A pesar de ya haber estado una vez en el cuartel de Ryoichi, había algo en llegar sabiendo que tenían planes de traicionar al hombre que hacia que ambos lobos estuvieran nerviosos, aunque claro Kiyan estaba haciendo todo lo posible por mantenerse tranquilo y no demostrar todo lo que estaba pensando. Ni siquiera Edel podía saber que es lo que estaba pasando por su cabeza, su rostro serio era inescrutable, no podía saber si realmente estaba nervioso por estar o si había algo mas dando vueltas por su mente. Sin embargo, el agarre en su mano nunca se aflojo, nunca lo soltó, e incluso parecía aumentar conforme más iban caminando y adentrándose en el edificio. Los soldados se detuvieron en el piso de la habitación de Kiyan, dejando que los lobos bajen del ascensor, lanzando una llave hacia el alfa, mismo que la tomo sin ningún tipo de esfuerzo
- El doctor Ryoichi quiere que deje a su acompañante en
Los tres lobos seguían su camino con calma, para su mala o buena suerte no encontraron ningún otro superviviente por la carretera, y una vez llegaron al inicio de la ciudad ya no había ningún rastro de vida humana. Todo lo que quedaban eran cadáveres, tanto de soldados como de gente de la ciudad o todos aquellos que habían esperado que escapar a Redwind les mantendría con vida, lamentablemente nadie esperaba que en tan poco tiempo esa guerra escalara tanto como lo había hecho, ni siquiera ellos mismos esperaban que todo terminara en ese punto, y aun no sabían cual seria el final de todo eso. Ninguno de ellos podía ni siquiera imaginar que es lo que pasaría, pero esperaban poder tener una idea de lo que harían para ese momento. - Bien, ya hemos llegado. ¿Qué hacemos ahora? – Adalrik suspiro una vez vio la gran ciudad de Redwind abrirse paso frente a ellos, podía divisar en la lejanía a algunos guardias, no parecían estar pendientes del camino, pero sin embargo seguían ahí, así que deb
- Así que, déjame entender, ¿tu plan es infiltrarnos, buscar a todos los lobos que tiene en el ejército y asesinarlos a todos? ¿Ese es tu plan? ¿Genocidio? – La mirada de Sakuma estaba fija en el alfa, el cual no parecía tener ningún tipo de remordimiento o sentimiento por lo que acababa de sugerir. Incluso en el estado en el que estaba Kiyan le parecía demasiado extremo, demasiado extremo, no era esa la solución y ni siquiera debería ser algo que considerar, sin embargo, tampoco es como que tuvieran muchas opciones en ese momento, así que considerar ese plan era lo mejor que tenían.- ¿Tienes algo mejor? Aunque intentáramos solo ir por Ryoichi sería imposible pasar con todos esos guardias ahí. El edificio de Ryoichi tiene guardias en cada entrada, cada piso, cada ascensor y cada escalera tiene un guardia. No hay ni un solo momento donde no haya guardias, cambian cada hora, cada momento del día hay un guardia vigilando todo- ¿Cómo entraríamos si hay guardias en todos lados entonces?
Los lobos se mantuvieron en silencio, para ese momento ya habían terminado sentados en el suelo, ninguno podía encontrar un mejor plan, no querían asesinar a todos los soldados de Ryoichi, eso estaba claro, su objetivo principal era solamente el médico, pero no podían encontrar una forma de poder entrar en el lugar sin terminar atacando a todos los demás. Cualquier idea que pudieran encontrar terminaba en tener que encargarse de todos los guardias antes de querer acercarse a Ryoichi, aun pensando en entregarse voluntariamente, no había otra salida mas que esa, o al menos no podían encontrar otra salida mas que esa, intentaran lo que intentaran, no había ninguna solución que pudieran encontrar. Ni siquiera Edel podía encontrar otra solución, aun sabiendo que en el sótano podría estar donde Ryoichi mantenía el suero y al resto de lobos, la mejor forma de detenerlos era asesinándolos, Kiyan tenía razón en decir que no podían saber si volverían en sí, no todos podían correr la misma suer
El sonido de algo golpeando contra metal hizo despertar a Edel, su ojo apenas logrando acostumbrarse a la oscuridad, poco a poco los recuerdos de lo que había ocurrido llegaron a él, si Ryoichi se los había llevado debían de estar en el edificio, seguramente habían sido aprisionados en el sótano, por la falta de luz o ruido podía llegar a suponer que era de esa forma, no existía otra posibilidad. Igualmente logro reconocer a Kion y Adalrik, Sakuma por su parte era quien intentaba, muy en vano, encargarse de los barrotes de la prisión en donde estaban. Y del otro lado, en una celda frente a ellos, se encontraba Kiyan, el cual, a diferencia de ellos, tenía los brazos sujetados en su espalda, y a su vez las cadenas estaban sujetadas a la pared, de la misma forma otra cadena iba de un collar en su cuello hacía sus manos atadas. Podía ver en su rostro que llevaba una mascara cubriendo su boca, o lo que debería llamar mas bien un bozal. Ryoichi lo había atado como si fuera un perro, nada má
