Jace POV
-¡¿Qué demonios hace en Noctem Castra?!-. Grito golpeando con las palmas abiertas el escritorio que separa a mis padres y a mí.
Mamá pone los ojos en blanco mientras se cruza los brazos y me responde.
-Perdóname por no tener un refugio para vampiros preparado, me he dedicado un mileno a matarlos no a cuidarlos-. Sin poder evitarlo le enseño los dientes por su tono sarcástico.
-Ella se merece más respeto, es mi pareja, no una maldita terrorista-. Papá me dio una mirada de advertencia por lo que puse distancia entre ellos y yo.
Dannia estaba recargada en la pared de la izquierda observando nuestro desenlace con demasiada atención.
-Que sea tu mate es el único motivo por el que sigue respirando y por lo que sabemos de ella si podría ser una maldita terrorista-. Amenaza mi madre y mis manos tiemblan de rabia.
-¡¿
Rafael POV-El aroma de Rafael es fresco, tal vez un día o dos-. Le informo a Diana mientras estoy encuclillas analizando la tierra en mis dedos.-¿Por qué no podemos simplemente vivir como si nunca lo hubiéramos conocido?-. Se queja Max mientras juega con su arco.-Porque hay cosas que no se perdonan Max, casi moriste, yo no estaba en condiciones, y Rafael apenas tenía energía para salir a cazar algo, ¿Entiendes la gravedad de lo que hizo?-. Prácticamente le gruño Diana a lo que él resoplo.-Claro que lo entiendo, no soy estúpido, pero creo que lo mejor para nosotros es seguir con nuestras vidas, seguir odiándolo mientras lo buscamos por todas partes no me parece lógico ni un manera inteligente de usar nuestros pocos recursos-. Se quejo mientras inflaba los cachetes.-Ahí tiene un punto el cachorro-. Asentí mientras me pon&iacu
Max POV -La manada MoonLight expulsa a los hermanos Turner de sus tierras, a este par de traidores no los reconocemos como parte de los nuestros, que los inviernos sean largos, que la comida sea escaza, que por sus crímenes nunca puedan conocer la paz y nunca puedan pertenecer a ningún lugar-. La voz del Alpha corto con más efectividad que cualquier cuchillo. Mi corazón martilla en mi pecho con fuerza, las lágrimas se acumulan en mis ojos y un nudo me cierra la garganta. Todo esto tiene que ser un error, no nos pueden expulsar. Mi hermano y yo solo estábamos jugando. Volteo a ver mi hermano, mi héroe, mi única familia. Espero el momento en que diga que solo es un malentendido, que somos leales a la manada y al Alpha, que no hicimos nada con mala intención. Pero no pasa, en cambio para mi horror absoluto empieza a ahogarse con una risa siniestra que siempre me dio escalofríos. -Expulsarn
Rafael POV-¡Un venado!, ¡Gracias a la diosa!-. Exclamo Diana cuando nos vio entrar al refugio a Leonardo y a mí.-Gracias a Rafael y a mí por olerlo, cazarlo y traerlo querrás decir-. La corrige y pongo los ojos en blanco.Ese debate suyo ya estaba más que gastado.Diana diciéndonos la importancia de nuestra deidad, Rafael diciendo que Selene puede besarle el trasero.En fin, una devota y un escéptico, no era de extrañar que siempre estuvieran peleando.Los deje en la entrada para que siguieran con su discusión de siempre y me acerque a donde Max estaba acostado, cubierto con la mayoría de nuestras prendas, la fiebre le daba un color encendido a sus mejillas y lo hacía sudar pero se estremecía de frío.Sus ojos vidriosos me dieron la bienvenida y lo ayude a tomar un poco de agua.Estaba realmente preocupado, ninguno
