Narra Bruno.
Aún recuerdo la cena en casa de Abigaíl, ella estuvo inquieta durante esas horas, mi presencia le aturde y eso me fascina, jugaré con esas armas a mi favor, pronto la tendré entre mis brazos.
Fue casualidad que me tocó sentarme a su lado, era el destino mostrándole que se tragaría sus palabras al pedirme que busque a una mujer joven para qué empezará el juego, que únicamente quiero jugar con ella. Mientras hablaban cosas que no entendía y no eran de mi interés empecé por tocar sus piernas y su rostro palideció, a la vez que su esposo seguía comiendo como animal hambriento, yo me aprovechaba de sentir la suave piel de su mujer.
—Ya basta—murmuró muy bajo, tanto que si no fuera porque estaba atento a sus expresiones no lo sabría. En vez de detenerme continué subiendo un más mi mano y le apreté un poco.
Fue una completa lástima no haber seguido, pero hoy no me queda más que recordar eso qué sucedió anoche, y que seguirá sucediendo porque no me detendré, no ahora que ya empecé.
—Sobrino te estábamos esperando para desayunar en familia— escuché al terminar de bajar la escalinata.
—Mi familia murió— respondí cortante, fui a ellos y volví a decir — si quieres seguir viviendo bajo mi techo como las malditas sanguijuelas que son, espero que controles a tu hija, dile que respete mi privacidad porque la próxima vez que entre en mi recámara sin pedir permiso los echaré a la calle sin nada; la segunda cosa que te pediré es que no quieras fingir conmigo, recuerdas que ya te conozco muy bien, tú te encargaste de que lo hiciera, — no le di tiempo a justificarse alejándome de ellos porque aborrezco ver el rostro de la mujer que le causó tanto dolor a mi madre y luego me maltrató pensando que nunca crecería y reclamaría todo esto que me pertenece.
—Buenos Días, señor Lambert— me saludó el conductor y por el solo hecho de que ese hombre trabaja bajo el mando de mi tía, lo despediré, puesto qué debo eliminar todo el que pueda beneficiarla a ella, pasándole sobre mí.
—Hoy no necesitaré tu servicio, puedes tomar el día libre— le dije con la intención de buscarle un reemplazo y creo que es hora de que traiga a mi lado a mi pupilo Wilmer.
El conductor asintió dándome la llave del auto y por supuesto que no iba a tomar ese coche tan anticuado para mi gusto así que fui a la cochera observando los autos que usan los hijos de la vieja bruja de mi tía.
Sonreí malicioso porque pienso quitarles todas esas comodidades que no deben tener, ya que no les pertenece.
Narrador omnisciente.
Rogelio apuraba a Abigaíl, pues hoy llegaba el presidente de la compañía y él cómo gerente general debía estar en la junta directiva, odiaba el hecho de que su esposa era su secretaria, pero era eso a tenerla en casa sola pensando en un hijo que nunca le daría porque no estaba dispuesto a pedir ningún niño en adopción cómo así Abigaíl se lo indicaba.
Sentado en el sofá esperaba a que Abigaíl saliera de la habitación y un mensaje de la madre de Jeremías lo distrajo.
📱 Sabes que no puedo ir a visitarte en estos momentos debo estar más pendiente al trabajo, ya que entregaremos el manejo de la empresa a su legítimo destinatario ✔️✔️
Respondió el mensaje sin dejar de mirar hacia el pasillo por donde aparecería su esposa en cualquier instante.
📱 Estás seguro de que es por eso o es por ella que no quieres venir a mí, Rogelio no sé cómo demonios me he aguantado tanto, acepté ser tu amante después de ser tu esposa por qué te amo, pero no entiendo por qué no la dejas de una vez y por todas; dices amarme y duermes a su lado y quién se lleva el gran mérito de esposa es ella ✔️✔️
Exigía la madre de Jeremías sintiendo celos de Abigaíl y lo que más furiosa la hace sentir es el hecho de que Abigaíl es una mujer joven, pero sobre todo demasiado hermosa.
