Capítulo 1
Acto de circo.
Un hombre con un uniforme que decía seguridad me dirigió hasta detrás del escenario donde todo estaba oscuro y lleno de gente, tropecé con las escaleras pero me erguí rápido, comenzando a subir hasta encontrarme al lado de Mazo y el señor bigote de Hitler.
Me coloqué entre los dos, las luces de los reflectores me aturdían, observaba la cantidad exagerada de personas en la gradas y en el área VIP, ¿este lugar no colapsaría?, ¿estaba apto para tanta gente?
Bueno, tampoco era como si me importara tanto.
—Hola señorita —dijo Mazo, bigote de Hitler dio zancadas hasta irse no sin antes hacer una reverencia.
Sentía mi corazón acelerado, es decir, había visto a Mazo de lejos y me pareció un ser completamente antinatural, era… jodidamente atractivo, pero de cerca parecía una especie de dios del infierno, puede que el maquillaje lo hiciera hacer lucir así, tenía brillo en el rostro y en el cuerpo, además de que estaba maquillado de forma que acentuaban cada rasgo y cejas gruesas.
No podía quitar mis ojos de él, era… completamente atrayente.
—Mírame a los ojos —dijo él, mi rostro se sonrojó cuando mi mirada se encontró con la suya, casi olvidé respirar. Se escucharon gritos emocionados del público.
Lo miré fijamente, sus ojos eran de un intenso azul, casi me daba la impresión de que podía meterme a nadar allí, de pequeña jugaba a retos de miradas con mi hermana, si era lo que íbamos a hacer, por supuesto que iba a ganar.
Mazo frunció el ceño y pestañeó varias veces hasta parecer recordar lo que iba a decir.
¿Habría sentido lo mismo que yo?
No, no era estúpida, no podía gustarle.
—Tampoco me asesines con la mirada —comentó en broma.
Todo el público estalló en carcajadas, fruncí los labios.
Que gracioso, muero de risa.
—Su nombre empieza por G, B, D, C, H, F... —hablaba tan rápido que intentaba seguirlo pero era casi imposible—, ¿F?, F. ¿Fa?, ¿Fre?, Fran, Franky, Francia.
Me quedé anonadada, ¿Cómo lo había hecho?, era increíble y que yo dijera que algo era increíble era mucho decir.
Me imaginaba que todos los que trabajaban allí tenían un talento extravagante, Mazo no podía ser la excepción.
—¿Se llama Francia? —sonrió, una sonrisa que parecía siniestra en sus labios negros con brillos azules.
Afirmé con la cabeza todavía sorprendida.
—Bien, Francia, ¿sabes bailar?
Negué con la cabeza, no desde aquel día que cambió mi vida.
—Por favor —sonrió—, todo el mundo baila, ¿o no?
Se escuchó otra bulla del público, ¿en serio me iba a hacer bailar? Comencé a sentirme nerviosa.
¿Quién me mandaría a subir?
Bueno, yo había subido solita por idiota.
—Ven, para animarte un poco, si logras seguirme el paso podrás pedirme un deseo, cualquier cosa que esté a mi alcance, a ver ¿Qué deseas?
¿Que qué deseaba?
Pasé una mirada por su cuerpo perfectamente trabajado, todos en el público gritaban y me decían cosas hasta poco aptas para la televisión, pero no iba a follar frente a todo el mundo.
Ay por favor, yo también quisiera pero no soy puta.
—Quiero... papas fritas —dije.
—¿Unas papas? —dijo incrédulo y su sonrisa siniestra estaba allí otra vez—, bien, pero si no logra seguirme el paso, tendrá que cumplir mi deseo, ¿bien?
Afirmé con la cabeza algo dudosa, y desconfiada de él.
—¿Qué deseo es ese? – le pregunté, mi voz solo él la podía escuchar.
—¿Que qué deseo será el que quiero? –Repitió para que el público no se perdiera de nada—, pues un beso.
Oh.
El incontrolable público se volvió loco, me imaginé que si yo hubiera estado sentada de espectadora, también estuviera gritando y emocionada para que la chica besara al chico, el calor subió a mi rostro y casi me quedé sin aliento.
Me guiñó un ojo, de seguro siempre decía eso para que el público reaccionara de esa manera, a lo mejor de verdad todo estaba arreglado para que yo ganara...
¿Cierto?
¡¿CIERTO?!
—Es así, ¡Dale DJ! —gritó, y comenzó a sonar un reggaetón extraño, ¿era enserio? Odiaba ese ritmo fastidioso y esa letra sin sentido.
Bueno, odiaba casi todo así que no era mucho decir.
—Paso, paso, cadera, paso, paso —dijo—, ¿me sigues?
Me lo quedé mirando embobada porque realmente se movía muy bien y sentía que estaba a punto de lanzarme sobre él como toda una fan enloquecida.
Pero no eres así.
Cálmate.
Bien, no era mi culpa que fuera guapo.
Intenté imitarlo.
—Muy bien, ahora ¡Cambiemos el ritmo!
Comenzó a sonar un vals, Mazo me agarró las manos colocándomelas sobre sus hombros, su piel fría se sentía extraña, colocó sus manos sobre mi cintura acercándome hacia él y ya podía comenzar a gritar hacia mis adentros, nunca me había dejado tocar ni agarrar por nadie, y realmente me sorprendía que ahora lo hiciera frente a toda esta gente.
Le seguí el paso, esto era fácil, alcé la vista hacia sus ojos azules, él mantenía la mirada fija en mí acelerándome el corazón.
