Capítulo 60
Mi bebé asesino.
Al pasar los minutos comencé a calmarme, y fue cuando me di cuenta de la atrocidad que había cometido. ¡Oh Dios!, ¿Qué había hecho?, el señor Gúdman estaba tendido en el suelo, sus ojos abiertos, al igual que su boca, no parecía estar respirando, y estaba segura que nadie podía aguantar la respiración tanto tiempo.
Miré a mi alrededor, mis ojos se fijaron en el fondo del pasillo parecía haber un deposito de varias cosas inservibles, me acerqué rápidamente, no podía arr
Capítulo 61Si la vida fuera un simulacro, ¿estarías listo para enfrentar la realidad?Salimos de la fortaleza, donde por mi culpa habían muerto dos personas. Yo era un peligro para los que me rodeaban, Arcangel, el sacerdote de la tienda de discos, el señor Gúdman y mi pequeño Angel, sin contar aquellos endemoniados que intentaron matarme con anterioridad. Aunque no es como si en este momento impo
Capítulo 62Horror.Caí como a cinco metros de distancia peligrosamente cerca del pequeño y profundo precipicio, mi cuerpo seguía siendo impulsado directo al vacio, clavé mis uñas en la tierra cubierta de sangre pegajosa, sin embargo lo que me logró detener fue una flecha clavada en el suelo, mi camisa semi destruida se enredó en él, haciéndome rebotar por el freno repentino, tosí un poco porque casi la tela de mi camisa me ahorcó, desenganché mi camisa, levantandome con cuidado, había llegado a estar a tan solo unos centímetros de caer en el precipicio, no sabía si reír, llorar, cantar o alabar a Dios.
Capítulo 63Dorothea del infierno.-Vamos –demandé levantandome, entonces con mi báculo pasmoso cree un triangulo en el aire, creo que nunca había dibujado esa figura, no sabía qué hacía. Para la sorpresa de todos, el triangulo creó una especie de fusil que exterminó por completo al ciclope, solté una exclamación, jamás sabría todo el poder que tenía esta especie de varita magica.-¡Vamos! –Les grité cuando tuve la atención de todos-, estamos cerca.
Capítulo 64Baculo pasmoso.Saqué mi báculo pasmoso de los restos de la bruja Dorothea, sin perder tiempo comenzamos a correr, me imaginaba que todos, (al igual que yo) estábamos más enérgicos y asustados de poder llegar hasta allá, sin embargo luego de lo que parec&iac
Capítulo 65El final de todo.-Estamos juntos en esto –susurró pegando su frente con la mía-, no somos malas personas, intentamos arreglar todo esto...Afirmé con la cabeza y forcé mis labios a sonreír dejando que las lágrimas se desbordaran de mis ojos, él me las limpió y me devolvió la sonrisa. De súbito desapareció y lo vi reaparecer frente a la señora Furléz con los demás malditos del circo, me sorprendí un poco, eran realmente bastantes, ¿tal vez doscientos?
Capítulo 66Despues del desastre.Me tomé un momento para mirar el cielo donde las nubes comenzaban a tornarse a un morado-azul tenue, la luna dorada empezaba a bajar para darle espacio al sol, sin embargo todo lo que veía alrededor era destrucción, ¿todo había terminado o había iniciado?-Esto... –Sasha llegó a mi lado- se llama libertad.Habernos liberado de las personas que nos metieron en problemas lo veía como una especie de justicia, sin embargo el vacio en mi pecho se extendía cada vez más, lo había perdido todo, sentí mi mejilla arder donde me había abofeteado la señora Furléz, cuando la acaricie mis ojos se percataron de la pulsera que Letwin me había regalado, mis dedos tocaron las estrellas y el buho dorado, todo parecía una extraña confusi&oa
Letwin.CuandoLetwinse encontró con Francia por primera vez.Estaba inclinado de la pared, el personal corría de un lado a otro como hormigas recolectando suministros, sus caras de preocupación y el estrés eran palpables, ¿acaso no entendían que la vida no tenía significado?, naces, vives, mueres y tal vez puede que te reproduzcas, el estúpido ciclo de la vida, todos los siglos eran iguales, aunqu
Me desperté sobresaltada sintiendo mi corazón acelerado, miré alrededor de mi habitación todo estaba oscuro, no había nadie, pero sabía tenía esa extraña sensación de ser observada. Aparté las sábanas a un lado para salir al pasillo de puntillas para no despertar a mis padres, necesitaba a la única persona que me tranquilizaba.Mi abuela.Entré a la habitación, ella dormía con rulos en la cabeza y una crema verde que según su teoría le quitaría las arrugas, aunque no era algo que hubiera comprobado. Me acosté a su lado y la abracé sintiéndome automáticamente protegida.—¿No puedes dormir? —Murmuró mi abuela, negué con la cabeza en respuesta, pero era algo común en mí—, ¿Quieres que te cuente la historia?No dije nada porque ell