Al resonar los tacones en el piso Rogelio lo pudo escuchar guardando con rapidez su móvil y esperándola con una sonrisa nerviosa le propuso.
—Nos vamos ya— ella asintió y minutos más tarde estaban dejando la camioneta en el parqueo de la empresa Sky limited dónde ambos son empleados.
Mientras, por otro lado, Bruno había llegado a la empresa siendo seguido por su tía quien había sido la encargada de manejar los bienes pertenecientes a Bruno durante todos esos años y le fastidió no haber podido encontrar la manera de quedarse con parte de ese dinero, ya que entendía que por haber sido la amante del padre del mismo debía obtener parte de esa herencia, sin embargo, su creencia era errónea, puesto que cada movimiento o transacción que realizaba era monitoreada por los directivos de la empresa.
Las empleadas lo miraban maravillada en el momento que entró por la puerta principal caminando con aire de grandeza, pausadamente como está acostumbrado hacerlo sin girar la cabeza, y miraba a todos sonriendo en su interior con malicia.
Estando en la sala de reuniones se asombró tras ver que el esposo de Abigaíl trabajaba para él siendo uno de sus directivos, y le agradó saber que podrá saber con exactitud cuando Rogelio estará en su casa porque eso le daría más oportunidad con Abigaíl.
Rogelio por su parte se alegró porque el amigo de su hijo es el dueño de la empresa en la que ha trabajado durante tantos años y calculó que eso sería bueno porque el jefe lo trataría con favoritismo dándole más beneficios que a otros empleados.
— Abigaíl has escuchado que presidente es un hombre muy apuesto y sobre todo joven— le dijo Lara la secretaria de recursos humanos y mejor amiga de Abigaíl, aunque Rogelio la aborrece y ha tratado que su mujer no tenga ninguna amistad con ella porque él dice que Lara es una mujer sin decencia que no es una buena influencia para su esposa.
— Si, él hoy es la noticia del momento y es que ese hombre nunca había sido mencionado a pesar de ser el dueño siempre creí que la señora Mónica era la dueña de esta empresa—, le respondió Abigaíl sin dejar de poner en orden la agenda de su esposo notando una reunión no avisada y un tanto misteriosa.
—Buenos días señor Lambert, bienvenido. — saludaron todos los directivos de la empresa dándole una calurosa bienvenida a su nuevo presidente y muchos le sonreían congraciándose con el jefe, pero, Bruno los miró a todos e hizo un leve asentamiento de cabeza, se sentó antes que el resto de los caballeros de la mesa directiva de Sky limited, esta empresa era la joya de la corona en la fortuna Lambert, el máximo orgullo del padre de Bruno, él aún recuerda a su padre indicándole que él se encargaría al crecer, por eso toda la vida se ha interesado en la aviación e incluso tiene licencia de piloto, ahora no está nada conforme con las ganancias actuales y espera ver desde adentro que es lo que ocurre.
—Bueno, señores no me gusta perder el tiempo en tonterías, los prefiero en sus lugares generando ganancias, para variar —, ante la declaración de Bruno todos callaron y solamente algunos se aclararon la garganta, entre ellos Rogelio, este chiquillo podría ser su hijo, no podía por muy dueño de la empresa pretender faltar el respeto, más allá de no tener modales.
—Bruno, conozco este negocio; cuando estabas en pañales, ya sabía todo lo que hay que saber sobre el transporte aéreo… — para Rogelio, Bruno no sabe nada de la empresa y siente que él debería seguir con su vida de joven alocado mientras él lleva el manejo de dicha empresa junto a la tía de Bruno.
—No vine aquí a discutir sobre los currículos —lo interrumpió Bruno—, los números hablan por sí solos. — le dió varios toques a la mesa con el dedo índice provocando con ese sonido que los directivos sintieran un poco de incomodidad.
—La compañía da ganancias —espetó Rogelio, después de todo es el gerente de operaciones.
