He tratado de no darle mucha importancia al estar de regreso aquí. Sin embargo, cuando cenamos se sintió tan familiar, lo que siempre quise para la casa, se sintió con mi grupo de amigos. Iba a ser un lugar de esparcimiento familiar. —Me crucé de brazos.Se arregló en la parte interna, ocho habitaciones, la cocina, el comedor, una de las salas. Pero varias áreas quedaron vacías. En cambio, el exterior se encontraba abandonado, había mucho por arreglar, La maleza rodeaba el lugar y no sé si terminar de hacerlo. —El pecho se me comprimió, mi hija tuviera once años recién cumplidos…—¿Todo bien? —Gamal me puso la mano en el hombro.—Sí.—La casa es increíble, necesita una mano de pintura, recortar la maleza de los alrededores, arreglar una que otra cosa y le devuelves la vida a este sitio. —Gracias. Y sí, aún falta mucho por hacer. —ambos nos recostamos en las barandas—. El kiosco está destruido, el área de la piscina es la peor parte. Los dos portones…—Poco a poco la arreglarás como
—Solo confío en ustedes y en nuestras mascotas. Pero ya nos metimos en esto. —miré hacia la entrada de la cocina—. Onely, nos intentan matar, no solo a nosotras, sino a nuestras familias. Debemos ser fuerte y confiar en ellos, en ese aspecto. No el sentimental. —Eso lo tengo claro. —Pero tus ojos brillan de manera diferente. No te ilusiones con Jabir, no crees dependencia de él. —Solo deleito el ojo. ¿A poco tú no lo haces con Yaro? —A ese hombre ni le intereso. —suspiré mirando al piso, tenía las chanclas diferentes. —Te pusiste mal las chanclas. —No. Les he dicho que Canela me las ha dañado todas. —¿Y no compraste? —negó—. ¿Tú tan impecablemente arreglada y con una chancla verde y la otra amarilla? —Me lanzó un trapo sonriendo. Lía Luz y Amira llegaron. —¿Hay tinto? —La paisa fue hasta la cafetera. —Fue lo primero que hice, voy a hacer tortilla, necesito que se retiren para continuar con mi trabajo. —Muchachas… —La vimos alzar la ceja. —Amira, ahora no. —Necesitamos ha
Era consciente de la mirada de mis compañeros, pero no podía flaquear con mis propias reglas y porque no sé las razones por las cuales ella me incomodaba. Cada día me sorprendía más, y no podía negar lo hermosa que era, el cuerpazo que se gastaba, esa sensualidad la cual parecía emanar hacia mí.No he podido mantener la indiferencia, cuando me ha causado erecciones en más de una ocasión. No era mala, pero mentía, todo mi instinto lo confirmaba, comprendo que no tenga confianza con nosotros. Ahora con la información enviada por mi tío. Todas ellas ocultaban algo.—Se te fue la mano, Yaro.Refutó Yasar al ingresar a la habitación escogida como centro de operaciones. Por ahora tenía los monitores que Gamal fue a comprar en la mañana a Montería, y el resto de cámaras, dado que no alcanzaron las traídas desde Bogotá. —Después dicen que yo soy el hijo de puta con las mujeres. —Me crucé de brazos ante el comentario de Jabir—. Rechazar a ese manjar. —Me acerqué a mi compañero, quien alzó las
Seguía algo avergonzada conmigo misma. —nuestros perros jugaban—. Ellas esperaban mi decisión al cambio que debíamos dar y todo por la manera en que Orlando y sus amigos nos metieron en la mafia. Claro que podíamos rechazarlo y punto… Pero estamos cerca de descubrir quién...—Salomé.—Pienso en tu propuesta Amira.—¡Ea ave maría, pues! Ni que fuera tan difícil decir que sí. A esos bombones los necesitamos de nuestro lado y para asegurarlo es en la cama. Y sí que están buenos. Además, ya supe que mi Chocolate Express no tiene novia, tengo vía libre.—No es fácil. —dijo Onely, sé por qué lo decía.—Asegurémonos de que le movemos algo a los papacitos. Si logramos levantarle su virilidad, dependerá de nosotras. Mírenlo como solo disfrute, pero nos deben de defender cuando demos el paso de decir. «Somos las putas mafiosas». O digámosles, qué lo que pasa en San Bernardo del Viento se queda en San Bernardo del Viento. —En una noche de baile, un par de cervezas podemos tantear el terreno.M
