Amira nos pidió una reunión de carácter urgente esta mañana. Por eso quedamos en reunirnos afuera de la última toma de medidas de mi vestido. Habían pasado dos meses del matrimonio de Onely y hace un mes fue la sentencia de Emilio. Le dieron doble condena de sesenta años sin derecho a nada, debía permanecer en cama el resto de su vida. O si el enfermero se condolía ponerlo en una silla de ruedas. No sabemos si va a aguantar tantos años su condena.Mi madre pidió una reunión de nuevo y hace una semana Gamal la acompañó. Fue para despedirse de él y decirle que jamás la volvería a ver. Eso me alegró demasiado. Onely llegó, y detrás de ella lo hizo Salomé. Mi boda era en dos días, la cesaría de Onely fue programada para dentro de tres semanas porque se le estaba hinchado los pies, y por su cirugía de corazón no puede parir de manera natural.Del día de mi boda en dos meses era la de Salomé, al mes de ese matrimonio salgo de cuentas y en tres meses más seria la boda de Amira.—¿Saben cuál
Menos mal, Jabir no tuvo que salir corriendo por contracciones. Fui programada, sin embargo, esta mañana llegamos para una revisión de mi corazón en donde salí perfecta, no obstante, Daniela al ver mis pies hinchados, le pidió a uno de sus ginecólogos que me revisaran y de inmediato programaron la cirugía de cesárea. Para evitar una complicación mayor adelantaron el parto. El ginecólogo fue firme en decirle a Daniela que no me daría salida porque podría generar una preclamsia y ante la voz de un peligro, mi esposo dijo que por nada del mundo me pondría en riesgo.Por ello ya estaba en el quirófano a la espera de que ingresara Jabir para que me acompañe en el nacimiento de nuestro hijo. A él le tocó llamar a las familias informando la llegada de mi pequeño Gustavo. Mi madre también vendrá a conocerlo, mi padrastro fue encarcelado por maltrato intrafamiliar. Y ahora mi madre vivirá tranquila en un apartamento en Bogotá que le compramos, pero como no se ha divorciado de ese vividor, no s
Estas dos semanas de luna de miel habían sido magníficas. ¡Ea Ave María! Fueron apoteósicas. Entre más pasan los días, más deseaba a mi turrón de chocolate. Es que no quería que se vistiera. Debía ser el embarazo. En verdad tenía que ser eso. Eran las cuatro de la tarde y Yasar dormía en la amplia cama desnudo, solo con la sábana azul cielo en seda. Otra vez se me hizo agua la boca, ¿es que no me era suficiente? Con cuidado me subí a la cama, poco a poco le fui apartando lo que le cubría su delicioso y apetecible miembro.Parezco ninfómana, pero ¿qué puedo hacer?, me gustaba demasiado, no obstante, desde mi colado embarazo mi deseo aumentó. Se me hizo agua la boca. La brisa tardecina se filtró por las ventanas abiertas de la cabaña sobre el mar en la que estábamos. Mi luna de miel ha sido lo esperado. Puede que este momento de armonía sea la recompensa ante lo vivido, las pérdidas que tuve y ante mis tragedias juveniles. Solo puedo decir que mi vida fue otra desde que este precioso h
El día por fin había llegado. Mi mujer se arreglaba en una de las habitaciones que entregaba el lugar alquilado y a mí me entregaron otra, para no ver a la novia arreglarse, por ser de mala suerte. Con Amira cambiamos la fecha nada más. Sin embargo, el resto sí fue modificado, optamos por un resino más pequeños de esta inmensa hacienda. Los dos somos del pensar que en nuestra boda debían estar la familia de ambos y amigos allegados, las personas que por alguna razón nos había ayudado o nos ayudarán sin importar nada en determinado momento.Salí del cuarto y me fui al bohío donde el sacerdote efectuará la ceremonia. Mis padres y familiares ya estaban tomando sus puestos. Mis amigos llegaron a mi lado. Jabir con su hijo de seis meses, Gamal con su preciosa hija de dos meses y medio, Yasar lo hizo solo, pero no demora en estar cargando a su primogénito. Las damas muy seguro se encontraban en la habitación de mi mujer.El estar en paz con tu pasado ayudaba tanto a sentirte pleno en el pre
