Prólogo.
«Volveré por ti.» Esas son las palabras que he escuchado en mi cabeza toda mi vida. La voz que remiten esas palabras es de Ashton, mi hermanastro. Las escuché el día que nos separaron y nunca deje de oírla.
Ni una m*****a noche.
Ese día presencié el rostro lleno de lágrimas de mi hermanastro, mi corazón dolía al verlo tan angustiado, él jamás lloraba. Aún puedo recordar la confusión que sentía esa mañana. Mis preguntas daban vueltas entre muchas personas que rondaban la casa y me hacían preguntas mientras la que necesitaba respuestas era yo. ¿Por qué estaba esta gente aquí? ¿Por qué se llevaron a mi mamá? ¿Por qué estaban guardando mis ropas en una bolsa?
— ¡Ash! —Corrí apresuradamente hacia mi hermano que estaba sentado en el sillón marrón —realmente su color original era blanco, pero hace mucho no lo es— con las manos en su rostro.
—Ash... ¿Qué está pasando? —Pregunte empujando su hombro repetidamente para que me mirara, pero no lo hizo enseguida.
Él tomo un par de respiraciones entrecortadas. Se parecía a mí cuando me lastimaba o mis amigas decían que no querían jugar conmigo. Cuando levanto su cara para verme, sus ojos estaban hinchados y rojos. Me dio una sonrisa y yo le sonreí también, asustada.
Ashton me había enseñado que mientras estemos juntos, no había nada que temer, ni siquiera a mi madre que a veces se ponía agresiva conmigo.
— ¿Qué pasa, Ash? ¿Por qué estás llorando? ¿Y por qué esta gente se llevó a mama? —pregunte subiéndome a su regazo sin siquiera pedirle permiso.
—Esta gente... Ellos tendrán que hacer algo con lo que tú no vas a estar contenta —Se sorbió la nariz y me dio otra sonrisa. Él puso su mano en la parte trasera de mi cabeza y acaricio temblorosamente mi cabello—. Ellos harán esto por tu bien y nunca olvides que volveré por ti, ¿está bien?
— ¿Volverás? ¿A dónde vas? Mañana vendrás por mí. ¿Verdad?
¿Me iba a ir a la casa de alguien? ¿Por qué no puedo quedarme con Ash? ¿Por qué él no puede venir conmigo? Nunca habíamos estado separados y todo se había tornado borroso. Sentía que no podía dormir sola, él siempre se hacía una cama en el piso, al lado de mi cama y me cantaba antes de dormir.
—No, Luna. Va a ser mucho más tiempo —apoyó su frente contra la mía. Pero no estaba de acuerdo con esto, no quería irme.
Lo empujé y de un salto, me alejé de él. — ¿Cuánto tiempo? No puedo dormir sin ti, lo sabes, la última vez tuve ese sueño en el que la hormiga iba a comerme ¿Y quién me cantara? ¿Quién me hará la cena, Ashton? ¿Quién jugara conmigo? —Me tiré al suelo y comencé a llorar esperando que él tuviera compasión.
—Yo lo haré cariño —Dijo una mujer detrás de mí. Es una persona mayor de pelo corto, rubia y robusta. Tiene una bata blanca y una sonrisa en su rostro arrugado.
—Pero yo quiero que él lo haga —Gire la cabeza para mirar a mi hermano pero él no estaba viéndome.
—Lo hará por un tiempo ella, Luna —Respondió él de inmediato.
Cuando la mujer detrás de mí, quiso tomar mi brazo, así como había saltado lejos de Ashton hace un momento, volví de un salto, capturando su cuello, aferrándome a este y empecé a llorar muy fuerte. Él acaricio mi cabello negro y me susurro en el oído: —¿Confías en mí?
Yo asentí rápido con la cabeza aun en su hombro.
—Entonces confía en mí cuando te digo esto... apenas pueda iré a buscarte y viviremos siempre juntos. Nunca te olvides de esto Luna. Jamás. ¿Me oyes? —Sentí sus lágrimas en mi cuello—. Te quiero demasiado, eres mi mejor amiga. Daría todo por ti. Lamento tener que dejarte ir, pero en poco tiempo estaremos juntos de nuevo y nunca más te dejaré ir.
Después de eso la mujer me tomó por la fuerza y me llevó fuera de mi casa. Lejos de mi hermano. Me subió a un auto y yo gritaba su nombre «Ashton» «Ashton» « ¡Ashton!». Él salió de la casa, pero el auto ya empezó a moverse.
Lo último que escuche de él fue: «No lo olvides»
Ese poco tiempo, según él, fueron diez años. Me dejó aquí sola en un orfanato mientras él estaba convirtiéndose en un abogado exitoso.
Lo sé porque las brujas que se encargan de mí, se ocuparon de dejármelo bien en claro. Abogado de una empresa. Comprometido. Ahora es Ashton Williams.
