La noche continuó, y Valeria se sintió más segura de sí misma. Cada vez que Layla intentaba socavarla, ella respondía con dignidad y gracia. Los nobles comenzaron a apreciar su fortaleza, y la tensión en la sala se disipó.
Sin embargo, en el fondo, Valeria sabía que el desafío no había terminado. Layla no se rendiría fácilmente, y la rivalidad entre ellas continuaría.
Con el tiempo, Valeria empezó a establecer relaciones con otros nobles, ganándose su respeto y apoyo. Se dedicó a aprender sobre la cultura de Dunas, participando en actividades y eventos que fortalecían su conexión con el pueblo.
Un día, mientras paseaba por los jardines del palacio, Valeria se encontró con un grupo de mujeres que estaban en medio de un taller de bordado. Se acercó, interesada en lo que estaban haciendo.
“¿Puedo unirme?” preguntó, sonriendo.
Las mujeres la miraron con sorpresa, pero una de ellas, una anciana llamada Fatima, sonrió y asintió. “Por supuesto, princesa.
Valeria asintió, sintiendo que las palabras de la reina resonaban en su interior. “Haré lo que sea necesario para proteger nuestra unión y el futuro de Dunas.”Ese mismo día, Valeria decidió organizar un evento en los jardines del palacio para fortalecer la relación con los nobles. Quería demostrar que era una líder capaz y digna de su posición. La idea era invitar a todos los nobles y a las concubinas, creando un ambiente de camaradería y unidad.Mientras organizaba los detalles, Layla no tardó en enterarse. “¿Vas a hacer un evento para ganar el favor de los nobles? Eso es patético, Valeria,” dijo Layla con una sonrisa burlona, mientras se acercaba a ella en los jardines.“No necesito tu aprobación, Layla. Estoy aquí para hacer lo correcto por nuestro reino,” respondió Valeria, sintiendo que la rabia comenzaba a bur
La celebración en el palacio de Dunas había comenzado con gran esplendor, pero Valeria sabía que la verdadera prueba aún estaba por llegar. A pesar de la atmósfera festiva, el aire estaba cargado de tensiones ocultas. Mientras los nobles disfrutaban de la cena y las danzas, Valeria sentía la mirada de Layla fija en ella, como un halcón que acecha a su presa.“Layla, ¿quieres unirte a nosotros?” había preguntado Valeria con una sonrisa, pero la respuesta de Layla había sido un desdén que resonó en el aire.“¿Realmente crees que eso es suficiente para ganarte el favor de todos? La cultura no se impone con discursos, querida Valeria. Es una cuestión de poder, y tú no lo tienes,” había respondido Layla, su tono lleno de veneno.Valeria sintió que la rabia comenzaba a burbujear en su interior, pero decidió que no iba a
Su baile, capto a atención de todo. las telas eran el complemento, que resalta sus movimientos. Giraba, y el polvo de oro que había agregado, empezó a descender, y las telas cambiaban de colores. Fue mágico para mucho. Faruq, se dijo así mismo que había hecho la elección correcta. Takeq, seguía deseando que Valeria fuera suya, su amor por ella se estaba aumentando.La celebración en el palacio de Dunas había comenzado con gran esplendor, y Valeria se sintió satisfecha al ver cómo los nobles disfrutaban de la velada. Las luces brillantes iluminaban el salón, y el aroma de los manjares llenaba el aire. Sin embargo, a pesar de la atmósfera festiva, Valeria sabía que la verdadera prueba aún estaba por llegar. Layla seguía acechando en las sombras, y la tensión en la corte no hacía más que aumentar.Valeria había trabajado arduamente para preparar este evento, y aunque había logrado captar la atención de muchos nobles, Layla no se quedaría de brazos cruzados. “Princesa Valeria,” dijo un no