Los lobos caminaban en silencio entre el laberinto que era aquel calabozo, había varias celdas a su alrededor, mismas que contenían en su interior a más lobos, algunos se mantenían en un rincón de la misma celda, asustados de ver al grupo de lobos acercarse, pensando que tal vez podrían ser miembros del grupo de Ryoichi. Otros lobos se acercaban y gritaban cosas que ninguno de los presentes podía entender completamente, las palabras que soltaban eran más balbuceos parecidos a los que Kiyan soltaba. Aunque para Sakuma y los demás en ese momento no era importante encontrar a aquellos lobos, ya se encargarían de liberarlos después, si era posible por supuesto, después de todo no sabían si podía ser posible regresarlos a su estado normal. Y eso por supuesto que incluía a Kiyan, el cual por el momento se mantenía lo mas tranquilo posible. Aunque debían admitir que en el estado en el que se encontraba Kiyan era mas aterrador que antes, a pesar de que su apariencia física no hubiera cambiado
El túnel era lo que los lobos podían considerar el peor lugar para encontrarse, por momentos era demasiado estrecho para poder andar por el con calma, obligándoles a tener que agacharse o incluso tener que caminar en cuatro para poder avanzar. Igualmente, por momentos se llenaba de agua, agua que no tenían la más mínima idea de donde podría provenir, pero era un verdadero problema para ellos. Lograban hacerse por momentos espacios con agua estrechos y con el nivel de la misma llegando por arriba de sus cinturas. Y por supuesto, lo oscuro que era resultaba otro problema, aunque menor que el agua o la forma en la que cambiaban de tamaño los túneles gracias a su capacidad de ver en la oscuridad, seguía siendo incómodo para Edel principalmente, el cual, con solo un ojo, tenía una mayor dificultad para poder andar por ese lugar. Esto llevaba a que se retrasaran un poco, viéndose obligados a detenerse para asegurarse que el chico siguiera junto a ellos o para ayudarle a cruzar donde fuera m
El camino frente a ellos era tan desalentador como todo lo demás que habían visto hasta ese momento, la muerte y destrucción no había llegado solamente a las personas, la poca naturaleza que se alcanzaba a ver en la zona también estaba destrozada, un pequeño camino de flores que se alcanzaba a ver en la zona estaba completamente destrozada por el paso de autos y pisadas. Podían verse las huellas fácilmente en la zona, y por supuesto, algunos cadáveres también se lograban ver en el paso. No era una vista agradable para nadie y tomando en cuenta la oscuridad que ya comenzaba con la llegada del anochecer todo era peor. Edel pudo darse cuenta también que incluso para Kiyan estaba resultando demasiado desagradable de ver pues su mirada intentaba enfocarse en cualquier lugar menos en ese lugar. Suponía que el era el responsable junto al resto de lobos del ejército de Ryoichi, y ahora que no parecía estar bajo su control completamente, el arrepentimiento de lo que había causado comenzaba a t
Sakuma despertó quejándose, la forma en la que había terminado durmiendo junto a los otros dos lobos no había sido la más cómoda, si era honesto, había sido una de las peores posiciones que alguna vez pudo haber encontrado para poder. Su espalda dolía, sus piernas se sentían entumecidas por haber dormido sentado, pero el descanso resultó agradable, despertó con una considerable cantidad de energía, al menos estaba listo para lo que tenía que hacer. Se levantó con calma y un poco de pesadez por la siesta que tuvieron. Fuera ya no había luz del sol así que suponía que ya debía ser de noche, observo la ropa que estaba junto al sofá, suponiendo que Kiyan y Edel la habían dejado ahí, o Edel para ser más específico. La observo un momento, no necesitaría cambiarse para lo que iba a hacer, y aunque la idea no le terminaba de gustar del todo, sabía que no tenía muchas opciones en ese momento. Los planes habían cambiado drásticamente, el rumbo de todo dio un giro inesperado y ahora tenía que t