04 ATRAPADOS EN LA SELVA

Empezó a amanecer y el ruido de las aves era intenso, Antonio abrió los ojos y miró el cielo, trató de comprender lo que pasaba y recordó el accidente, se sentó y vió que estaba en las piernas de Kate, sorprendido sintió una puntada fuerte en la cabeza, se tocó y llevaba una venda.

Kate despertó - ¿cómo estás?

Bien, ¿qué me pasó? - preguntó Antonio 

Te desmayaste y el doctor Ricardo te colocó esa venda y que necesitabas reposo - respondió Kate

Ya me siento mejor, ¿cómo está el niño?

Lloró hasta que se durmió, llamaba a su mamá entre sus sollozos - dijo con pena Kate

¡Qué lástima!, hay que cuidarlo hasta que vengan a rescatarnos- dijo con esperanza Antonio.

El niño se despertó y rápidamente se levantó llamando a su mamá, a quien no veía.

Hola soy Kate, ¿tú cómo te llamas? – le dijo al niño

Benjamín – respondió el niño con voz tierna y asustada –

Antonio se había acercado y sabiendo que su mamá había fallecido y le dijo – Benjamín yo soy Antonio, tu mamá ahora está en el cielo y desde ahora yo te cuidaré - al decirlo abrió sus brazos y Benjamín lo abrazo, entendiendo de que su mamá ya no estaba.

Kate al escucharlo le pareció sumamente tierna la actitud de Antonio, le dió mucha pena ver al pequeño. Ella había perdido a sus padres hace algunos años y sabía lo doloroso que era aquello, así que también decidió cuidar de Benjamín.

El río estaba cerca y se escuchaba fuertemente el agua

Antonio dijo – vamos a lavarnos la cara - mirando a Kate y Benjamín

Benjamín lo tomó de la mano a él y a Kate

Ellos quedaron sorprendidos y solo esbozaron una sonrisa

Llegaron al río y era muy grande.

Los tres se acercaron y con cuidado lavaron sus rostros

Al pasar la mano por su cabeza Antonio sintió un fuerte dolor – ¡Ay! – y se quedó inmóvil tocándose la cabeza

Kate rápidamente se levantó para examinarlo, puso una mano en su cara y con la otra suavemente le lavó la cara, sin mojar la herida

Sus manos son tan suaves, pensaba Antonio olvidándose un poco del dolor.

Benjamín se acercó y le tomó su mano – tranquilo no te va a doler –

Antonio soltó una carcajada y le dijo – estoy en buenas manos

Antonio se dejó que Kate lo limpiara y miraba cada gesto de ella. Benjamín siguió mojándose el pelo y las manos, sentado en una piedra al lado de los dos.

Kate seguía limpiándole la frente a Antonio.

Kate no se dió cuenta, pero su polera se había mojado e hizo que sus senos se marcaran. Antonio no pudo evitar mirarla y sintió deseos de Kate, antes no había reparado en la figura de Kate, porque su polera y pantalones no marcaban las curvas que tenía.

A lo lejos se sintieron voces de personas que también venían al río.

Antonio apresuradamente se sacó su camisa y se levantó y se la pasó a Kate

Kate le dijo – pero ¿qué haces? –

No quiero que te vean así, ¡póntela! – dijo Antonio señalando sus senos

Kate se dio cuenta de su transparencia de su polera y se tapó con sus manos y volteó para colocarse la camisa de Antonio

Kate pensó - ¿desde hace cuánto se había dado cuenta que estaba mojada? ¿por qué no dijo nada? Seguramente debe ser mi marido.

Ya todos cerca del río empezaron a conversar

¿Crees que nos vengan a rescatar? - pregunto la azafata Sofia al copiloto Arturo

Es problable - respondió

¿Qué le pasó al avión? - preguntó el doctor Ricardo

No lo sé, fue muy raro, de repente empezó a fallar el motor, nunca había pasado algo así, y Ethan el piloto tenia 40 años de experiencia - dijo Arturo

Bueno, creo que debemos buscar algo de comida - dijo Antonio

¡Miren acá hay peces! - grito un joven Andrés al medio del río

Listo ya encontramos nuestro almuerzo - dijo Paolo metiéndose al río

Pudieron pescar lo suficiente para todos, utilizando sus poleras

Ahora necesitamos hacer fuego - dijo Andrés

Antonio se adentró un poco en la selva, junto a 6 hombres y recolectaron la mayor cantidad de ramas posibles. Al llegar dejó los palos en el suelo y Andrés dijo – ¡yo sé hacer fuego! Y juntó algunas ramas y comenzó la tarea.

