Andrew Pase la noche en el Bar. Karina me dejó su habitación y se fue a la casa de una amiga, se lo agradecia, no quería regresar a casa y continuar discutiendo con Angelina. Observó la hora en mi reloj y ya es tarde, enciendo el teléfono y recibo diversos mensajes de Cecilia. Me levanto y despeino mi cabello, la puerta se abre y entra Katrin con el desayuno, lo deja en la cama. —¿Dormiste bien? —Si, muchas gracias por escucharme. —Eres mi amigo, Andrew —Comienzo a desayunar. —¿Saldrás? —La miro y está más arreglada de lo normal. —Si, tengo asuntos que resolver. No tengo nada que decir, aunque nos conocemos de años, su vida siempre ha sido privada delante de mis ojos, y respeto eso, es su mundo y no tengo derecho a nada.Termino de comer y me levanto. —Ora por mi para que la fiera que está en casa no me mate hoy —Le digo en broma. —Solo vete y trata de arreglar las cosas con tu esposa. Salgo del club y el chófer espera por mi. —¡Buenos Días, señor! —¡Buenos Días!Abre la
AndrewMe levanto de la silla y salgo detrás de Angelina. Cuando quiero que las cosas entre nosotros se arreglen, suceden estas cosas. La tomo del brazo y la acerco a mi pecho.—Déjame explicarte, nada ha sucedido.—No la quiero aquí —me exige.—Sabes en la situación en la que está Cecilia, prometí cuidarla y estar pendiente de ella.—Entonces me iré yo.—Dame unos días para solucionar todo —digo—. Pero tú... —Agarro su mentón— Informa a Leonardo que no lo quiero ver en mi casa esta noche.Una sonrisa aparece en el rostro de Angelina y con una reverencia que me molesta, se marcha.Paso mis manos por mi cabello. ¿Ahora qué voy a hacer? Clemencia, la madre de Cecilia y mi nana por muchos años, me hizo prometerle antes de morir que la ayudaría a su hija en todo lo que necesitara. Nos veíamos a diario, ya que Cecilia pasaba la mayoría del tiempo en casa de mis padres, ayudando a su madre. Al cumplir los dieciocho años, viajé a Francia por estudios y me quedé unos años allá. Al regresar, y
Angelina Mis pies me duelen y solo quiero irme a descansar. Zoe no deja de hablar mal de Andrew y ya estoy cansada del mismo tema.—Debiste rogarle a Leonardo que se quedara.—¿Por qué haría eso? No somos nada y lo que menos quiero es que se ilusione conmigo —le aclaro.—No seas mojigata, Angelina. —Se ríe—. Todo el mundo sabe que tu esposo jamás te ha sido fiel.—¿Y por esa razón tengo que acostarme con tu primo? —le digo molesta—. Yo no soy él, y me respeto.—No te enojes amiga, solo bromeaba.Sé que no es así, Zoe suele ser un poco hiriente con sus palabras. La noche pasa y el tema de Andrew queda a un lado, mi amiga se despide de mí y se va, al igual que los demás invitados.Las sirvientas comienzan a limpiar. Andrew se acerca y me pasa una copa de vino y muy amablemente la acepto.—La noche no estuvo tan mala como pensé.—¿Tan poca fe tenías en mí? —me río.—Sí.Ruedo los ojos y bebo un poco de vino. Lo miro, hubiéramos sido un matrimonio feliz, pero la ambición de mis padres ar
AndrewLuciana Williams es la mujer más hipócrita y ambiciosa. Su único trabajo en esta vida es hacer sentir mal a Angelina. Quise reírme en su cara al ver a mi esposa encararla y hacerla sentir como esa mujer se merece.La cena transcurrió entre silencios incómodos. Luciana se levantó y nos miró.—No quiero molestar con mi presencia a nadie — murmuró — Buenas noches.Angelina rueda los ojos y me río al verla marchar de lo más patética.—Hija, no puedes hablarle a tu madre de esa manera.—Intentaré mantener mi boca cerrada.Me acerco a mi esposa.—Quiero verte —me río—. Esa boca tuya es un infierno donde me quiero perder.Se sonroja y esquiva mi mirada. Bebo de la copa de vino y no dejo de sonreír.—Iré con tu madre —dice mi suegro.La nana se retira y nos quedamos solos.—Me encanta tu carácter, amor.—Mejor cállate, no estoy de ánimos para tus estupideces, Andrew.—No la pagues conmigo.—Debería.—Mejor dejemos de discutir, quiero pedirte un favor.—¿Qué quieres?—Necesito ayuda con
