Edel despertó poco a poco, observando el placido rostro del alfa a su lado, no supo en qué momento volvió a la habitación y menos en que momento termino en sus brazos, lo que si sabia era lo bien que se sentía estando junto a él, volver a despertar de esa forma a su lado. ¿Esta bien que se sienta tan bien estando de esa forma? La situación en la que estaban definitivamente no era la mejor, no podía saber si Kiyan realmente quería estar de esa forma con el o simplemente era algo provocado por el lazo que compartían. Mismo que debía admitir ardía mas de lo que había hecho la primera vez que le había marcado, Edel no estaba seguro de que pudiera afectar, así que simplemente asumía que debía ser una herida nueva que había sido provocada por los fuertes colmillos del alfa. Sin embargo debía admitir que si sentía algo diferente dentro suyo, la
Edel salió de la habitación, con una toalla alrededor del cuello, caminando tranquilo hacia la cocina, siguiendo el aroma de la comida que estaba cocinando Kiyan. Le sorprendía un poco que el alfa hubiera ofrecido el hacer el almuerzo, no sabia que el alfa tenia conocimientos en la cocina, pero aunque no fuera así, la forma en que gruñía su estómago le recordó todo el tiempo que no había comido y en una situación como esa comería cualquier cosa que pudiera. Fuera o no buena, en ese momento ya no importaba, el hambre que sentía era mayor a cualquier otra cosa, el instinto de supervivencia en ese momento era mas grande que cualquier otra cosa.- ¿Cuándo fue la ultima vez que comiste algo? Puedo escuchar el sonido de tu estómago hasta acá – Había un tono divertido en la voz de Kiyan mientras dijo aquello, sirviendo los wafles que había preparado en
Los lobos caminaron en silencio hasta lo que Kiyan le indico era un parque, Redwind no era conocido por ser un lugar lleno de espacios verdes, ese era el único parque en toda la ciudad donde alguien podía ir y disfrutar de un paisaje agradable. Era también, en palabras de Kiyan, el único lugar en toda la ciudad que no estaba vigilado por algún soldado de Ryoichi pues no representaba una amenaza real para nadie, la gente que aun estuviera viva estaba bajo el control del médico y su ejército, y si existía aun alguien que estuviera fuera del radar del alfa, no iban a salir sabiendo que sus vidas podrían correr riesgo. Nadie iba a arriesgarse a resultar heridos solo para dar un paseo en el parque, menos con los soldados rodeando las zonas más residenciales de la zona. Así que ese era el lugar mas seguro donde podrían estar, Kiyan no deseaba regresar al departamento de Ryoichi, no para hablar de ese tema al menos, nada podía asegurarles que no hubiera algo escondido en el apartamento que p
A pesar de ya haber estado una vez en el cuartel de Ryoichi, había algo en llegar sabiendo que tenían planes de traicionar al hombre que hacia que ambos lobos estuvieran nerviosos, aunque claro Kiyan estaba haciendo todo lo posible por mantenerse tranquilo y no demostrar todo lo que estaba pensando. Ni siquiera Edel podía saber que es lo que estaba pasando por su cabeza, su rostro serio era inescrutable, no podía saber si realmente estaba nervioso por estar o si había algo mas dando vueltas por su mente. Sin embargo, el agarre en su mano nunca se aflojo, nunca lo soltó, e incluso parecía aumentar conforme más iban caminando y adentrándose en el edificio. Los soldados se detuvieron en el piso de la habitación de Kiyan, dejando que los lobos bajen del ascensor, lanzando una llave hacia el alfa, mismo que la tomo sin ningún tipo de esfuerzo- El doctor Ryoichi quiere que deje a su acompañante en
Los tres lobos seguían su camino con calma, para su mala o buena suerte no encontraron ningún otro superviviente por la carretera, y una vez llegaron al inicio de la ciudad ya no había ningún rastro de vida humana. Todo lo que quedaban eran cadáveres, tanto de soldados como de gente de la ciudad o todos aquellos que habían esperado que escapar a Redwind les mantendría con vida, lamentablemente nadie esperaba que en tan poco tiempo esa guerra escalara tanto como lo había hecho, ni siquiera ellos mismos esperaban que todo terminara en ese punto, y aun no sabían cual seria el final de todo eso. Ninguno de ellos podía ni siquiera imaginar que es lo que pasaría, pero esperaban poder tener una idea de lo que harían para ese momento. - Bien, ya hemos llegado. ¿Qué hacemos ahora? – Adalrik suspiro una vez vio la gran ciudad de Redwind abrirse paso frente a ellos, podía divisar en la lejanía a algunos guardias, no parecían estar pendientes del camino, pero sin embargo seguían ahí, así que deb
