Rafael POV
-¡Un venado!, ¡Gracias a la diosa!-. Exclamo Diana cuando nos vio entrar al refugio a Leonardo y a mí.
-Gracias a Rafael y a mí por olerlo, cazarlo y traerlo querrás decir-. La corrige y pongo los ojos en blanco.
Ese debate suyo ya estaba más que gastado.
Diana diciéndonos la importancia de nuestra deidad, Rafael diciendo que Selene puede besarle el trasero.
En fin, una devota y un escéptico, no era de extrañar que siempre estuvieran peleando.
Los deje en la entrada para que siguieran con su discusión de siempre y me acerque a donde Max estaba acostado, cubierto con la mayoría de nuestras prendas, la fiebre le daba un color encendido a sus mejillas y lo hacía sudar pero se estremecía de frío.
Sus ojos vidriosos me dieron la bienvenida y lo ayude a tomar un poco de agua.
Estaba realmente preocupado, ninguno
Mi trasero chocó con el piso y un quejido de dolor salió de entre mis labios. -¡Concéntrate en tú oponente Julieta!, ¡Ese ataque era demasiado obvio!-. Los gritos de "apoyo" del Beta de mi madre Logan no hacen que me sienta mejor. Con molestia me levanto y regreso a una postura defensiva. Mi hermano Jace está en frente de mí. Sin playera, sin zapatos o calcetines, solo usando un pantalón deportivo. Haciendo que todas las perras de la manada estén viendo nuestro encuentro babeando por el cuerpo bien trabajado de él. Ugh, asqueroso. Aunque no podía quejarme, pues aunque los machos de la manada no fueran tan descarados como las hembras. También había uno que otro que se me quedaba viendo más de la cuenta debido a mis shorts apretados y al sostén deportivo que era lo único que me cubría. Tanto mi cuerpo como el de mi hermano estaba bañado en sudor debido a las largas horas que hemos dedicado a entrenar bajo la apabullante luz del Sol. Mi pecho sube y baja mientras trato de controlar
La luz de Sol se cuela por las ventanas y me molesta los ojos. Intento girarme y regresar a mi cómodo sueño, pero el sonido de como mis hermanos se están despertando y hacen sus tareas matutinas me hace saber que también yo debería levantarme. Unos fuertes golpes se escuchan en mi puerta. -¡Julieta!, ¡Despierta!, mamá quiere que bajemos todos al comedor para desayunar-. Dejo salir un suspiro. -¡Ya voy!-. Con toda la flojera del mundo aparto las sabanas de mi cuerpo y me levanto. Arrastro mis pies hasta mi propio baño, (ventajas de ser la única mujer en esta casa a parte de mamá). Me quito el pijama que consistía en unos pantalones cortos y una playera de Jace mi mellizo junto con la ropa interior y la lanzo a la canasta de la ropa sucia. Me meto en la regadera y la abro. Un chillido sale de mis labios cuando el chorro de agua hela
-Bienvenidos a nuestro humilde hogar, mi pareja y yo estamos muy agradecidos de ver tantas personas aquí reunidas en celebración de nuestros hijos-. Aplausos de los invitados. Papá me soltó el brazo mientras hablaba y en su lugar ahora mamá lo acompaña, detrás de ellos mis hermanos y yo formamos una línea del mayor al menor. -Como todos saben, hoy es un día muy especial pues mis hijos Julieta y Jace cumplen dieciocho años pasando a ser miembros oficiales de la manada, aparte de que en unos minutos tendrán su primera transformación-. Continua mi mamá y puedo sentir el poder que desprende con cada palabra. -¡Pero no solo eso!, también nos complace anunciar el compromiso oficial de nuestro hijo Julian con la señorita Bella, un aplauso para ellos, que su vida en pareja esté llena de felicidad-. Julian se separa de nosotros con las felicitaciones de todos y camina a donde es