—No da las ganancias que debería, nos hacen falta más clientes con cargas grandes, también la línea vip con pasajeros con cargas valiosas, las estadísticas indican que somos poco más que una simple empresa de encomiendas y nuestra misión es ir más allá.
Ante eso, todos los mayores de la sala, solo se vieron de reojo y sus expresiones mostraron que pensaban que Bruno era un simple joven soñador.
—Bruno, ese entusiasmo es lo que necesita la empresa —dijo condescendiente Rogelio, pero una vez más Bruno lo interrumpió.
—Quizás todos aquí estén pensando que vengo a pedirle que suban las ganancias y que incluso les daré una fecha, pero ya han tenido suficiente tiempo para demostrar mejorar y simplemente se conformaron con las ganancias estáticas que me entregaron, por eso formaré parte activa de la mesa directiva —, Bruno se recostó en su silla y observó las expresiones de todos—, la oficina de presidencia, volverá a estar ocupada por un verdadero empresario, desde hoy la señora Mónica Cruz queda destituida de cualquier cargo en esta empresa—, su tía que estaba presente y se mantuvo en silencio no hizo gesto de asombro, pues lo esperaba Bruno la miraba con odio y no era para menos, sin embargo, odiaba que se le destituyera así no más donde ha invertido la mitad de su vida cuidando el imperio del niño presuntuoso mientras él jugaba a ser libertino en otro país y se recrimina el haberlo hecho volver.
—Está muy bien —contestó Rogelio, que sin duda era el único que se atrevía a hablarle y que incluso era atrevido, puesto que se sentía con derechos porque fue la mano derecha del padre de Bruno en los negocios —contigo aquí podrás ver de cerca de que se trata todo esto.
Bruno sonrió de medio lado, Rogelio pensaba que podía jugar con él, qué equivocado estaba, no sabía que ya Bruno había iniciado el juego y comenzando por su esposa, y de inmediato pensó tener todo lo mejor monitoreado a Rogelio que pudiera, lo que más le interesaba de su gerente era la bella Abigaíl.—Tienes razón Rogelio, posiblemente tenga más teoría que práctica y necesitaré de toda la ayuda para ejecutar mi visión por aquí. Transfiere a tu secretaria a presidencia, que mejor que contar con la secretaria del gerente de operaciones y como tú sabes tanto de este negocio, puedes entrenar muy rápido a una nueva secretaria para ti.«Una que yo entrenaré para que me dé pelos y señales de tus movimiento
—Así es, la última vez que revisé era el dueño universal—él señaló el sitio antes de agregar—de todo esto —Bruno se acercó a ella y Abigaíl con el corazón a millón porque no puede evitar que este chico la ponga nerviosa retrocedió, pero muy pronto estaba pegada de la pared y este chico loco había cerrado la puerta—. Tu jefe Bruno Lambert, para servirte—, Bruno puso una mano contra la pared y Abigaíl quiso salir, pero él puso la otra dejándola en una cárcel entre sus brazos y la pared —¿no te parece excitante? —, esa fragancia que emanaba el cuerpo de el se estaba convirtiendo en su favorita, era refrescante y tan varonil, todo Bruno representaba peligro y su cuerpo se lo advertía.«Vamos Abigail apártalo
NARRA BRUNODesde aquí veo el paso de los años en lo que rodea el edificio desde la ventana panorámica de mi oficina, claro hoy puedo decir que veo todo a un tamaño normal, cuando era un pequeñito y mi papá me permitía jugar con mis aviones y pequeños soldaditos bajo el escritorio veía todo enorme, sin embargo, es agradable, ya que me provoca la sensación de que ahora el grande soy yo, y no me importa en lo más mínimo ser un soberbio desgraciado, porque si algo me ha enseñado este mundo es que lo rige la ley del más fuerte, por tal razón el león ese el rey de la selva, mi momento es ahora, antes era un débil niño al que esa vieja bruja maltrató y ahora pretende parecer como que lo ha olvidado, pero yo nunca lo haré, no olvide los golpes e insultos, de cómo me alejó de mi propi