¡Ea Ave María! ¡Por Dios bendito! Eso fue ir por lana y salir trasquilada, ni más ni menos. Fui a tentar y poner caliente a mi Chocolate, la que salió abatida, fui yo. Sí, este hombre era fuego puro. Y yo tan necesitada… han sido nueve meses sin disfrutar de mi cuerpo, mi último amante hace tiempo se fue de viaje. Además, no me traje un vibrador para darme cariño, pero con lo que toqué, ¿quién desea un juguete?Amira, Amira camina como el cangrejo, por favor regresa a tu cuarto. No te muestres tan necesitada. El dedo también ayudaría un poco… Eso era, retrocede… Ese Chocolate caliente te lo bebes otro día. Usted vuelva a ser una dama, necesitada, pero te sacias otro día.Me encerré en el cuarto, Pomelo labró, levantó su cabeza y volvió a acomodarse en la cama. Tocó bañarse de nuevo. La sensación de deseo no se fue, esa seguía prendada a mí, cada segundo revivía la sensualidad con la que Yasar se saboreó mi humedad.Era extraño, deseo tener satisfacción, pero no dada por mí, sino por é
Hace poco se quedó dormida sobre mi pecho, era la una de la mañana, no dejamos de brindarnos placer. El recuerdo de sus caricias en mi endurecida erección, me envió un corrientazo de nuevo a mi entrepierna. El recordar cómo su sensual boca me brindó tal placer, fue alucinante. Amira era desinhibida con relación al sexo. No creo que pueda dormir algo, me costaba conciliar el sueño. Su brazo y pierna cubrieron la mitad de mi cuerpo, su blancura sobre mi piel tostada era de mi agrado. Toda ella me gustaba; su aroma, su sabor, sus movimientos. Hasta esa desbocada manera de salir con sus comentarios. Me acomodé un poco más y la abracé, siempre he sufrido de insomnio, con tres o pocas veces dormía cuatro horas, con ese tiempo podría decir que había descansado. Al ser francotirador eran días los que debía pasar en vigilia y eso trastornó mi sueño desde muy joven. Amira se movió, cambió de posición, me dio la espalda y por inercia la abracé, quedando en posición de cucharita, la nariz qued
Me sonrojé. Esos ojos negros me miraron de una manera diferente. —No lo sé, pero parece. ¿Le molesta? —No, la compañía es agradable. —Desde que llegamos aquí no siento que me cuida, la convivencia ha sido muy tranquila, hace mucho no tenía vacaciones, en verdad fue un acierto alejarnos de todo. ¿Puedo hacerle unas preguntas? Yo no podría ser como Amira, para acostarme con un hombre debía tener algo de cercanía, conocer un poco a la persona. Por su aspecto físico le daba la máxima calificación, era muy agradable para mi gusto, Gamal me agradaba como hombre. Y si no me acuesto no le veo problema, quiero construir con él una relación sólida, ya sea de amor o de amistad. Sé no que no le era indiferente, he notado como me queda mirando, y lo ha hecho desde el primer día de conocernos. —Siempre y cuando tenga el mismo derecho a preguntar. —Eso me agrada. —miramos a mis amigas. —¿Van a comprar ropa? —Ellas, les pedí el favor que me compraran un vestido playero para el sábado. —¿Y
Hacía mucho que no nos divertíamos como hasta ahora. Nos encontrábamos sentados en el área arreglada por ellas desde la mañana, pusieron sillas cómodas, dos chimeneas de playa, —más para alejar los mosquitos—, mecedoras, una mesa donde ahora se encontraba las picadas y pasabocas. La música a un volumen que te invitaba a bailar, aunque nadie se había atrevido a hacerlo por el momento.Yo tenía años de no bailar, y era algo que me gustaba. Hacía más de tres horas cenamos un muy rico asado en el cual me encargué de supervisar. Iban a ser las doce de la noche. Escuchábamos las anécdotas de parte de Jabir. A Lía la tenía a mi lado, Amira ha pasado con las piernas sobre las de Yasar; se veían muy cómodos y no se ve que sea como el tumaqueño nos dijo, que solo era placer. Onely al lado de Salomé y Yaro frente a la líder de ese cuarteto de mujeres. Puede hacerse el pendejo, pero esa bogotana le movía el piso, así como la caleña movía el mío. Era agradable ver que volvía a despertar de ese m