Mi trasero chocó con el piso y un quejido de dolor salió de entre mis labios. -¡Concéntrate en tú oponente Julieta!, ¡Ese ataque era demasiado obvio!-. Los gritos de "apoyo" del Beta de mi madre Logan no hacen que me sienta mejor. Con molestia me levanto y regreso a una postura defensiva. Mi hermano Jace está en frente de mí. Sin playera, sin zapatos o calcetines, solo usando un pantalón deportivo. Haciendo que todas las perras de la manada estén viendo nuestro encuentro babeando por el cuerpo bien trabajado de él. Ugh, asqueroso. Aunque no podía quejarme, pues aunque los machos de la manada no fueran tan descarados como las hembras. También había uno que otro que se me quedaba viendo más de la cuenta debido a mis shorts apretados y al sostén deportivo que era lo único que me cubría. Tanto mi cuerpo como el de mi hermano estaba bañado en sudor debido a las largas horas que hemos dedicado a entrenar bajo la apabullante luz del Sol. Mi pecho sube y baja mientras trato de controlar
La luz de Sol se cuela por las ventanas y me molesta los ojos. Intento girarme y regresar a mi cómodo sueño, pero el sonido de como mis hermanos se están despertando y hacen sus tareas matutinas me hace saber que también yo debería levantarme. Unos fuertes golpes se escuchan en mi puerta. -¡Julieta!, ¡Despierta!, mamá quiere que bajemos todos al comedor para desayunar-. Dejo salir un suspiro. -¡Ya voy!-. Con toda la flojera del mundo aparto las sabanas de mi cuerpo y me levanto. Arrastro mis pies hasta mi propio baño, (ventajas de ser la única mujer en esta casa a parte de mamá). Me quito el pijama que consistía en unos pantalones cortos y una playera de Jace mi mellizo junto con la ropa interior y la lanzo a la canasta de la ropa sucia. Me meto en la regadera y la abro. Un chillido sale de mis labios cuando el chorro de agua hela
-Bienvenidos a nuestro humilde hogar, mi pareja y yo estamos muy agradecidos de ver tantas personas aquí reunidas en celebración de nuestros hijos-. Aplausos de los invitados. Papá me soltó el brazo mientras hablaba y en su lugar ahora mamá lo acompaña, detrás de ellos mis hermanos y yo formamos una línea del mayor al menor. -Como todos saben, hoy es un día muy especial pues mis hijos Julieta y Jace cumplen dieciocho años pasando a ser miembros oficiales de la manada, aparte de que en unos minutos tendrán su primera transformación-. Continua mi mamá y puedo sentir el poder que desprende con cada palabra. -¡Pero no solo eso!, también nos complace anunciar el compromiso oficial de nuestro hijo Julian con la señorita Bella, un aplauso para ellos, que su vida en pareja esté llena de felicidad-. Julian se separa de nosotros con las felicitaciones de todos y camina a donde es
Alguien está cerca. Ese pensamiento hizo qué abriera los ojos y me pusiera en alerta, todos mis sentidos en su máxima capacidad. Me tardé un segundo en racionar que no lo había pensado, más bien Casiana fue la que me advirtió. Todo el vello de mis brazos se erizó y mis oídos se agudizaron, notaba la clara presencia de alguien más pero no veía a nadie. -¿Quién está ahí?-. Demande con voz amenazante. Pero el silencio fue mi única respuesta. -Te advierto que estás en territorio de la manada StarryNightMoon, y no toleramos a los intrusos-. Volví a decir con vehemencia pero de nuevo nadie me contesto, y de no haber sido por que Casiana estaba igual de inquieta que yo me hubiera puesto a pensar que tal vez ya me hubiera vuelto loca. Me fui acercando a un arbusto donde había creído oír un ruido, mis pisadas lentas
-Bueno, los equipos serán los mismos de siempre. Su madre, Jackson y Jace contra Julieta Julian y yo. Leonardo elige al equipo que quieras. Te aviso que todos somos muy competitivos y no toleramos la derrota-. Dice papá y comparte una mirada de desafío con mamá. Ambos eran las personas más competitivas del mundo, por eso siempre estaban en equipos contrarios. -El equipo de ustedes suena bien-. Dice Leonardo encogiéndose de hombros. Genial ahora tendré que cargar con su trasero novato mientras le pateo el trasero a mi madre invencible y a mi hermano mayor. Simplemente maravilloso. -Bueno en ese caso vámonos yendo al bosque, te iremos explicando las reglas en el camino-. Dice papá y todos nos paramos de la mesa para salir de la mansión. Jackson, Julian y Jace platicaban entre sí, mientras mis padres iban de la mano. Yo caminaba a la