IVANNA
—Que emoción, ya vas a cumplir tu sueño —dijo Anto a mi lado en voz alta, que casi todos los presentes podían escucharla —Ya quiero tener tu edad para hacer lo que quiera.
Ella no iba a dejar de insistir con lo mismo, no había poder o nada que le quite las ganas de ser parte de la mafia. Y eso me preocupaba, mucho. Antonella podía llegar a hacer muy persistente, tanto que podía cumplir lo que se proponía, y eso me daba miedo.
Y no es que no quisiera que fuera feliz e hiciera lo que le gustaba, solo que lo que ella quería no era nada bueno y estaba muy lejos de ser algo normal.
—Si te lo propones, pronto podrás ser una gran bailarina —Anto se volvió hacia mí con una expresión de confusión —Puedes aprovechar ahora que estás anotada al casting, muestrales tu talento.
—Sabes que no quiero ser b
IVANNA —No, no podemos hacerlo —dije firmemente. —Si, si podemos, otra cosa es que no quieras hacerlo —respondió Anto —No me voy a quedar toda la noche encerrada en estas cuatro paredes. ¡Joder, estamos en Las Vegas! —exclamo eufórica con los brazos extendidos. Agarre el mando del televisor y me acomodé en la cama ignorando su comentario. Estábamos viendo películas, pero Anto no se podía estar quita ni un segundo, era como si tenía que estar haciendo una actividad más activa. —No me ignores —se quejó y se dejó caer a mi lado sobre la cama —Sé que tú también quieres salir, ya venimos hasta aquí y desobedecimos a nuestros padres, que más da hacer algo fuera de lo normal. —Tú siempre haces cosas fuera de lo normal —le eché una mirada evidente. —No me culpes —encogió los hombros —Es algo que no puedo evitar. Gire los ojos. Si, exacto, era algo que no podía evitar porque lo llevaba en su sangre. —De todas mane
ADAMO/DEMON ―¿Crees que sea buena idea? ―inquiere Brian a mi lado ―Rosso podría molestarse, sabes que no le gusta que le lleven la contra. ―Y no lo haré ―respondí ―Solo haré un ligero cambio al plan. ―¿Y cuál es el paso uno? ¿Acosarla? ―pregunta sonriendo ―A May no le va a gustar esto, cuando se entere de que ya no habrá secuestro se cabreara, ya muero por ver su jodida cara ―ríe. ―Tendrá más oportunidades de raptar víctimas. ―Puede ser, pero él está ansioso por conseguir al pequeño caramelito. Hago un gesto por el apodo que le había puesto a la amiga de la otra chica, no entendía su obsesión. Solo eran una crías y nos estábamos ensañando con ellas por la culpa de un maldito. ¿Y por qué le estaba tomando importancia a ese asunto? Se supone que no debe de importarme lo que le pase a la hija del puto Diablo, mi tarea era llegar hasta él y cumplir la misión que mi capo me había ordenado. Aunque fingir no era
IVANNA Una vez que llegamos al lugar que los chicos se habían ofrecido a traernos, nos guiaron al interior del club. Pero lo que me dejo asombrada fue, cuando pasamos sin necesidad de mostrar nuestros carnets, no sé si fue por nuestra vestimenta de chicas adultas o porque ellos eran conocidos en este sitio. Creo que la segunda, me pude dar cuenta cuando su amigo saludo a varios en el camino mientras nos incorporábamos en el ambiente fiestero. ―Ya era hora ―nos detuvimos frente a un chico rubio, o más bien hombre, se notaba que rondaba entre unos veinticinco o veintiséis años. Saludo a ambos chicos y después poso sus ojos en nosotras, pero se quedó más de la cuenta observando a Anto ―La pequeña rubia ―dijo sonriendo de un modo que me hizo erizar los vellos y no porque haya causado un buen efecto. ¿La pequeña rubia? No pregunte, aunque la curiosidad quedo ahí. Anto rápidamente lo ignoro. ―Tengo mucha sed ―comento de
