Edel despertó sintiendo la suavidad y calor de una manta sobre su cuerpo desnudo, además de también sentir la suavidad del colchón hundido bajo su cuerpo. Una vez estando más despierto pudo percatarse también de algunos vendajes en su cuerpo, cubriendo cada nueva herida que había en él, le sorprendió un poco saber que Kiyan había cuidado las heridas de forma tan meticulosa, no esperaba que fuera a hacer algo como eso, después del encuentro que tuvieron pensar que haría algo como eso era agradable, por algún motivo sentía que al alfa no le importaría hacerle daño, así que saber que cuido de sus heridas era algo que definitivamente le hacia sentir bien.Igualmente se percato de que el alfa no se encontraba en la habitación ni en la cama, y por la poca luz que entraba por la ventana podía darse cuenta que aun era de noche, seguramente era aun de madrugada, lo que le hacía pensar que no durmieron demasiado, a pesar de eso se sentía bastante descansado, suponía que también se trataba por l
Unas pequeñas manos empujando su torso fue lo que le hizo abrir los ojos, no podía estar seguro de que hora y menos cuanto tiempo había dormido, de lo que si estaba seguro es de debieron pasar varias horas por el brillo que pasaba por la ventana, ¿es posible que hubiera dormido todo lo que restaba del día? No dudaba de esa posibilidad, después de todo estaba realmente cansado, y de algún modo el estado físico en el que se había encontrado le había hecho descansar todo lo que no había podido hacer en los últimos días. Hasta ese momento fue que se percato de eso, de que en realidad no había descansado. Durante su estadía con Ryoichi claro que había dormido, pero eso no habían sido descansos, simplemente había dormido porque no tenía otra opción. Hasta ese momento con Kaya fue que finalmente pudo decir que descanso un poco. Y extrañamente se sentía con mas energía de la que había tenido antes, aun con las heridas que podría tener, se sentía con energía y bien.- Despierta, Sakuma dice qu
Había algo que Kion y Sakuma aprendieron, y eso es que Adalrik no sabía conducir, era posiblemente el peor conductor que alguna vez hayan conocido, aun con la carretera relativamente vacía el chico maniobraba como si estuviera en una carrera, además por supuesto de la forma tan agresiva en la que estaba conduciendo, como si de esa forma creyera que podía llegar antes a su destino, aunque ni siquiera sabían cuál era su destino para empezar. Sin embargo, otra cosa que habían aprendido y que ambos podían compartir perfectamente era la forma en que el chico irradiaba felicidad y era imposible para cualquiera de ellos poder decirle que se detuviera solo para que cualquiera de los dos le reemplazaran. Para ambos la personalidad brillante de Adalrik era contagiosa, a pesar de la situación en la que se encontraban seguía encontrando razones para estar alegre. Y no sabían si era su forma de sobrellevar la situación o simplemente era solo su personalidad. Fuera el caso que fuera, para ambos lob
Edel despertó poco a poco, observando el placido rostro del alfa a su lado, no supo en qué momento volvió a la habitación y menos en que momento termino en sus brazos, lo que si sabia era lo bien que se sentía estando junto a él, volver a despertar de esa forma a su lado. ¿Esta bien que se sienta tan bien estando de esa forma? La situación en la que estaban definitivamente no era la mejor, no podía saber si Kiyan realmente quería estar de esa forma con el o simplemente era algo provocado por el lazo que compartían. Mismo que debía admitir ardía mas de lo que había hecho la primera vez que le había marcado, Edel no estaba seguro de que pudiera afectar, así que simplemente asumía que debía ser una herida nueva que había sido provocada por los fuertes colmillos del alfa. Sin embargo debía admitir que si sentía algo diferente dentro suyo, la
Edel salió de la habitación, con una toalla alrededor del cuello, caminando tranquilo hacia la cocina, siguiendo el aroma de la comida que estaba cocinando Kiyan. Le sorprendía un poco que el alfa hubiera ofrecido el hacer el almuerzo, no sabia que el alfa tenia conocimientos en la cocina, pero aunque no fuera así, la forma en que gruñía su estómago le recordó todo el tiempo que no había comido y en una situación como esa comería cualquier cosa que pudiera. Fuera o no buena, en ese momento ya no importaba, el hambre que sentía era mayor a cualquier otra cosa, el instinto de supervivencia en ese momento era mas grande que cualquier otra cosa.- ¿Cuándo fue la ultima vez que comiste algo? Puedo escuchar el sonido de tu estómago hasta acá – Había un tono divertido en la voz de Kiyan mientras dijo aquello, sirviendo los wafles que había preparado en
Los lobos caminaron en silencio hasta lo que Kiyan le indico era un parque, Redwind no era conocido por ser un lugar lleno de espacios verdes, ese era el único parque en toda la ciudad donde alguien podía ir y disfrutar de un paisaje agradable. Era también, en palabras de Kiyan, el único lugar en toda la ciudad que no estaba vigilado por algún soldado de Ryoichi pues no representaba una amenaza real para nadie, la gente que aun estuviera viva estaba bajo el control del médico y su ejército, y si existía aun alguien que estuviera fuera del radar del alfa, no iban a salir sabiendo que sus vidas podrían correr riesgo. Nadie iba a arriesgarse a resultar heridos solo para dar un paseo en el parque, menos con los soldados rodeando las zonas más residenciales de la zona. Así que ese era el lugar mas seguro donde podrían estar, Kiyan no deseaba regresar al departamento de Ryoichi, no para hablar de ese tema al menos, nada podía asegurarles que no hubiera algo escondido en el apartamento que p
A pesar de ya haber estado una vez en el cuartel de Ryoichi, había algo en llegar sabiendo que tenían planes de traicionar al hombre que hacia que ambos lobos estuvieran nerviosos, aunque claro Kiyan estaba haciendo todo lo posible por mantenerse tranquilo y no demostrar todo lo que estaba pensando. Ni siquiera Edel podía saber que es lo que estaba pasando por su cabeza, su rostro serio era inescrutable, no podía saber si realmente estaba nervioso por estar o si había algo mas dando vueltas por su mente. Sin embargo, el agarre en su mano nunca se aflojo, nunca lo soltó, e incluso parecía aumentar conforme más iban caminando y adentrándose en el edificio. Los soldados se detuvieron en el piso de la habitación de Kiyan, dejando que los lobos bajen del ascensor, lanzando una llave hacia el alfa, mismo que la tomo sin ningún tipo de esfuerzo- El doctor Ryoichi quiere que deje a su acompañante en
Los tres lobos seguían su camino con calma, para su mala o buena suerte no encontraron ningún otro superviviente por la carretera, y una vez llegaron al inicio de la ciudad ya no había ningún rastro de vida humana. Todo lo que quedaban eran cadáveres, tanto de soldados como de gente de la ciudad o todos aquellos que habían esperado que escapar a Redwind les mantendría con vida, lamentablemente nadie esperaba que en tan poco tiempo esa guerra escalara tanto como lo había hecho, ni siquiera ellos mismos esperaban que todo terminara en ese punto, y aun no sabían cual seria el final de todo eso. Ninguno de ellos podía ni siquiera imaginar que es lo que pasaría, pero esperaban poder tener una idea de lo que harían para ese momento. - Bien, ya hemos llegado. ¿Qué hacemos ahora? – Adalrik suspiro una vez vio la gran ciudad de Redwind abrirse paso frente a ellos, podía divisar en la lejanía a algunos guardias, no parecían estar pendientes del camino, pero sin embargo seguían ahí, así que deb