16Salí de la habitación de Caesar, bañada y con la camisa que le había quitado, él estaba en la cocina preparando algo que comer, yo me acerque, él me miró y me ofreció en su mano un poco de fruta de la que estaba picando, yo abrí la boca y el metió un pedazo de fresa picada.— ¿Quieres comer esto o prefieres ir a un buffet? — Me preguntó.Yo lo aparte y me puse frente al plato con la comida, él que estaba detrás de mi paso sus manos por mi vientre.— Esto estará bien por el momento — Le respondí.Empecé a comer la fruta que estaba en el plato.Caesar puso su barbilla sobre mi hombro, yo voltee a mirarlo.— Tus mejillas están rojas — Me dijo.Yo le sonríe un poco y seguí masticando la fruta.Caesar acercó su boca a mi mejilla y me la mordió.Yo le di un empujón de inmediato, ¿acaso este tipo era un perro?— Lo siento, tus mejillas se ven provocadoras — Me dijo.Él agarro mi barbilla e hizo que levantara la cabeza.— Seguramente debo tener tus dientes pintados en la mejilla — Me queje.
17Una Semana Después.Caesar tenia dos días completos trabajando, era impresionante como trabajaba tanto, y hoy a por como van las cosas y la hora, tampoco vendrá a dormir.Entre a la habitación de Caesar y me tire en la cama, agarre el mando de la tv y la encendí, estaba aburrida y ver alguna sería o peli tal vez me distraería.Empecé a pasar pelis y series, y ninguna me llamaba la atención.Tire el mando de la tv a un lado y me levanté de la cama, fui por mi celular y le marque.— Hola — Me contestó.— ¿No vendrás? — Le pregunté.Odiaba admitirlo pero me hacía falta tener sexo con él.— si, en media hora — Me dijo.Yo mire la hora en mi celular y ya era casi media noche.— ¿Sabes que hora es? — Le pregunté.— Son como las ocho — Me contestó.Yo puse los ojos en blanco, este tipo perdía la moción del tiempo trabajando.— ¿Ya cenaste algo? — Le pregunté.— En media hora — Me volvió a contestar.Le colgué y fui a por mi bolso, le llevaría algo de comer, no me gustaría que el anciano mu
18Me removi en el sofá, la luz del sol hizo que abriera los ojos, lo primero que ví día a Caesar sin camisa detrás de su escritorio tecleando algo en su computadora.Aparte su saco de mi y me senté.— ¿Dormiste algo? — Le pregunté.Caesar dejo de teclear y me miró.— Un poco — Me contestó.Era obvio que no había dormido nada, este hombre iba a morir por trabajar de más.Yo me baje del sofá, recogí la camisa de Caesar que estaba en el suelo y me la puse.— Tienes tres días trabajando como loco, no creo que eso sea saludable — Le dije.Caesar se levantó de la silla y fue a mi.— Que lindo se siente que te preocupes por mi — Me dijo.Yo puse los ojos en blanco y le puse mala cara.— No es por ti, es por Barbie, si te pasa algo, dirá que fue por mi culpa — Le aclare.— no pongas a mi hermana de excusa, puedo notar en tus ojos un brillo cuando me ves — Me dijo.Yo parpadee un par de veces, y volví a mirarlo mal, en sus sueños puede que me brillen los ojos cuando lo veo, pero ahora solo pod
19Cuando llegue a casa, no saludé a nadie, me fui directo a mi habitación, tire la maleta a un lado y me senté en la cama, saque mi celular del bolso y cheque si tenía algún mensaje, pero la bandeja estaba vacía.— Hola cariño — Me saludo mamá entrando a la habitación.Ella se sento a mi lado y me miró con una sonrisa.— ¿Que tal la pasaste con Caesar? — Me pregunto.— Normal, él tipo es aburrido, así que no hablamos mucho — Le respondí.La expresión de mamá cambio drásticamente, ahora se veía decepcionada.— Pensé que ustedes dos se agradaban — Me dijo.— No, de hecho a Caesar le agrada Paulina — Le dije.Mi madre se levanto de la cama y me volteo a ver.— vas a terminar como yo, bajo la sombra de ellos — Me dijo.Mamá se dió la vuelta y salió de mi habitación dejando la puerta abierta, yo me levanté de la cama y cerré la puerta de un portazo.— Jamás estaré bajo la sombra de nadie — Me dije a mi misma.Volví a la cama y me acosté, mi celular sonó y yo rápidamente mire a la pantalla,
