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Me removi en el sofá, la luz del sol hizo que abriera los ojos, lo primero que ví día a Caesar sin camisa detrás de su escritorio tecleando algo en su computadora.

Aparte su saco de mi y me senté.

— ¿Dormiste algo? — Le pregunté.

Caesar dejo de teclear y me miró.

— Un poco — Me contestó.

Era obvio que no había dormido nada, este hombre iba a morir por trabajar de más.

Yo me baje del sofá, recogí la camisa de Caesar que estaba en el suelo y me la puse.

— Tienes tres días trabajando como loco, no creo que eso sea saludable — Le dije.

Caesar se levantó de la silla y fue a mi.

— Que lindo se siente que te preocupes por mi — Me dijo.

Yo puse los ojos en blanco y le puse mala cara.

— No es por ti, es por Barbie, si te pasa algo, dirá que fue por mi culpa — Le aclare.

— no pongas a mi hermana de excusa, puedo notar en tus ojos un brillo cuando me ves — Me dijo.

Yo parpadee un par de veces, y volví a mirarlo mal, en sus sueños puede que me brillen los ojos cuando lo veo, pero ahora solo pod
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