IVANNANo me arriesgue a beber de la bebida que me habían ofrecido, después de la corazonada que tuve, no me dieron ganas de confiar en nadie. Ni siquiera en él.En cambio, Anto, se había bebido hasta eso y más. No logre conversarla para que no lo hiciera, la niña era demasiado necia.Lo peor del caso es que las bebidas habían tenido licor y no había como detenerla, había enloquecido una vez que el alcohol hizo efecto en su organismo.―Anto, baja de allí ―le dije mientras tiraba de su brazo y ella se tambaleaba sobre la mesa con movimientos dizque sensuales ofreciendo un gran espectáculo a los únicos tres hombres presentes.Los hombres solo sonreían y bebían sin ningún inconveniente, sus ojos fijos solo en ella, el único que tenía expresión distinta como molesta, era Demon, parecía como si la escena lo i
ADAMO/DEMON —Mierda, Demon —exclamo May —¿Por qué hiciste cambios en los planes sin consultármelo? Se cabreó en cuanto se enteró de que ya no iba a haber secuestro, sé que lo estaba esperando. Él creyó que lo estaba haciendo por joderle, pero en realidad lo hacía por otra razón que ni yo mismo sabía. No había sido necesario hacer cambios para conseguir lo que queríamos, de hecho sería más rápido si lo hubiéramos realizado como Rosso lo había ordenado. Me faltaba enfrentarlo, pero una vez que esté dentro en el territorio de Diablo, se le olvidará que lo desobedecí. Por lo general nunca desobedecía, siempre había sido un soldado leal y obediente, pero no sé que me estaba pasando con esa chiquilla que no podía conseguir ser cruel con ella y su amiga. —Ya da igual, de todas maneras está marchando a la perfección —le recordé, ya que habí
IVANNA Seguía temblando y Anto seguía inconsciente. La noche había terminado en un gran desastre, un acontecimiento que nunca deseé llegar a vivir en mi vida, o más bien un infierno. Eso solo causó que me arrepintiera más de haber salido de nuestra habitación, desde el principio presentí que nada de esto iba a hacer bueno. Al principio confíe en él por una extraña sensación que invadía mi cuerpo cada vez que lo tenía cerca, pero luego saque mi escudo de protección cuando creí que ellos terminarían dañándonos por como había terminado Anto luego de haber bebido demasiado, eso no había sido culpa de esos chicos, fue nuestra, nuestra irresponsabilidad, pues en ningún momento la obligaron hacer algo. Y después de lo que ocurrió... El gran aterrador momento... Al final me di cuenta de que la confianza que se había ganado al principio continuaba ahí, estuve segura en el instante que me salvó. Ahora se había convertido en mi héroe. Suspiró y c
IVANNA Horas largas de viaje hemos hecho y aún nos faltaban más. Hasta ahora habíamos descansado unas veces en unos cafés que nos quedaron de pasada, para así usar el servicio de higiene y para alimentarnos un poco. Más de un día era el viaje, no sabía exactamente por qué no habíamos tomado un avión, pero sospechaba que era relacionado con lo que sucedió la anterior noche en aquel club. Tenía la idea de que podrían estarnos siguiendo, el pánico seguía a flor de piel y no había nada que me tranquilizara hasta que no estuviéramos seguras en casa, lo único que quería era llegar a Miami. Varias veces intenté contactarme con mi hermano y con Ale, pero ninguno de los dos tenían sus móviles encendidos, me enviaban directamente al buzón y eso me tenía más preocupada, cosa que no quise comentárselo a Anto una vez que despertó. Sí que fue duro el golpe que se dio y por eso pasó m
IVANNA—Papi —dijo Anto mientras se acercaba a su papá —Deja te explico cómo fue que pasó todo y porque lo hicimos.Dante le señala con la mano para que no se acerque más, Anto se detiene en seco y él se voltea hacia la ventana y se queda fijamente viendo atreves de ella.—Cariño —mi madrina llama la atención de Anto y se le acerca —Dale tiempo, ahora está molesto. Aunque la calma haya llegó a nosotros luego de que ustedes aparecieron, eso no le quita que esté furioso, lo conoces.—No me gusta que esté enojado conmigo —dijo en un tono bajo; aun así, la alcanzamos a escuchar.—Eso debieron haber pensado antes y no actuar impulsivamente —contesto mi padre, quien también estaba muy molesto, sus ojos solo estaban sobre mí.Me sentía pequeña y vulnerable an