Narrador Omnisciente.
Rogelio estaba feliz, pues al fin podría hacer una compra digna en casa de Camila, y comprarle los vinos que a ella le gustan, aunque la incertidumbre de saber que está haciendo Abigaíl que no le devuelve los mensajes y llamadas lo estaban volviendo loco y calculo que le haría pagar esa desobediencia.
Emiliano prosiguió con el plan que le había indicado bruno y eso le costó cancelar ese viaje y junto a eso a todo el personal, ya había amanecido cuando pudo preparar otro vuelo para cumplir con sus clientes pidiendo excusa por el retraso, ya eran las 10 AM cuando recibió una llamada de su padre en la cual le pedía que fuera a verlo, cansado y yéndose de lado del sueño aceptó para quitárselo de arriba, sin embargo, le asustaba encontrarse con Arantza.
NARRADOR OMNISCIENTE.Abigaíl y Bruno se entregaron uno al otro, sin explicaciones, sin un por qué, tampoco con expectativas, eran dos personas tratando de sacar de su sistema la necesidad del otro, no hubo promesas, ni sentían que serían engaños, la última noche del viaje, comían desnudos sobre la cama y conversaban de cosas triviales, Abigaíl le contó su pasión por la costura y sus cuadernos de apuntes abandonados, Bruno le habló de su propósito de hacer de su empresa la número uno en el mundo y cómo se preparó por años para lograrlo.—Junto a tus amigos eso es obvio —dijo Abigaíl—, ustedes tres llegaron a Sky Limited y la pusieron de cabeza.Bruno se echó a reír.
Narrador Omnisciente.Emiliano miró a Bruno con reproche porque notaba a través de su mirada lo que estaba a punto de hacer, pero por suerte él lo detuvo a tiempo entonces a Bruno no le quedó más que aguantarse el coraje y soportar la sonrisita estúpida de Rogelio cuando intentó darle un beso sobre los labios a Abigaíl.— Te extrañé tanto amor mío— le dijo meloso, pero sin dejar de observar a Bruno tratando de percibir alguna molestia en su rostro y volvió a tratar de besar a Abigaíl, pero ella fue muy ágil y lo evadió de forma inteligente cosa que a Bruno no lo calmó de todos modos, pues imaginó que ella se limitaba porque él estaba presente, pero en cuanto él se alejara Abigaíl recibiría gustosa las caricias y besos del veje
Narra Abigaíl.Me sentí liberada, aunque no le grité ni la mitad de todas las cosas que le quería hacer saber, pero al menos estoy tomando la decisión correcta; me quiero recuperar a mí misma y todo lo que he perdido durante estos años a su lado. Este cambio brusco no se debía a todo lo que sucedió al lado de bruno, no, esto lo había decidido mucho antes de viajar, tomaría ese momento lejos de casa para poner claro mis propósitos y lo hice, quiero estar sola, sin nadie que quiera manipularme, tomar mis propias decisiones y que ningún hombre determine por mí, aproveché el ímpetu y continué.—Si no te gusta, te recomiendo que recojas y te largues definitivamente, ya que no pienso cambiar una decisión que ya está tomada, no soy una inmadura—,
Narrador Omnisciente.Lara miraba a su amiga sin poder creer que fuera cierto que estaba cenando y compartiendo un vino con ella, puesto que esa era una de las tantas cosas que quería hacer a su lado, pero Abigaíl siempre por miedo a Rogelio no le aceptaba ninguna de su invitación, incluso en la empresa para poder hablar tienen que esconderse para evitar ser vistas por el viejo sangrón.— Esta salida debe ser celebrada y plasmada en la historia, — dijo Lara de exagerada como de costumbre y Abigaíl levantó la vista de su plato, mientras sonreía, aunque por dentro su corazón estaba llorando desgarrado por él sin sabor que siente al sentir el desengaño y de cómo la vida que creyó tener no es más que una falsedad. — Vamos a tomarnos una selfie— Lara corrió a su lado
NARRA BRUNO.Me sentía ansioso y desesperado dentro de mi casa, de nada sirvió autoflagelarme con mi mano en nombre de Abigaíl como si fuera un crío necesitado, siento que no quepo en mi propio cuerpo y la necesidad de drenar esto que me abruma me invade, la sensación no es nueva, pero sin duda es la primera vez que la siento de esta manera. Me he sentido que el odio dentro de mí es tan grande que debe emerger motivado por el dolor que se transformó en furia y oscuridad que mataron mi alma, pero hoy me siento igual de desesperado porque quiero sentir de nuevo la risa y la felicidad que obtuve con Abigaíl; es algo inaudito y soy incapaz de reconocerlo ni siquiera en voz alta, pero el vacío que hoy siento no clama venganza, clama aceptación, entrega y risas de una mujer prohibida.Busqué en mi teléfono
Narrador.Mientras todos se enfocaban en liberar sus penas y culpas, Wilmer estaba enfrentando su realidad tras tener que ver a su novia Zulema después de tantos días que la ha evitado porque siente culpa al sentirse atraído por Lara y aunque no le ha sido infiel a Zulema siente que no es justo para ella que él ya no sienta lo mismo que hace tiempo cuando ella lo aceptó siendo un bandolero que no tenía ni para invitarla a un café.—¿Por qué siento que me evitas?, te llamo y siempre andas ocupado con asunto de la empresa— le dijo ella sonando triste mientras agarraba su mano a la vez que estaban sentados en el café que siempre iban a charlar.— No te evito, Zule, es que estoy muy ocupado, créeme— le respondió, pero no la pudo mirar
Narrador Omnisciente.Mientras tanto Abigaíl estaba parada afuera de su casa tratando de abrir la puerta con dificultad, pues estás dos amigas estaban tan ebrias que a Lara se le había perdido la puerta y a Abigaíl se le había perdido el orificio de la cerradura para insertar la llave, y Jeremías que venía llegando a casa, la encontró tratando de abrir la puerta.—Mami, ¿qué tienes? —preguntó Jeremías preocupado, ya que sospechaba cualquier cosa menos que Abigaíl pudiera estar borracha, aunque era lo obvio —¿acaso estás ebria?—Solo un poquitín así —respondió Abigaíl mostrando una mínima separación entre su dedo pulgar e índice—, mi niño Jerem&
Narrador omnisciente.Ese día para Abigaíl fue el más difícil de su vida, nunca había tenido que trabajar con una jaqueca como esa y con Bruno gritándole a más no poder porque andaba con un humor horrendo, todo gracias a los celos que le provocó ver a Rogelio besar a Abigaíl.Abigaíl se sentía furiosa cada vez que Sofía cruzaba por su lado meneando su feo y plástico trasero para ir a llevarle cualquier pedido que Bruno solicitara.—¡Qué infantil es ese mocoso! — bufó molesta en medio de sus pensamientos, luego observó el reloj notando que todavía faltaban dos horas y cuarenta minutos para irse de ese lugar que ya le estaba pareciendo sofocante por la actitud infantil de Bruno y la grotesca de esa mujerz