Antonio aprovechó de acercarse a Kate con el niño. ¿Necesitan algo? ¿estás bien? – Kate lo miró y solo dijo estoy bien

Ricardo se acercó a Antonio para ver cómo estaba  - ¡Siempre estaré agradecido de usted! – dijo Ricardo

Antonio aprovechó de preguntar por el estado de salud de Kate y el niño.

Ella sufrió un duro golpe, al preguntarle cosas simples, parece haber olvidado todo – dijo el doctor Ricardo

¿Olvidado todo? – preguntó Antonio, aún él recordaba aquel beso en el avión, ¿será que ella no lo recordaba?

Sí, le pregunté su nombre completo, edad, y no lo recordaba o probablemente esté en shock aún.

El niño no tiene contusiones, pero no paraba de llorar ¡pobre niño! necesitará mucho apoyo emocional - dijo el doctor

Es recomendable que si Kate ha perdido la memoria, este con alguien que le  dé confianza y no la deje sola – siguió con las indicaciones el doctor Ricardo

No se preocupe doctor Ricardo, yo me encargaré de ella y del niño – respondió Antonio

La tarde pasó lentamente, algunos se bañaron en el río, otros durmieron bajo la sombra de los árboles, todos pendientes del cielo, por si venían a rescatarlos.

Ya empezaba a oscurecer y la fogata ya estaba ardiendo, Arturo le ayudaba a Andrés a colocar más ramas.

Todos empezaron a acercarse al fuego e hicieron un círculo alrededor de ella.

Paolo se acercó a Kate y le preguntó si estaba bien y ofreciéndole ayuda para acercarse al fuego.

Antonio quien vió la escena se acercó rápidamente y dijo vamos Kate, vamos a acercarnos al fuego.

Tomó primero al niño y lo puso sobre su hombro, mientras que con el otro brazo abrazaba a Kate llevándola alrededor de la fogata.

Kate se sentó primero y abrió sus brazos para que le pasara al niño que dormía. Antonio le pasó al niño y lo abrigaron bien con la manta que Antonio le había dado. Kate al ver que Antonio solo estaba con una camisa le pasó la manta que él mismo le había dado.

Toma abrígate, debes tener frío – le dijo Kate a Antonio- a esa hora ya estaba oscuro y comenzaba un viento helado.

Antonio sin pensarlo se cubrió con la manta y se sentó atrás de Kate, haciendo que ella quedara entre medio de sus piernas y la cubrió también con la manta. Sintió el aroma de sus cabellos y hundió su nariz en ellos, con un movimiento suave su mano acomodó la cabeza de Kate en su pecho y le susurró al oído – duerme, conmigo estás segura-

Dicho esto, su mano se posó en el cabello de Kate, haciéndole unas suaves caricias, mientras que con su otra mano apartó los cabellos del niño que dormía cómodamente en los brazos de Kate.

Kate se sorprendió, pero se sintió protegida por aquel hombre que la había recatado y que ahora cuidaba de ella y del niño, pensó – aquel hombre me conoce, y me llamó Kate, ¿ese será mi nombre? ¿él será mi esposo?. Estaba tan cansada y confundida que decidió cerrar sus ojos y tratar de dormir.

Paolo se quedó de pie mirándolos, viendo la preocupación de Antonio por Kate, así que decidió preocuparse por la azafata Sofía.

Ya en la fogata, todos comenzaron a hablar de que era muy probable que los fueran a rescatar al otro día, otros decían que era imposible estaban aislados en una selva que ni ellos sabían exactamente dónde estaban. Algunos que salieron con sus celulares en los bolsillos, trataron de enviar mensajes el mismo día del accidente y sus ubicaciones, pero no había señal.

Finalmente, el cansancio hizo que todos durmieran alrededor de la fogata. Solo Andrés se mantenía despierto cuidando del fuego.

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