano para no correr detrás de Mila y suplicarle que acepte mi plan. Sé muy bien que mi petición la ha tomado por sorpresa y que necesita tiempo para procesarlo, pero no es ninguna mentira cuando digo que es ella la única mujer en quien puedo confiar ciegamente, sé que jamás va a fallarme. Me lo ha demostrado durante los siete años que llevamos juntos. Y aunque suene egoísta, es la mujer perfecta para engañar a mi abuelo.Mila ha sido mi ancla y mi puerto seguro durante tanto tiempo que sin ella estaría perdido.Mis ojos no han dejado de ver la puerta por donde se ha marchado. Doy un paso y me acerco al minibar, tomo la botella y me sirvo un vaso casi lleno. Es un whisky de colección y mi favorito.Vuelvo sobre mis pasos y me siento en el sillón, bebo un sorbo. El líquido me quema la garganta, pero lo ignoro. Los pensamientos se arremolinan en mi cabeza y cada segundo que pasa se arraiga en mí el deseo de que Mila se convierta en mi esposa. Si ella acepta
⤝MILA⤞No he dejado de pensar en las palabras de Axel y menos en su descabellada propuesta. He tratado de apartarla de mi cabeza, pero es como un mantra que se repite una y otra vez.A lo lejos, escucho el sonido insistente del celular; sin embargo, no estoy para sostener ningún tipo de conversación y lo más probable es que se trate de Axel. Dispuesta a continuar ignorando el sonido infernal del aparato, abro la llave y dejo que el agua aclare mis pensamientos.Me cierro por completo y respiro varias veces para tranquilizar los alocados latidos de mi corazón. Esto solo es un juego de poder de Axel y aunque, quiero ayudarle a mantener el control de su empresa por la que ha trabajado incansablemente desde que tomó la dirección, no puedo acceder a su petición.Giro la llave y el agua deja de caer, tomo una toalla y una de las batas que he dejado preparadas y es hasta entonces que escucho el sonido del timbre. Parece que alguien está desesperado y por un breve momento pienso en Axel. Aunq