Yo aún sigo siendo Luna Cooper. Él tenía catorce años y logró ser adoptado. Yo llegué a este lugar cuando tenía siete y nunca nadie quiso adoptarme. Qué suerte tienes Ashton.
Lo esperé hasta los once años. Él tenía dieciocho. Mayor de edad. Nunca vino a buscarme.
Puedo entenderlo, en realidad nunca tuvo ninguna obligación conmigo, él era mi hermanastro, solo que al ser pequeña no entendía la diferencia entre hermano político y de sangre, ahora claramente la sé, pero mi resentimiento jamás se ira. No había necesidad de poner expectativas y esperanzas en una niña que vivió más de la mitad de su vida admirando a su hermano mayor.
A los once años dejé de llorar y esperar. A los once años me di cuenta de que nunca iba a venir, me di cuenta de que en realidad nunca me quiso realmente, tal vez lo hacía en la superficie, pero no más allá de eso, me di cuenta de que no viviremos juntos para siempre. Me di cuenta la clase de m****a que es. Me di cuenta de que en la vida tienes que ser dura y fuerte para que nadie intente derribarte con falsas esperanzas, con falsos sentimientos, con falsos sueños.
Tengo diecisiete años y faltaban solo ocho meses para poder irme del orfanato, pero él tenía planeado otro futuro para mí. Me llamo Luna y mi apellido pronto cambiará por alguien que odio con toda mi alma.
— ¿Quieres jugar? —Pregunto Ash mientras me tomaba de la mano para guiarme al patio. — ¿Puedo preguntarle a mama si quiere jugar con nosotros? —Mire a la mujer que estaba acostada en el sillón durmiendo con una botella de agua en su mano, Ashton dice que nunca debo tomar eso porque no es agua, pero mama siempre me dice que si lo es, así que siempre discuten entre ellos después de eso. —Mami está durmiendo, siempre que se despierta repentinamente le agarra jaqueca. ¿Te acuerdas la última vez? —Está bien, hagamos algo en el patio —Le dije un poco desanimada. Mama nunca estaba en casa y cuando estaba nunca quería estar conmigo. Ashton y yo jugamos en el patio. Ayer lo terminamos de limpiar juntos, ya que había mucha basura y botellas de vidrio. Fue divertido. Él me dijo que podríamos reciclar y ayudaríamos al medio ambiente con ello. Ashton siempre me enseñaba cosas interesantes. — ¡Te atrape! —Grito él mientras se tiraba en el césped exhausto. — ¡Vamos! Levántate, es mi turno —Insi
—¿Por qué insistes en llevarme si no quiero ir contigo? ¿No puedes simplemente dejarme en paz y volver a tu perfecta vida? —Estoy irritada. El orfanato es una mierda, pero no tanto como mi vida si viviera con él.—Tú también eres parte de mi vida —respondió. Debe pensar que sigo siendo igual de idiota que a los 7 años.—¿Desde cuándo? Me dejaste estar 10 años fuera de ella y gracias a Dios que fue así, ¿me imaginas a mí viviendo con basura como tú? Ni hablar.—Luna...—Si vas a darme una explicación o pedirme disculpas, mejor cierra tu boca. No me interesa nada lo que digas, apenas pueda me iré y nunca más volveré a verte.—No iba a ser eso, solo quiero que cuides tu lenguaje —Lo miré estupefacta. Como puede darme órdenes.—No voy a cuidar una mierda mi lenguaje, hablaré como se me dé la puta gana —Ashton soltó un gran suspiro, yo puse mis pies arriba del asiento para ver si podía dormir una siesta.—Baja tus pies.—No.Ashton sonrió. Me estremecí y dejé de verlo. Sentí un calor consu
Llegamos al edificio de Ashton.Él saco mi bolsa del auto y justo en ese momento una mujer salió corriendo del complejo de apartamentos.— ¡Ash! ¡Mi amor ya llegaste! —Su voz chillona casi me hace sangrar por los oídos.Escuchar llamarlo Ash hizo que mi pecho se comprimiera. Yo sola llamaba a Ashton, Ash.La chica tenía un vestido rojo que le llegaba hasta los muslos, unos pechos hermosos y firmes que amenazaban con sacarme un ojo y un trasero que también parecía ser de admirar. Su cabello era castaño, como el mío en mi niñez. La mujer era una modelo hecha perfectamente para Ashton.Ella le dio un beso en los labios para después darse un beso de lengua. Él le siguió el beso, pero no soltó mi bolsa y ni siquiera la abrazo. ¿Hay problemas en el paraíso?—Te extrañe —Susurro ella en sus labios y se separó de él. Rodeo su brazo en la cintura de Ashton y me dio una mirada de rotundo rechazo y asco.—¿Esto es, Luna? —Pregunta descortésmente mientras pone una mano en su boca, actuando sorpre
