Puta vida y desgraciado sea mi padre. No tenía otra manera de expresar y explicar lo que había pasado. Mientras Ramón dio gritos por lo que le acababa de pasar a su novio. Yo trataba de avanzar lo más rápido posible, mientras dejábamos atrás la destrucción de la casa.Nos salvamos de milagros. La casa explotó y el impacto alcanzó a la pareja del hombre que lloraba en este momento. Lo vimos envuelto en llamas, más no escuchamos gritos. Ta vez el impacto lo mató y no sintió el ardor de su cuerpo. Un hombre que no tenía velas en el entierro más que enamorarse de un sicario.—¿Hay otro camino para salir de aquí? —Ramón no decía nada—. ¡Escúchame! Llorando no le darás justicia al tu marido, sabes quién fue el hijo de mierda que te hicieron esto y te convirtieron en una máquina para matar. —Le recriminaba Yaro. El celular del marino sonó. Ellos estaban armados y listos para defendernos.—Jefes nos atacan. Hay diez camionetas. ¡Y nos disparan!Nosotros por nada ni la contamos. Vi cómo salió
—Eventualmente, me acostaba con mujeres. ¿Se sorprendieron?—No lo esperábamos.Llegamos a la casa y ahí estaba el carro de José, ellos debían de estar el interior de la casa. Al ingresar lo primero que hizo Salomé fue llegar al frente de Ramón. —Él le bajó la mirada—. Y ella, en vez de reclamarle, le preguntó.—¿El cuidarme fue una obligación?—No señorita. —Se le quebró la voz.—¿Por qué lo hiciste Ramón? ¿Tú sabías que mi madre y Emilio eran amantes? —afirmó bajando la mirada—. ¿Y sabías que yo soy hija de Emilio y no de Francisco? —Sus ojos se abrieron de par en par. —No.—Y mi hermano era hijo de Juan Carlos Montoya. —Los ojos se abrieron aún más.—No lo sabía. De hecho, su madre supo jugar con varios. Con todo respeto. ¿Por eso el señor Francisco tuvo el infarto? —afirmó.—Capitán, yo me voy. Cualquier cosa adicional me informan.—Gracias, José.—Yaro, quiero hablar con Ramón. —señalé el mueble. Donde los pudiera ver.—Pueden cenar. Por ahora nosotros debemos sacarle copia a
Estaba siendo orientado por Jabir, en tres ocasiones habíamos realizado este ejerció. Le pilotando un dron y yo en la esfera como le llamamos. —estoy en la parte alta de la casa, metido en una esfera que me deja mover en todas las direcciones. Y controlo un arsenal que tenemos en el techo. Hemos sido unos niños con estos juguetes. —escuchaba los disparos, más no la voz de Yaro dirigiendo a Gamal y para sorpresa nuestra a un Ramón muy resentido ayudándonos. Si hacemos un libro en verdad no lo creerían. —No me gusta el silencio que existe en el cielo. —Y yo no creí que solo nos manden un explosivo. Como nos traicionó uno de los nuestros, Armando si era por temas de dinero pudo hablar con nosotros. ¿No lo crees? —El dinero corrompe. No lo justifico, pero en un inicio con las pruebas que hacemos con el departamento de personal, salió limpio. Algo lo llevó a vendernos. —No comparto eso. De él lo creía, en el pasado pudo comprarle el corazón a su esposa y no lo hizo porque no era lo co
La situación parecía no terminar. Y cada vez me daba más susto, tener aquí a Ramón no era una de las mejores ideas que hayan tenido. Para colmo, la muerte de ese hombre fue consecuencia de la noticia que salió en la mañana y por la declaración de Yaro ante el secuestro de su hermana. Amira les puso la grabación. Donde salía un capitán respondiendo a varias preguntas bastante directas.—Capitán Yaro Lozano, ¿cree que el intento de secuestro a su hermana fue por una venganza?—Por supuesto. Y eso lo manejará la fiscalía, que él responda con la verdad ante ellos.—¿Usted no puede decirla?—No intervendré con la buena justicia y me agrada que estos casos los estén manejando jueces que no se encuentran en la nómina de la mafia colombiana.—Esa es una aclaración bastante directa.—Es una realidad. Y desafortunadamente me estoy interponiendo sin querer en sus eventos. Además, ya están saliendo verdades y muchos están cayendo. Este es solo el inicio.—¿Vendrán más detenciones?—Eso no lo sé,