Alguien está cerca. Ese pensamiento hizo qué abriera los ojos y me pusiera en alerta, todos mis sentidos en su máxima capacidad. Me tardé un segundo en racionar que no lo había pensado, más bien Casiana fue la que me advirtió. Todo el vello de mis brazos se erizó y mis oídos se agudizaron, notaba la clara presencia de alguien más pero no veía a nadie. -¿Quién está ahí?-. Demande con voz amenazante. Pero el silencio fue mi única respuesta. -Te advierto que estás en territorio de la manada StarryNightMoon, y no toleramos a los intrusos-. Volví a decir con vehemencia pero de nuevo nadie me contesto, y de no haber sido por que Casiana estaba igual de inquieta que yo me hubiera puesto a pensar que tal vez ya me hubiera vuelto loca. Me fui acercando a un arbusto donde había creído oír un ruido, mis pisadas lentas
-Bueno, los equipos serán los mismos de siempre. Su madre, Jackson y Jace contra Julieta Julian y yo. Leonardo elige al equipo que quieras. Te aviso que todos somos muy competitivos y no toleramos la derrota-. Dice papá y comparte una mirada de desafío con mamá. Ambos eran las personas más competitivas del mundo, por eso siempre estaban en equipos contrarios. -El equipo de ustedes suena bien-. Dice Leonardo encogiéndose de hombros. Genial ahora tendré que cargar con su trasero novato mientras le pateo el trasero a mi madre invencible y a mi hermano mayor. Simplemente maravilloso. -Bueno en ese caso vámonos yendo al bosque, te iremos explicando las reglas en el camino-. Dice papá y todos nos paramos de la mesa para salir de la mansión. Jackson, Julian y Jace platicaban entre sí, mientras mis padres iban de la mano. Yo caminaba a la
Jackson POV Veo a mi madre tratando de procesar la información que nos dio Julieta antes de que se desmayara. Mi hermana está en mis brazos totalmente inconsciente y lastimada. Herida. Mi lobo Rex ruge por la sangre de las personas que lastimaron a mi familia, pero mi instinto asesino está tratando de hallar una explicación lógica ante la revelación de mi hermana. -¿Qué hacemos mamá?-. Preguntó finalmente. Mi madre siempre ha sido mi modelo a seguir, si bien mi padre era una gran admiración mamá era definitivamente todo lo que yo aspiraba a ser algún día. Un gran Alpha, una buena pareja, y un gran padre. -Esto no cambia nada, mate o no mate tú hermana fue lastimada. Y eso no se perdona, llévatela de aquí, me encargaré de buscar a las ratas que hicieron esto-. Dice al final muy seria y
Mate, mate, mate, mate, mate, mate. Es lo único que mi mente puede entender en este momento. Llámenme masoquista si quieren. El lobo estuvo presente en el peor momento de mi vida y probablemente estuvo a punto de matarme también junto con sus amigos pero mi Casiana está dando brinquitos en mi mente muy emocionada. Por mi parte no tengo la menor idea de qué pensar acerca del macho. ¿Qué es lo que estaba haciendo en nuestro territorio?, ¿Por qué no se quedó a conocerme?, ¿Es que acaso no me quería?, ¿Me iba a rechazar? Mi corazón se encogió con ese pensamiento. No quiero que me rechace, tal vez en el pasado no quise tener un mate que me atara a su lado y me tratará como una propiedad. Pero mis padres y Julian tuvieron razón siempre. Cuando conoces a tú pareja y sientes el lazo que los une las cosas cambian. Que ilusa fui al creer que iba a poder resistirme. En este momento mis
Los primeros rayos de la luz del día atraviesan mi ventana y me despiertan. Realmente nunca fui una persona mañanera. Más bien era de la clase floja. Pero mi cuerpo estaba lleno de adrenalina y energía por lo que no dudé un segundo en iniciar mi rutina. Mi hermano gruño algo mientras se acurrucaba más en mi cama pero no me moleste en intentar despertarlo. Jace solo se iba a levantar cuando él quisiera o cuando mis padres se acercarán a hacerlo, mi mellizo y yo éramos idénticos en ese sentido. Decido usar un vestido en tonos miel y plata con unos botines café. Amarré mi pelo en una coleta y puse especial cuidado en mi maquillaje. La posibilidad de que mi mate estuviera cerca hacía que mi corazón y mi loba se revolucionara. Una vez lista sacudí a Jace para advertirle que debería vestirse pronto, a lo que él solo volvió a gruñir y darme la espalda. Me encogí de hombros con su reacción. <