Gregory:
Ya que ese idiota nos había interrumpido, no me había quedado de otra más que ir a revisar algunos asuntos que tenía de las fundaciones que patrocinaba y de mi próximo concierto, esta vez debería ir ella, aunque quizás mi madre cambiaría de opinión tras todo lo que ocurrió.
Cada vez que pensaba en eso, sentía un miedo tan grande que me impedía dormir, sabía que en parte era mi culpa, no dejaba de pensar que mi egoísmo la había arrastrado hasta aquí, mi negligencia al no haber investigado un poco, si hubiese sabido acerca de sus padres o cualquier otra cosa que la afectara, habría podido tomar medidas, pero como siempre, sólo había asegurado que al ser una chica común y corriente, nada malo podría suceder.
- No luces muy feliz, y no sé si es porque te interrumpí o por todo lo que está pasando –dice Alistair en la puerta de mi despacho, suspiro cuando lo escucho entrar.
- Es por todo, no dejo de pensar que esto es mi c
Charlin: Si antes había creído que pasar tiempo con él era suficiente, durante el beso me di cuenta que no, ahora no sería suficiente, porque siempre anhelaría ese delicioso contacto, esa hermosa sensación de que sentía lo mismo que yo lograba que mi corazón se acelerara un poco más de lo que ya lo hacía en este momento. Cuando deja de besarme siento decepción por la falta de contacto, pero también entiendo que lo hizo por la falta de aire, sin embargo, sus ojos jamás dejaron los míos, y de igual manera no aparté la vista de él, sentía que era la primera vez que lo veía de verdad. - De verdad lamento interrumpir, no saben cómo odio hacer esto –dice mi suegra ocasionando que mi cara se vuelva de un rojo intenso. - ¿Qué ocurre mamá? –dice suave mientras suelta mi rostro, sin embargo, entrelaza nuestras manos, sonrío como tonta ante el gesto. - Es la policía cariño, quieren hablar con Char de nuevo –eso hace que me ponga
Charlin: Mi intento de descansar había quedado suspendido en el aire, nada más acostarme, el recuerdo del beso y mi casi confesión, lograban ponerme alerta y por consiguiente, el sueño no llegaba a mí, me sentía tan feliz, al menos sabía que él sentía lo mismo, la cuestión sería decirle a su madre, no sabía cómo reaccionaría. Tras unas cuantas vueltas en la cama, el sueño había terminado por apoderarse de mí, así que había cerrado los ojos sin más. Tras el fin de semana, había vuelto a la universidad, muchos se habían acercado a preguntarme como estaba y que había sentido durante el ataque, la verdad es que no había querido dar muchos detalles, gracias a la ayuda de Ellie y los profesores, aquellas preguntas cesaron. - Son idiotas o qué –dice Ellie molesta durante el almuerzo, a lo lejos podía ver a Emett en la puerta del comedor, no me gustaba mucho la idea, pero había hecho un trato y tenía que cumplirlo. - No me gu
Gregory: Odiaba este maldito lugar más que nada en el mundo, pero al parecer, mi suegro había encontrado algo de información, así que había venido con él, y como 20 elementos de seguridad, por cualquier cosa. Odiaba este lugar ya que no tenía recepción, no era la primera vez que venía, así que sabía a lo que atenerme, muchas veces tuve que venir aquí a buscar información de ese maldito hijo de p**a. - Malnacido –dice un hombre corpulento acercarse a mi suegro, este sonríe y le estrecha la mano. - Perro sarnoso –dice alegre, pronto lo veo ponerse serio–, quisiera decir que vine a ver tu horrible rostro, pero estaría mintiendo –sonríe de lado. - No importa, negocios son negocios, con los antecedentes que nos cargamos, esto es lo único que deja dinero –se encoge de hombros, entonces veo que repara en mí–, ¿me pagarás con el chico bonito? Habría preferido una dama, pero supongo que esas no te siguen –se encoge de hombros sonriend