Bajamos sin problemas a nuestra agencia. Jabir apagó las hélices del helicóptero y cuando era oportuno descendimos. Estábamos armados hasta los dientes y se encontraba la agencia nada más con los vigilantes. Eran las dos de la mañana. Ramón se puso a un lado del escritorio en el área de aterrizaje.—Aún estoy debiendo una parte del trato. No creo que se encuentre en este momento, él ya debió cambiar de residencia. —cómo pudo, con su mano buena escribió la dirección en donde estaba la Araña—. Él suele cambiarse cada determinado tiempo o cuando siente el peligro se esconde y como sabe que estoy detenido no usará los lugares que conozco. De hecho, les daré todos los lugares que le pertenece y donde se ha ocultado en los últimos años.—Gracias.Salomé ha estado muy pensativa desde que habló con él. Y empiezo a conocer a mi mujer, ella no hablará hasta que sea el momento en que ella puede enfrentar, mientras permanecerá apartada.» ¿La conversación con Salomé no fue como lo esperabas?—Apr
Y eso hizo, mis ojos fueron cubiertos con algo que no vi. —No me apretó mucho, pero su supo subirlos, no veía nada. Después me desnudó por completo, y tanto sus manos como su boca en cada parte de mi cuerpo hicieron estragos.Su lengua jugando entre mi humedad, me sacó muchos jadeos, era un experto al dar placer con su boca. Algo que adoraba de él, era su dedicación para darme placer hasta hacerme gritar. Hasta hacerme llamarlo e implorarle que ingrese a mi cuerpo.Hoy no me dará el placer de darle placer, el disfrutar de su dureza en mi boca. Solo quiere verme a mí disfrutar. Toda mi piel vibraba y se erizaba cuando se fundió en mi cuerpo, cuando se abrió paso en mis paredes internas.Estar con los ojos vendados aumentó esas sensaciones, se sentó, me tenía cargada y sin salirse de mi cuerpo me puse a cabalgar sentada. Mis movimientos eran marcados por sus manos en mis caderas, amaba tenerlo dentro de mí, amaba todo de él.No nos detuvimos hasta lograr nuestro placer. Y algo que me pa
Tenía a la morena dándome placer con su boca en mi miembro. Pensé que se pondría de digna, pero no, apenas me la trajeron y le dijeron que había sido yo quien le pagó la cuantiosa fianza me ha dado increíbles mamadas. Algo que en lo particular me gusta mucho y sin decir lo condescendiente que ha sido en la cama desde hace dos noches que llegó. Aunque no serpa la única.Mientras se estaba formando el gran problema con Tiburón y la captura de Ramón, saqué un As bajo la manga para joder a esos putos capitanes. —me sacó un gemido. Sí sabia chuparla—. Estábamos en el balcón de una finca cafetera. Aquí me podía quedar mucho tiempo, nadie sabe de ella. Solo Sabueso y mi hermano. Fue la finca de nuestro abuelo. Pero por quedar tan lejos nunca se ha usado supuestamente—. Solo hay hombres custodiando y empleadas. Si nos ven no me importa, al contrario… me gusta. Con Amelia lo hacía.—Mira hacía el panorama y súbete.Así mirada ti trasero y podría tocarle los senos. Amo el sexo. No hay nada que
Estaba con mi tío en su habitación, me encanta hablar con él. Siempre lo he hecho, así que no era nada nuevo.—¿Has hablado con tu hermano, Onely? —Sí, está feliz en Alemania. Menos mal está lejos de todo. Él y ustedes, aparte de mi marido y futuro hijo, son todo lo que necesito.—Es lo que importa cariño. Sacaste mi problema cardíaco.—El de la familia. Según sabemos, el de Emilio es igual. —suspiré —Ahora, ¿Quién sabe dónde lo encontraremos?—¿A qué te refieres? —miré hacia la puerta. Acababa de meter la pata—. No has sido imprudente.—Si lo fui tío. No debo traerte tales problemas. —Le di un beso en la frente.—Onely, por favor. Padeces de lo mismo que yo, y sabes lo molesto que es qué no te digan nada por miedo a que te pase algo. —tenía razón.—Y usted es un manipulado.—No puedo serlo si te das cuenta de que lo estoy haciendo. Pero dime. ¿No encuentran a mi hermano?—No. Ramón. —hizo un gesto de desagrado al escuchar su nombre.—Perdóname, pero lo consideré un amigo. Y detesto