AngelinaEstoy creyendo que Andrew solo quiere molestarme hoy, cómo se le ocurre dejarme sola con la presión de mis padres encima.—¿Me estás escuchando? —Zoe me zarandea y yo aparté mi mirada del teléfono.—Claro que sí. ¿Qué me decías? —Ella rueda los ojos molesta.—¿Vendrás a mi cumpleaños? Andrew está invitado, espero que venga.—¿Por qué deseo tanto que mi esposo vaya? Me resulta extraño.—Estoy tratando de llevarme bien con Andrew y me preguntas eso. ¿Qué te pasa? Ahora desconfías de mí, ¿es eso? —Alza la voz.—Claro que no —Trato de calmar a mi amiga—. Solo era una pregunta, no es para que actués así.—Como sea.—Mejor dime, ¿invitarás a Julián?—Lo estoy pensando. Sabes que él me cae bien y nos divertimos mucho juntos, pero me enteré de que Carlota está de visita y sabes que no la soporto.Julian es amigo con derecho de Zoe y un gran amigo de Andrew. Carlota es su hermana. Personalmente, me parece una chica dulce, pero cuando ve a Zoe se transforma. Según Carlota, mi amiga le
AndrewLa risa de Angelina se me contagia y no dejo de mirarla, sus ojos brillan y unos hoyuelos adornan sus mejillas dándole un toque dulce y angelical. Abro la puerta del auto y entra, rodeo el auto y subo.—¿A dónde vamos? —pregunta mientras se acomoda el cinturón de seguridad.—No lo sé, te vi tan incómoda con las víboras que lo único que se me ocurrió fue eso.—Eres muy malo haciendo planes, Andrew ¿Te parece ir al cine? —Se acomoda en el asiento.—Al cine será.Enciendo el auto y todo el camino fue silencioso, pero no uno incómodo, era más bien relajante. Mi teléfono suena anunciando un nuevo mensaje, espero llegar al cine para leerlo. Angelina mira todo alrededor y no puedo creer hasta qué punto hemos llegado, el día de nuestra boda fue el peor momento, sus padres y mi padre estaban felices por lo que había logrado mientras que sus hijos se hundían en la desdicha.—Andrew, Andrew… —Miró a Angelina—. ¿Estás bien? —Sí.Al mirar a mi alrededor pude notar que ya estamos en el cent
AngelinaQuedó sola en medio de la sala con miles de preguntas en mi mente, no entiendo el comportamiento de Andrew hacia Zoe y al verla tan sumisa delante de mi esposo me sorprendió. Escucho pasos y veo a mi madre bajar las escaleras junto a mi padre. —Mi preciosa —Mi padre besa mi mejilla.—¿Cómo te sientes hoy? —El día de ayer pasó en cama por problemas de columna.—Estoy bien ¿Y tu esposo? —Está en su despacho.—Iré a hablar un momento con él —Se va dejándome con mi madre.—Le exigí a tu padre que hablara con Andrew para que le pida perdón a Zoé por el mal rato que le hizo pasar —La miro—. Y espero que tú hagas lo mismo.—Yo no voy a decir nada por el simple hecho de que no la trate mal, y no voy a discutir con mi esposo porque a ti se te da la gana de darte de madre de Zoe.Mi respuesta lo tomó de mala manera, sus ojos están ardiendo de ira y veo su mano venir a mí a una rapidez que no logró detener e impacta en mi mejilla.—Angelina… —Sus ojos están abiertos sin poder creer l
AndrewMi lengua se abre paso en su boca y siento que explotó de deseo por esta mujer que me causa miles de sentimientos contradictorios. Pero todo se vuelve nada cuando me aleja de un empujón.—¿Qué te pasa? —me dice furiosa—. No vuelvas a tocarme en tu vida, Andrew.—No te dejes engañar, sabes que me deseas como yo lo hago por ti.—No puedo negar lo obvio, te deseo y quiero estar contigo —Su respuesta me gusta— Pero no lo haré, mi dignidad va por encima de todo, no soy tu juguete al que puedas desechar y volver a recoger cada vez que te dé la gana.Camino por la cabaña y me molestó conmigo por hablarle así frente a su padre.—Sé que me equivoqué, lo que pasó en el despacho… —No puedo decirle la verdad.—No me importa, no tienes que darme explicaciones porque como tú mismo dijiste solo soy una decoración más en esta casa.—No lo eres.—Tus palabras, no las mías —Abre la puerta y se queda ahí por unos minutos—. Pensé que podíamos llevarnos bien, pero me equivoqué contigo, no vales nad