«Eso no puede ser, soy su madre» me rectifiqué, porque mi percepción estaba errónea.Decidí no escudriñar más en su mirada y lo ignoré no sin antes revisarme brevemente, aunque tengo un albornoz de seda en color rojo, voy decente y no se me ve nada, incluso el vestido que tenía en la mañana era más corto y ajustado.— metido en la nevera sudado, tomando agua sin al menos buscar un vaso y no digamos de tus manos puercas que dejaras marcadas en la puerta de la nevera —, Jeremías siguió observándome y ahora creo que estoy muy paranoica, este es mi hijo, no debería mirarme así, bueno no es mío, tiene su madre, pero ha sido mi hijo desde que era un niño, afortunadamente Jeremías reacciona. Más tarde llegó a su nuevo lugar de trabajo, más ansiosa e incómoda que el día anterior.Esperando no tener que lidiar con los caprichos de Bruno, y tras acomodar su área de trabajo miró hacia la puerta de cristal polarizado que no la dejaba distinguir si el niño altanero había llegado.En ese momento que se encontraba embelesada; las puertas del ascensor se abrieron dejando ver a su jefe junto a dos muchachos más uno que se notaba con menos edad que Bruno y el otro parecía ser contemporáneo a él, y denotaba algo de oscuridad, claro mucho menos que Bruno porque ya él era el rey oscuro.Abigaíl se puso de pie — Buenos días— dijo sin mucho ánimo. Narra Abigaíl.Mi jefe hace un gesto caballeroso con la mano, extraño en él que es un maleducado y yo camino adelante al ascensor, me tenso en el ascensor pegada a la pared y ruego porque al atrevido sinvergüenza no se le ocurra acosarme, ya que aquí hay cámaras de seguridad, pero él con las manos en los bolsillos solo me observa sin moverse.En el restaurante la reunión fue preparada por el nuevo gerente de marketing, de los invitados debo reconocer que están solo empresas transnacionales de renombre y multimillonarias, esta es una reunión de cuidado, el gerente de ventas de una empresa de electrónica y que conoce a Rogelio desde hace años me hace un asentamiento; Rogelio siempre comenta que es un pesado presuntuoso, pero siempre lo trata con excesiva amabilidad, a mi lado mi jefe no se inmuta por su FURIA.
CARICIAS PROHIBIDAS.
Narra Bruno.Nos subimos en mi vehículo, estaba furioso y más cuando vi a Abigaíl sonreír, el día de hoy he estado errático desde que la vi con ese condenado vestido rosado que la hacía ver como una inocente en una interpretación erótica de colegiala ardiente, el condenado vestido era el culpable, no era ajustado, caía libre sobre sus hermosas y pronunciadas curvas, delineando su fina cintura, y haciendo vuelo en las caderas, en el escote dejaba ver la unión de las colinas que me apetecen detrás de un voladito que en vez de ser recatado es condenadamente sexi; primero me descubro siendo galante, por favor, de cuando acá, lo dejo pasar, después de todo ella es una dama y si planeo darle prioridad de las damas primero cuando deba alcanzar el éxtasis, pues nada importa demostrar un poco de tacto, además también lo
NARRA ABIGAÍL.En cuanto entre me deje caer en el piso de mármol del baño de la oficina de mi jefe y el frío lo siento no solo debajo de mí, viene desde adentro, porque siento que algo en mí acaba de morir y sospecho que es mi dignidad.De mis ojos brotaron un par de lágrimas que reflejan mi culpa, me siento el ser más sucio y engañoso que puede existir, no merezco que confíen en mí. Me abracé a mis piernas, y evité que el llanto saliera de mi garganta, por tal razón silenciaba mis labios con una de mis manos apretando fuerte queriendo causarme dolor al hacerlo porque tras tocarme aún siento sus caricias.Tanto querer poner límites y decirle que me respete para caer a la primera entre sus brazos, abriéndole las piernas a