14Caesar no me había dirigido la palabra en toda la mañana, yo sabía que estaba furioso por lo de anoche, pero que culpa tenía yo de que le dijeran viejo, el debería estar feliz de que lo confundieran con mi padre, no cualquiera tiene una hija tan linda como yo.Me fui al recibidor dónde él estaba, Caesar estaba leyendo algunos documentos sentado en el sofá.Yo me acerque a él y me le senté en las piernas, él me miró con desaprobación pero no me dijo nada.— Caesar tengo hambre — Le dije.Él no respondió y siguió leyendo los documentos que tenía en la mano.— No pareces mi papá, era más como un tío, uno que tuvo mi abuelo fuera del matrimonio y por eso es que eres un poco más joven que mi papá — le dije.Caesar dejo de leer los papeles y me quedo mirando.— ¿Se supone que eso me hará sentir mejor? — Me preguntó.Yo Asentí con la cabeza, tal vez así se le pasará el mal genio y decida cocinar algo.— Me acabas de decir bastardo — Me reprocho.Yo puse los ojos en blanco, que hombre más d
15Paulina era tan aburrida, solo hablaba del título de su padre y de lo mucho que lo respetaba y eso a mí no me interesaba en lo más mínimo, yo quería saber sobre sus gustos o algo que sea interesante de su vida, pero por lo visto no había nada interesante en ella— ¿Tienes algún plan hoy? — Le pregunté.Ella sonrió y nego con la cabeza, yo le sonreí de vuelta y me recosté en el respaldo del sofá.Estar con ella sería más difícil de lo que había imaginado.— ¿Quieres hacer algo? — Me preguntó.Mis ojos dejaron de ver a Paulina para observar a Kendall, ella salia de mi habitación, estaba descalza con un lindo vestido corto color azul, la manera en cómo caminaba era hipnotizante.— Podemos ir a algún restaurante — Dijo Paulina.Yo dejé de ver a Kendall y la volví a mirar.— ¿Eso sería genial, quieres que vayamos ahora? — Le pregunté.Ella volvió a asentir con la cabeza, yo iba a levantarme para ir por mi billetera, pero kendall se sentó en el sofá impidiendo que yo me levantará.— ¿A dó
16Salí de la habitación de Caesar, bañada y con la camisa que le había quitado, él estaba en la cocina preparando algo que comer, yo me acerque, él me miró y me ofreció en su mano un poco de fruta de la que estaba picando, yo abrí la boca y el metió un pedazo de fresa picada.— ¿Quieres comer esto o prefieres ir a un buffet? — Me preguntó.Yo lo aparte y me puse frente al plato con la comida, él que estaba detrás de mi paso sus manos por mi vientre.— Esto estará bien por el momento — Le respondí.Empecé a comer la fruta que estaba en el plato.Caesar puso su barbilla sobre mi hombro, yo voltee a mirarlo.— Tus mejillas están rojas — Me dijo.Yo le sonríe un poco y seguí masticando la fruta.Caesar acercó su boca a mi mejilla y me la mordió.Yo le di un empujón de inmediato, ¿acaso este tipo era un perro?— Lo siento, tus mejillas se ven provocadoras — Me dijo.Él agarro mi barbilla e hizo que levantara la cabeza.— Seguramente debo tener tus dientes pintados en la mejilla — Me queje.