Estaba en la oficina. Ante la ausencia de Yaro los tres estábamos trabajando demasiado, a partir de una semana ya no venía más por licencia de paternidad, y por eso andábamos con horas extras en la oficina. Amira sale de cuentas y mi hijo por fin estará en nuestros brazos. Mi mujer estaba más loca de lo que era con su llegada, la habitación de nuestro hijo se encontraba lista. En la decoración su hermano le ayudó mucho.—Yasar, ya no podemos recibir más trabajo. —Jabir ingresó a la ofician con varias carpetas.—Concuerdo contigo. Gamal ahora se encuentra mirando otras instalaciones para agrandar la agencia. Peor aun así… con lo que tenemos, más las operaciones del general Acosta no damos abasto.—Aun así, como dijo Yaro, nosotros nos caracterizamos por la calidad de nuestro trabajo tantos es perder calidad. Prefiero pocos que muchos.—En eso los cuatro estamos de acuerdo. Pero las demandas buscando nuestro trabajo aumenta. Podemos hacer lo que dice Gamal de manera paulatina ir aumenta
Cuatro años después. Era el cumpleaños de mi preciosa hija María Elena Lozano Carvajal. La fiesta era de ositos, Yaro terminaba de instalar las arandelas que le pedí, y luego se encargaría del asado en un lugar seguro porque mis sobrinos eran terribles. Y no puedo decir mucho, José Manuel, apenas con sus dos años, iba a ser terrible. Sin embargo, los gemelos de Onely eran a otro nivel, y ni que decir de Octavio. La fiesta sería en el amplio jardín de nuestra remodelada casa, por un año hicimos varios cambios y ahora parecía una casa nueva, quedó mucho más amplia, y con dos hijos queríamos más espacio para poder jugar con ellos. Nuestro trabajo se fusionó de manera perfecta. Nuestros esposos se habían posicionado en el número uno no solo de Colombia que ya lo eran, sino de manera internacional. Nosotras trabajamos en línea desde nuestras casas. Y así estamos al pendiente de la crianza de nuestros hijos, del hogar y sin descuidar nuestra misión de tener a Colombia bajo la mira de Oper
Las manos seguían temblando. Pasé tres horas en el baño, me miré al espejo.—Señora Salomé, la cena está lista.—Gracias, Tabata.Canela, mi bella perra ingresó a la habitación. Una vez sola a la imagen de esa mujer vulnerable la envié al baúl del olvido. Él ya está preso y no volverá a maltratarte, no volverás a visitarlo. Dejarás que la ley caiga sobre él, nunca más volverás a la cárcel a verlo. Sigue en tu papel.—Eres fuerte.No tenía hambre, sin embargo, me obligué a comer. Canela parecía sentir mi vulnerabilidad. Nunca más vuelvas a pensar en Orlando, es tu esposo y en unos días te divorciarás. Mi portátil empezó a sonar, eran mensajes de ellos. Pero no estaba para contestar. No hoy, aún no estaba lista para demostrarle al mundo lo que acababa de decirme frente al espejo.Debía asimilarlo. Los intentos de recuerdos los borré automáticamente, no pienses, no lo hagas. —sonó mi celular. Eran mis amigas, una videollamada al WhatsApp.—Hola.—¿Estás muy ocupada? Nos están llamando, e
Acudí a la audiencia de interrogación con mi abogado. Rigoberto era un viejo zorro y no podía venir con un novato. De hecho, él fue quien logró meter al asesino de mi madre y hermano a la cárcel. Ese hombre que arruinó nuestras vidas por ir borracho. Y no solo la nuestra. Aún tenía grabada la imagen de ese hombre, lleno de dolor. Aunque si lo veo en la calle no lo reconocería. Solo lo vi que era alto, vestido de militar, con su gorro y gafas oscuras, sufriendo por la pérdida de su esposa e hijos, quienes también fueron arrollados por el borracho ese.Un tercer auto también fue enviado al precipicio y eran una pareja de la tercera edad. Fue un amargo momento.—Salomé. Todo salió bien.—¿Eso crees? —acababa de testificar.—Señora Salomé Carvajal de Agudelo —Al menos me dejarán de decir Agudelo. Como lo detesto—. No puede salir del país, debe estar presta a las siguientes indagatorias para esclarecer la muerte de su esposo.—¿La dejará ir, señor agente? —Lo que faltaba, mi flamante suegr