Al final de la reunión, Valeria se sintió satisfecha. Había logrado establecer un ambiente de colaboración y confianza, y los nobles estaban dispuestos a trabajar juntos para abordar los desafíos que enfrentaba Dunas. Sin embargo, sabía que el camino por delante no sería fácil.“Gracias a todos por su participación,” dijo Valeria, sonriendo. “Estoy emocionada por lo que podemos lograr juntos. Este es solo el comienzo de un nuevo capítulo para Dunas.”Los nobles comenzaron a salir del salón, y Valeria sintió que una nueva energía llenaba el aire. Había logrado establecer una base sólida para su liderazgo.A medida que la semana avanzaba, Valeria se dedicó a trabajar con el grupo de trabajo que se había formado. Se reunieron regularmente para discutir ideas y propuestas, y Valeria se sintió emocionada al ver cómo todos estaban dispuestos a colaborar.Finalmente, llegó el día en que el grupo de trabajo presentaría sus propuestas al consejo. Valeria se sintió nerviosa, pero también emocion
La celebración de la unidad en Dunas había sido un éxito, pero Valeria sabía que la verdadera batalla apenas comenzaba. Con la presión sobre el príncipe Faruq para que asegurara un heredero, la atmósfera en el palacio se tornó aún más tensa. Las nuevas concubinas, Zainab y otras, estaban en el centro de atención, y Valeria sentía que su posición como princesa heredera estaba en juego.Una mañana, mientras se preparaba para el desayuno, Valeria decidió que no podía permitir que las concubinas dominaran la narrativa. Tenía que ser astuta y estratégica. “Si Faruq necesita un heredero, debo demostrar que soy la opción más viable,” pensó, sintiendo que la determinación se apoderaba de ella.“Valeria,” dijo la reina, rompiendo el silencio. “He notado que las concubinas están haciendo tod
A medida que los días pasaban, Valeria se sintió más segura. Había compartido su secreto con Faruq, y él estaba dispuesto a apoyarla. Sin embargo, sabía que aún había desafíos por delante. Zainab y las otras concubinas no se detendrían ante nada para socavar su posición.Decidió que debía ser astuta. Comenzó a trabajar en un plan para hacer que su embarazo se convirtiera en una ventaja. Si podía demostrar que estaba comprometida con el bienestar de Dunas y que su hijo sería un símbolo de unidad, podría ganar aún más apoyo entre los nobles.Una tarde, mientras estaba en sus habitaciones, Valeria recibió una visita inesperada. Era Layla, que entró con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.“Valeria, he que te sientes, muy alto, ahora miras a todos sobre los hombros. Dicen que estás embarazada,”
Los días siguientes estuvieron llenos de actividad mientras Valeria y Faruq trabajaban juntos para organizar el evento. Decidieron que sería una celebración de los avances en la gestión del agua y una oportunidad para reunir a los nobles en un ambiente de colaboración.Mientras tanto, la tensión en el palacio aumentaba. Zainab, al enterarse de los planes de Valeria, comenzó a conspirar con otros nobles descontentos. “No podemos permitir que Valeria se salga con la suya,” murmuró a un grupo de nobles. “Debemos hacer algo antes de que sea demasiado tarde.”Uno de los nobles, Lord Hadi, asintió. “Ella puede estar embarazada, pero eso no la hace invulnerable. Debemos cuestionar sus decisiones y crear dudas sobre su capacidad.”Zainab sonrió, sintiendo que su plan comenzaba a tomar forma. “Sí, debemos sembrar la discordia. Si logramos que los nobles
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte cuando los heraldos anunciaron la llegada de una comitiva proveniente de Ghrand. Las banderas ondeaban con los colores característicos de la familia Carter, un linaje que resonaba no solo en Ghrand, sino en todo el continente. Valeria, quien estaba revisando informes en su habitación, apenas pudo contener su emoción cuando las noticias llegaron a sus oídos.“¿Dolores? ¿Aquí en Dunas?” exclamó, dejando caer el pergamino que tenía en las manos. Su corazón latía con fuerza. Dolores no solo era su amiga más cercana, sino también una mujer de gran influencia. La duquesa de Ghrand, pariente de la reina de Londres y nieta de Sir John Latiz, era una figura imponente. Su sola presencia en Dunas cambiaría las dinámicas de poder en la corte. Nadie se atrevería a desafiarla, y con ella a su lado, Valeria sentía que finalmente tendría un apoyo sólido en un lugar donde las intrigas y las conspiraciones parecían no tener fin.Valeria se apresuró a salir a