20Kendall y yo estábamos desnudos tirados en el piso de mi oficina, ella estaba frente a mi, mirándome con una sonrisa traviesa, yo espere un poco, estaba seguro que iba a decir alguna locura.— ¿Quieres jugar a la botella? — Me preguntó.Me rei, era increíble como podía leerla tan bien, Kendall era como un libro abierto, siempre poniendo mala cara para tratar de ocultar sus verdaderos sentimientos, pero lo que más me gustaba era que ya sabía cuando estaba tramando algo, así no me tomaba desapercibido, ahora antes de que ella hiciera o dijera algo yo ya estaba preparado.— Estamos desnudos — Le recordé.Ella se levanto y corrió a un lado de mi oficina, después regreso con una botella, y se sento de nuevo frente a mi.— Jugaremos a preguntas incómodas — Me dijo.— No es necesario jugar, siempre terminas haciéndome ese tipo de preguntas — Le dije.Kendall puso los ojos en blanco.— ¿Vamos a jugar si o no? — Me preguntó con molestia.— Está bien — Le dije.Ella puso la botella frente a n
Dos Semanas DespuésEra sábado, y me sentía muy mal, hace días le habia enviado un mensaje a Caesar, pero él nunca contestó, quería llorar, había Sido una estúpida al desperdiciar la oportunidad de decirle que también me gustaba.Pero hoy iba a ir a buscarlo, le diría que me gustaba, que si se daba la oportunidad me encantaría tener algo más con él.Cuando le dije eso y salí de su oficina, quise regresar, pero fue demasiado cobarde y simplemente me fuí.Respiré profundo y me senté en la cama, levanté el celular que estaba en la mesita de noche y fui a los mensajes, pero ninguno era de Caesar, apague el celular y lo tire en la cama.— ¿Kendall estas despierta? — llamo mi madre.Yo me levanté de la cama y abrí la puerta, ella entro y se sentó en la cama, me miró de arriba a bajo y después puso mala cara.— ¿Que pasa? — Le pregunté.Mi madre me quedo observando por un momento largo, después se levanto de la cama y empezó a caminar, iba y venía.— ¿Puedes detenerte y decirme que pasa? — L
Caesar empezó a gritarme por teléfono, pero yo no le entendía que me decía.— Voy al baño — Le grite también.empecé a pasar por la multitud para abrirme paso al baño, entre y cerré la puerta con seguro.— ¡Dónde carajo estás Kendall! — Me grito.Yo me detuve de inmediato, aparte el celular de mi oreja y lo quedé mirando.Este tipo idiota como se atrevía a gritarme.Volví a ponerme el celular en la oreja.— ¡No me grites! — Le grite.— Si yo fuera Paulina tu no me gritarías —Le dije.— Lo siento, ahora dime dónde estás, te escuchas muy borracha — Me dijo más calmado.— ¿Vendrás por mi? — Le pregunté.— Si, ahora dime dónde estás — Me respondió.Me di la vuelta y salí del baño, volví a pasar por la multitud, pero está vez era para salir de la discoteca donde me encontraba.Salí de la disco y camine un poco, después me tire en el suelo y me senté.— Estoy afuera, y no estoy borracha — Le respondí.— Enviame tu ubicación, pero hazlo ya por favor — Me pidió.Yo le colgué y le envié mi ubi
Abrí los ojos y me levanté, mire a mi alrededor y me baje de la cama, me pase las manos por la cara, yo era una estúpida.Salí de la habitación, el olor a café inundó mi nariz.— Pensé que no te ibas a levantar — Me dijo Caesar.Él se acercó a mi y me entrego una taza con café.— Dime que te vomité encima — Le dije.Él arrugó el entrecejo.— ¿No recuerdas lo que pasó ayer? — Me preguntó.Yo negué con la cabeza haciéndome la loca, recordaba claramente todo lo que le había dicho y lo que él me había dicho a mi.— No me vomitaste — Me dijo.— ¿si tus papás son tan estrictos por qué te dejan pasar la noche fuera? — Me preguntó.— A mi papá no le importa lo que haga, le da igual si me quedo una noche fuera o una semana, a él lo único que le importa es que no manche su preciado apellido — Le respondí.— Tu papá es una mierda — Me dijo.Yo me encogí de hombros.— Lo se, ¿y cuéntame cuando te vas a casar? — Le pregunté.— Aún no lo sé con certeza, pero me gustaría hacerlo en dos o tres meses