Fui hacia mi habitación, resignándome a no recibir un trozo de carne. Con la cantidad de ropa que tenía guardada en el closet, tranquilamente podía tirar toda la ropa que traje del orfanato. De hecho, debería desechar toda la ropa y poner nueva allí, así, cuando me vaya, no tendré que usar los trapos viejos reacondicionados que tengo desde los 13 años. Eso es lo que hice por una hora, literalmente aproveché la terraza que había fuera de la sala para arrojar todo el contenido de mi bolso y que los vecinos y la gente que pasaba tranquilamente por la puerta del condominio, se quejaran con ellos y mañana Ashton iba a tener problemas.Pero eso no iba a ser suficiente para que él me eche de aquí, no. Tendría que hacer más.Puse ropa nueva en el bolso viejo y caí rendida en la cama por el día largo que tuve. Muchas emociones negativas y nuevas juntas. Me quedé dormida con la ropa que tenía puesta y me desperté alrededor de las tres de la mañana, lo sé por el reloj grande que había en la mesi
—¡No! ¡Déjame!Empecé a golpear a Ashton muy fuerte, creo que le di varios puñetazos en la cara y patadas en sus muslos.—Iras, aunque tenga que llevarte todos los días de la semana cargándote y forzándote —grita mientras sale del edificio, arrastrándome con él. Sus brazos están aferrados a mí cintura y mis pies no llegan a tocar el suelo.Él imbécil me engaño. Me dijo que, si tan solo me probaba el uniforme, me cocinaría la misma carne en la cena. ¡Me prometió que no iba a obligarme a ir a un colegio con uniforme! Una vez que me lo puse, me agarró desprevenida.Su noviecita va detrás de nosotros con mí mochila, haciendo muecas y explicando a todas las personas que nos ven forcejear que somos familia.¡Familia mis polainas!Llegamos a su costoso coche y utilice mis pies para hacer palanca con la puerta y que no pudiera abrirse. No me importo la gente delante de mí me viera el short debajo de la pollera, esto se trata de integridad psicológica.Ashton trato que me zafara utilizando la
—Dijiste mierda —Le hice saber impresionada porque saliera de su aura normal de chico correcto.—Si, lo hice, ¿te gusto? —dice riéndose y poniendo sus manos en los bolsillos del pantalón, de repente sonrojado— Si uno de los requisitos para quedarte al menos por un año, es que maldiga más seguido, te juro por mi puta vida que lo hare.Traté de enfocarme en lo más trivial que me dijo para no tener que afrontar que todo lo que fue dicho por él lo sentí sincero, que una parte de mi odio se transformó en compasión y que tal vez el que haya venido a rescatarme del orfanato sea algo bueno para mí. Sería erróneo afirmar que no sigo teniendo ciertos resentimientos con él, puede que lo culpe demasiado, pero una parte de mí sabe que tiene razón. Él era muy joven.Pero yo también lo era y mi única ilusión, mi único sueño era que mi hermano mayor viniera a rescatarme. Cuando crecí reemplace ese sueño, ya no esperaba que mi hermano venga a buscarme, quería que mi viejo amigo, confidente y guardián
Se dieron cuenta de mi ausencia en la escuela ayer, por lo que hoy nos hicieron reunirnos en dirección con los directivos para charlar sobre mi conducta. Ashton estaba a mi lado y Mara esperando afuera, ya que no era mi tutora directa.Por mi mejor, no necesitaba a alguien más en contra mío en esta habitación, la señora delante de mí, mirándome desaprobatoriamente mientras movía la cabeza de un lado a otro, no creyendo que pude aludir a la seguridad de la escuela.No quise decir que su seguridad estaba en un sueño muy profundo, él no tenía la culpa de mi arranque de impulsividad y mi inmadurez. Tal vez tenía hijos que mantenía con este trabajo, una esposa y una familia medianamente funcional, más funcional de lo que alguna vez yo tendría.Mi pie no dejaba de moverse de abajo a arriba a la velocidad de la luz, mi ansiedad estaba por las nubes. Hace un par de meses me puse la meta de no morderme más las uñas, pero mientras esta gente me estaba dando un discurso de compromiso, responsabi
Fui a mis siguientes clases y quedé agotada. Mí barra de interacción social se agotó totalmente cuando un par de chicas hablaron conmigo para saber más de mí. Todas parecían ser buenas o, mejor dicho, decentes. Ninguna me miraba de mala forma, ni se dirigió a mí de forma despectiva.Me pidieron mí número para que estemos en contacto y se los hubiera dado si no fuera porque no tenía celular. No hubo inconveniente, dijeron que seguirían hablando conmigo en la clase y los recreos, además de que podía sentarme con ellas y podrían ponerme al corriente con las clases. Se los agradecí.Sus nombres aún me los confundo, pero si no me equivoco, la pelirroja con ojos preciosos es Margaret, la rubia esbelta Tiara y la otra rubia platinada, Loretta.Me sentí cómoda en la forma de como quisieron integrarme. No hicieron demasiadas preguntas de mí pasado, lo cual me hizo desenvolverme más rápido y hacerlas reír un par de veces con mí mala forma de hablar.Me confesaron que les pareció entretenida mí