- Así que, déjame entender, ¿tu plan es infiltrarnos, buscar a todos los lobos que tiene en el ejército y asesinarlos a todos? ¿Ese es tu plan? ¿Genocidio? – La mirada de Sakuma estaba fija en el alfa, el cual no parecía tener ningún tipo de remordimiento o sentimiento por lo que acababa de sugerir. Incluso en el estado en el que estaba Kiyan le parecía demasiado extremo, demasiado extremo, no era esa la solución y ni siquiera debería ser algo que considerar, sin embargo, tampoco es como que tuvieran muchas opciones en ese momento, así que considerar ese plan era lo mejor que tenían.- ¿Tienes algo mejor? Aunque intentáramos solo ir por Ryoichi sería imposible pasar con todos esos guardias ahí. El edificio de Ryoichi tiene guardias en cada entrada, cada piso, cada ascensor y cada escalera tiene un guardia. No hay ni un solo momento donde no haya guardias, cambian cada hora, cada momento del día hay un guardia vigilando todo- ¿Cómo entraríamos si hay guardias en todos lados entonces?
Los lobos se mantuvieron en silencio, para ese momento ya habían terminado sentados en el suelo, ninguno podía encontrar un mejor plan, no querían asesinar a todos los soldados de Ryoichi, eso estaba claro, su objetivo principal era solamente el médico, pero no podían encontrar una forma de poder entrar en el lugar sin terminar atacando a todos los demás. Cualquier idea que pudieran encontrar terminaba en tener que encargarse de todos los guardias antes de querer acercarse a Ryoichi, aun pensando en entregarse voluntariamente, no había otra salida mas que esa, o al menos no podían encontrar otra salida mas que esa, intentaran lo que intentaran, no había ninguna solución que pudieran encontrar. Ni siquiera Edel podía encontrar otra solución, aun sabiendo que en el sótano podría estar donde Ryoichi mantenía el suero y al resto de lobos, la mejor forma de detenerlos era asesinándolos, Kiyan tenía razón en decir que no podían saber si volverían en sí, no todos podían correr la misma suer
El sonido de algo golpeando contra metal hizo despertar a Edel, su ojo apenas logrando acostumbrarse a la oscuridad, poco a poco los recuerdos de lo que había ocurrido llegaron a él, si Ryoichi se los había llevado debían de estar en el edificio, seguramente habían sido aprisionados en el sótano, por la falta de luz o ruido podía llegar a suponer que era de esa forma, no existía otra posibilidad. Igualmente logro reconocer a Kion y Adalrik, Sakuma por su parte era quien intentaba, muy en vano, encargarse de los barrotes de la prisión en donde estaban. Y del otro lado, en una celda frente a ellos, se encontraba Kiyan, el cual, a diferencia de ellos, tenía los brazos sujetados en su espalda, y a su vez las cadenas estaban sujetadas a la pared, de la misma forma otra cadena iba de un collar en su cuello hacía sus manos atadas. Podía ver en su rostro que llevaba una mascara cubriendo su boca, o lo que debería llamar mas bien un bozal. Ryoichi lo había atado como si fuera un perro, nada má
Los lobos caminaban en silencio entre el laberinto que era aquel calabozo, había varias celdas a su alrededor, mismas que contenían en su interior a más lobos, algunos se mantenían en un rincón de la misma celda, asustados de ver al grupo de lobos acercarse, pensando que tal vez podrían ser miembros del grupo de Ryoichi. Otros lobos se acercaban y gritaban cosas que ninguno de los presentes podía entender completamente, las palabras que soltaban eran más balbuceos parecidos a los que Kiyan soltaba. Aunque para Sakuma y los demás en ese momento no era importante encontrar a aquellos lobos, ya se encargarían de liberarlos después, si era posible por supuesto, después de todo no sabían si podía ser posible regresarlos a su estado normal. Y eso por supuesto que incluía a Kiyan, el cual por el momento se mantenía lo mas tranquilo posible. Aunque debían admitir que en el estado en el que se encontraba Kiyan era mas aterrador que antes, a pesar de que su apariencia física no hubiera cambiado