17Una Semana Después.Caesar tenia dos días completos trabajando, era impresionante como trabajaba tanto, y hoy a por como van las cosas y la hora, tampoco vendrá a dormir.Entre a la habitación de Caesar y me tire en la cama, agarre el mando de la tv y la encendí, estaba aburrida y ver alguna sería o peli tal vez me distraería.Empecé a pasar pelis y series, y ninguna me llamaba la atención.Tire el mando de la tv a un lado y me levanté de la cama, fui por mi celular y le marque.— Hola — Me contestó.— ¿No vendrás? — Le pregunté.Odiaba admitirlo pero me hacía falta tener sexo con él.— si, en media hora — Me dijo.Yo mire la hora en mi celular y ya era casi media noche.— ¿Sabes que hora es? — Le pregunté.— Son como las ocho — Me contestó.Yo puse los ojos en blanco, este tipo perdía la moción del tiempo trabajando.— ¿Ya cenaste algo? — Le pregunté.— En media hora — Me volvió a contestar.Le colgué y fui a por mi bolso, le llevaría algo de comer, no me gustaría que el anciano mu
18Me removi en el sofá, la luz del sol hizo que abriera los ojos, lo primero que ví día a Caesar sin camisa detrás de su escritorio tecleando algo en su computadora.Aparte su saco de mi y me senté.— ¿Dormiste algo? — Le pregunté.Caesar dejo de teclear y me miró.— Un poco — Me contestó.Era obvio que no había dormido nada, este hombre iba a morir por trabajar de más.Yo me baje del sofá, recogí la camisa de Caesar que estaba en el suelo y me la puse.— Tienes tres días trabajando como loco, no creo que eso sea saludable — Le dije.Caesar se levantó de la silla y fue a mi.— Que lindo se siente que te preocupes por mi — Me dijo.Yo puse los ojos en blanco y le puse mala cara.— No es por ti, es por Barbie, si te pasa algo, dirá que fue por mi culpa — Le aclare.— no pongas a mi hermana de excusa, puedo notar en tus ojos un brillo cuando me ves — Me dijo.Yo parpadee un par de veces, y volví a mirarlo mal, en sus sueños puede que me brillen los ojos cuando lo veo, pero ahora solo pod
19Cuando llegue a casa, no saludé a nadie, me fui directo a mi habitación, tire la maleta a un lado y me senté en la cama, saque mi celular del bolso y cheque si tenía algún mensaje, pero la bandeja estaba vacía.— Hola cariño — Me saludo mamá entrando a la habitación.Ella se sento a mi lado y me miró con una sonrisa.— ¿Que tal la pasaste con Caesar? — Me pregunto.— Normal, él tipo es aburrido, así que no hablamos mucho — Le respondí.La expresión de mamá cambio drásticamente, ahora se veía decepcionada.— Pensé que ustedes dos se agradaban — Me dijo.— No, de hecho a Caesar le agrada Paulina — Le dije.Mi madre se levanto de la cama y me volteo a ver.— vas a terminar como yo, bajo la sombra de ellos — Me dijo.Mamá se dió la vuelta y salió de mi habitación dejando la puerta abierta, yo me levanté de la cama y cerré la puerta de un portazo.— Jamás estaré bajo la sombra de nadie — Me dije a mi misma.Volví a la cama y me acosté, mi celular sonó y yo rápidamente mire a la pantalla,
20Kendall y yo estábamos desnudos tirados en el piso de mi oficina, ella estaba frente a mi, mirándome con una sonrisa traviesa, yo espere un poco, estaba seguro que iba a decir alguna locura.— ¿Quieres jugar a la botella? — Me preguntó.Me rei, era increíble como podía leerla tan bien, Kendall era como un libro abierto, siempre poniendo mala cara para tratar de ocultar sus verdaderos sentimientos, pero lo que más me gustaba era que ya sabía cuando estaba tramando algo, así no me tomaba desapercibido, ahora antes de que ella hiciera o dijera algo yo ya estaba preparado.— Estamos desnudos — Le recordé.Ella se levanto y corrió a un lado de mi oficina, después regreso con una botella, y se sento de nuevo frente a mi.— Jugaremos a preguntas incómodas — Me dijo.— No es necesario jugar, siempre terminas haciéndome ese tipo de preguntas — Le dije.Kendall puso los ojos en blanco.— ¿Vamos a jugar si o no? — Me preguntó con molestia.— Está bien — Le dije.Ella puso la botella frente a n
Dos Semanas DespuésEra sábado, y me sentía muy mal, hace días le habia enviado un mensaje a Caesar, pero él nunca contestó, quería llorar, había Sido una estúpida al desperdiciar la oportunidad de decirle que también me gustaba.Pero hoy iba a ir a buscarlo, le diría que me gustaba, que si se daba la oportunidad me encantaría tener algo más con él.Cuando le dije eso y salí de su oficina, quise regresar, pero fue demasiado cobarde y simplemente me fuí.Respiré profundo y me senté en la cama, levanté el celular que estaba en la mesita de noche y fui a los mensajes, pero ninguno era de Caesar, apague el celular y lo tire en la cama.— ¿Kendall estas despierta? — llamo mi madre.Yo me levanté de la cama y abrí la puerta, ella entro y se sentó en la cama, me miró de arriba a bajo y después puso mala cara.— ¿Que pasa? — Le pregunté.Mi madre me quedo observando por un momento largo, después se levanto de la cama y empezó a caminar, iba y venía.— ¿Puedes detenerte y decirme que pasa? — L