—Ahora... —murmuró Mazo, alzó una mano y me pegó en la cabeza con la palma abierta de manera inesperada.
¿Pero qué caraj...?
Fruncí el ceño dispuesta a darle una bofetada por golpearme, pero de repente me empujó haciéndome girar, y no fui capaz de parar, daba vueltas de ballet sin detenerme, la punta de los dedos de mi pie tocaba apenas el suelo con el elegancia de una bailarina, mientras no parecía perder impulso, era consciente pero sentía que no tenía el control de mi cuerpo cuando comencé a elevarme en el aire.
Joder, joder, joder, no podía creer que estuviera volando.
Cuando de repente se escuchó una detonación, como un disparo, perdí el equilibrio, caí impactando contra el suelo dolorosamente y todo se volvió oscuro.
Capítulo 2Únete al circo.¿Qué había pasado?Abrí los ojos, y los murmullos cesaron, yo pensé que me iba a encontrar en un hospital, con la cabeza enyesada y una intravenosa dolorosa en mi vena, pero era la antítesis de lo que yo creía; estaba sentada en un mueble, echada hacia atrás, debí haber tenido la boca abierta porque mi garganta se sentía reseca, no me dolía la cabeza ni nada, estaba perfecta; como si simplemente hubiera despertado de un agradable sueño.Bien, esto era extraño porque recordaba haber estado en el escenario y luego... nada.La habitación donde me encontraba era pequeña, más bien, parecía un camerino porque tenía una peinadora con luces, muebles y mucha ropa colgada. Se encontraban tres personas, el suje
Capítulo 3Todos son desconocidos hasta que toman alcoholMañana el circo se iría y todavía no había llamado a la señora Furléz.Empezando por ahí, ¿Qué podía decir? Pensaba demasiado para hacer cosas arriesgadas, como para irme a un circo lleno de colores cuando yo era… la antítesis.Me coloqué mis sandalias de tacón, esta noche iría con mi tía a una cena con su equipo, celebraban el hecho de que hubieran hecho seis operaciones en la clínica en tres días seguidos, yo no lo entendía, pero mi tía estaba feliz así que simplemente la apoyaría.El noticiero daba su reporte de la noche mientras yo terminaba de aplicarme el labial vinotinto.—"...Estoy segura que el circo es un lugar de alta categor&i
Capítulo 4¿Algopeorqueperteneceralcirco?,serlanuevaatracciónTan pronto como llegué al aeropuerto llamé a la señora Furléz, ella me dijo una clave para decirles a los guardias y ellos me dejaron pasar al estacionamiento de aviones. Observé un avión con el nombre"CircoFurléz"tenía colores misteriosos y daba la impresión de que saldría magia. Unos hombres musculosos hacían el trabajo de cargar a los animales y el equipaje, no era como si yo viajara mucho, pero notaba que ese avión era más grande de lo normal, todos los integrantes del circo andaban esparcidos esperando para abordar.—Señorita Miles —escuché, voltee mi rostro encontr&aacut
Capítulo 5La antiguaprofesoradebaileMe sobresalté cuando la alarma sonó y una luz nos advertía que nos colocamos los cinturones cuando por fin llegamos a Senda Otoño. Aturdida y con el corazón en la mano, me sentí tranquila de que solo hubiera sido un sueño... o mejor dicho un horrenda pesadilla.Una sexy, humeda y horrible pesadilla.Joder, era una calenturienta.Los labios de Letwin sobre mí, sus manos sobre mí, ¡uff! ¿Hacía calor o solo era yo?Nos esperaban dos autobuses para llevarnos al hotel, no podía creer lo espectacular que eran las calles, este era otro país, oficialmente estaba viviendo mi aventura.Aquí comenzaba.El hotel "Reino"era cinco estrellas, ahí nos hospedar&i
Capítulo 6El chico que llené de vomito.Estaba corriendo, no sabía por qué, pero era una calle oscura y parecía no tener fin, tenía un vestido corto de volados blanco, estaba sucio y despedazado, pudeobservarmedesde afuera como si se tratara de una película, mi maquillaje estaba corrido, como si hubiera estado llorando, me sentía realmente asustada, y gemía en voz baja de la desesperación, escuch&
Capítulo 7La discoteca.Solo vi Círculosen paralelo mientras caía del puente, había un gran árbol que extendía sus ramas sobre el río, me agarré de una de ellas, esta se rompió, pero me dio tiempo de agarrarme de un tronco más grueso, me aferré de él y creo que comencé a sopesar lo que acababa de pasar.
Capítulo 8No hay resaca—Hey usted, venga, aquí, únase –dijo una chica rubia apenas vestida con un top de lentejuelas y una mini falda negra, parecía una prostituta barata.Que bueno que estoy a salvo dentro de mi mente,po
Capítulo 9Presencia malignaRespiré hondo cuando todos tomaron asiento y yo fui a la tarima al lado de la señora Furléz. Quería que la tierra me tragara ahora.—Equipo Furléz, ella es la señorita Miles –prosiguió—, será nuestra nueva profesora de baile durante estos 4 meses, claro que me gustaría que firmara un contrato, pero la señorita Miles dice que lo pensará, espero que lo haya estado pensando.—Lo he hecho –afirmé con la cabeza, aunque la verdad no lo había hecho—, necesito pensar un poco más.Todos soltaron una carcajada, no comprendía, no habia dicho nada gracioso.En ese momento mis ojos se desviaron a las puertas de vidrio de la entrada que se abrieron, dejando ver a Letwin pasar con tranquilidad, nadie lo mir&oacu