Charlin: - Debes ir con Alistair y fingir que no ha pasado nada, iré a hablar con tu hermano, así que tranquilo –acaricio su mejilla con ternura, asiente y besa mis labios de manera casta. Ambos salimos de la terraza, él va donde Alistair y yo voy en busca de ese tonto, lo veo a lo lejos hablando con otra persona, menos mal no está con esa arpía, me acerco con calma. - Buenas noches señorita, ¿quiere que le invite una copa? –susurra y puedo ver que ha tomado un poco. - No gracias, estoy comprometida –le muestro mi dedo con el anillo–, pero debo llevarme a este joven –le sonrío con falsedad, coloco mi brazo en el de Harvey y lo llevo entre la gente, no iría al mismo balcón, según sabía, había más cuartos aquí, así que hablaríamos alejados de todos. - No quiero hacer esto, no quiero ser grosero así que –me giro para verlo mal mientras sigo sonriendo. - ¿De verdad? –digo lo último en tono frío–, ¿te parece que no
Gregory: Con cuidado había puesto a Char detrás de mí para evitar que las cámaras tomaran fotos de su cara llorosa, quería ponerme de pie y arrancarles esas malditas cámaras, pero debía cuidar a Char. - Gregory, ¿es verdad que está embarazada? –pregunta uno de ellos, mi cara de desconcierto debe ser enorme. - ¿Es por eso qué se casan, por qué la dejaste embarazada? –pregunta otro, ¿de dónde m****a habían sacado aquello? - Incluso tenemos fotos de ustedes durmiendo juntos, algo muy peligroso para una joven soltera y su reputación –dice otro, aprieto los puños y me pongo de pie. - Lárguense de aquí, lo que hagamos en nuestra vida privada no les concierne, y no, no está embarazada porque a diferencia de muchas mujeres, ella es una chica decente, inteligente y maravillosa, además de que me hace sentir normal, es por eso que la escogí como mi esposa y no a otra, y ahora váyanse o les juro por la memoria de mi padre que los
Charlin: Tras haber escuchado la hermosa melodía que me había compuesto, y que llevaba mi nombre, no había podido evitar llorar, todo lo malo había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, todo lo que importaba era este momento entre sus brazos. - Fue hermoso –digo con emoción tras dejar de besarnos, él me sonríe cómplice. - No es ni la mitad de todo lo que evocas en mí –dice suave, no puedo evitar sonreír cual idiota, vuelvo a besarlo, que todos se fueran al carajo. - Vamos –digo suave contra sus labios–, debemos bajar ahora –río bajito, él asiente y me lleva con delicadeza fuera del escenario, creo que si mi premio era un beso suyo al terminar cada función, con gusto me subo al escenario. - Eso ha sido tan hermoso –chilla Ellie mientras me abraza–, esa es en definitiva, mi canción favorita en todo el mundo –dice emocionada–, no quiero menos de lo que tú tienes, no me voy a conformar –chilla emocionada volviendo a
Gregory: Había caminado a mi despacho para poder hablar sin que me escucharan, esta vez les pediría ayuda a los amigos de mi suegro, poco me importaba lo que me pasara, debía mantener a mi familia a salvo, y no escatimaría en nada. Tras colgarle a Titán, había llamado a seguridad, debían rastrear lo más rápido posible la ubicación, aunque tenía la certeza que Titán lo haría más rápido. - Lo siento –dice cuando termino de llamar, niego y la invito a entrar, me acerco y la abrazo con fuerza. - Siento que todo esto, lo ocasione yo –dice bajo contra mi pecho. - El único culpable aquí, soy yo, te he hecho pasar por tanto, jamás me imaginé que este trato te traería tanto dolor –digo bajo–, de verdad lo lamento Char, lamento tanto haberte tendido una trampa –ella se separa suave de mí, me mira con desconcierto. - ¿Trampa? –dice bajo, suspiro, quizás debí mencionar esto desde el inicio. - Te vi durante el conc
Charlin: Había logrado colarme en la camioneta justo antes de que arrancara, estaba segura que sería de mucha ayuda, de todos modos debía anticiparme a lo que pudiéramos encontrar, había activado la ubicación del teléfono y el 911 estaba en marcación rápida. Me sudaban las manos y sentía los nervios en el estómago, sólo los Dioses sabían que mente perversa había maquinado todo, tenía miedo de descubrir que era mi madre con ayuda de algún asesino, creía recordar hablar de un tal Burns, ¿ellos podrían estar trabajando juntos para joderlos? De su madre lo creía todo, seguro quería venganza por como la corrió. La camioneta avanzaba con bastante rapidez, menos mal la puerta de atrás podía abrirse apretando un pequeño botón, de lo contrario me quedaría encerrada. Siento como pasan por un terreno desigual, quizás alguna montaña o bosque, a saber que era, no quería asomarme por temor a ser vista. Cuando se detiene la camioneta, escucho que l