Narrador Omnisciente.
Mientras tanto Abigaíl estaba parada afuera de su casa tratando de abrir la puerta con dificultad, pues estás dos amigas estaban tan ebrias que a Lara se le había perdido la puerta y a Abigaíl se le había perdido el orificio de la cerradura para insertar la llave, y Jeremías que venía llegando a casa, la encontró tratando de abrir la puerta.
—Mami, ¿qué tienes? —preguntó Jeremías preocupado, ya que sospechaba cualquier cosa menos que Abigaíl pudiera estar borracha, aunque era lo obvio —¿acaso estás ebria?
—Solo un poquitín así —respondió Abigaíl mostrando una mínima separación entre su dedo pulgar e índice—, mi niño Jerem&
Narrador omnisciente.Ese día para Abigaíl fue el más difícil de su vida, nunca había tenido que trabajar con una jaqueca como esa y con Bruno gritándole a más no poder porque andaba con un humor horrendo, todo gracias a los celos que le provocó ver a Rogelio besar a Abigaíl.Abigaíl se sentía furiosa cada vez que Sofía cruzaba por su lado meneando su feo y plástico trasero para ir a llevarle cualquier pedido que Bruno solicitara.—¡Qué infantil es ese mocoso! — bufó molesta en medio de sus pensamientos, luego observó el reloj notando que todavía faltaban dos horas y cuarenta minutos para irse de ese lugar que ya le estaba pareciendo sofocante por la actitud infantil de Bruno y la grotesca de esa mujerz
Narrador Omnisciente.Dentro del baño Abigaíl miró todas sus posibilidades, ya que ahora estaba a medio vestir con los senos al aire y para colmo, sin braga puesta.Tratando de no crear ruido porque creyó que Rogelio estaba aún en la oficina, caminó hasta el guardarropa y lo abrió mientras se ponía una mano en la boca, creyendo que de esa manera no haría ruido, vio varias chaquetas, todas costosas, típico de Bruno.Chasqueó la lengua antes de negar pensando que ponerse una no sería buena idea porque si llega junto con Rogelio a la casa no sabría cómo explicar que tiene esa chaqueta, luego pensó que era eso o salir desnuda así que cuando estaba a punto de tomarla escuchó como Bruno regresó al baño. Abiga&iac
NARRA ABIGAÍL.Me coloqué el vestido que me ajustaba de manera hermosa, tenía en la cintura un corte que permitía achicarla y se soltaba en las caderas, era corto y con mangas largas que me hacían ver más sexi y provocativa, mi cabello que no pude secar en la mañana estaba un desastre, conseguí un peine y lo recogí tirante en una cola de caballo, me miré en el espejo y sonreí porque me veo mejor que Sofía, aunque soy mayor y Sofía siempre anda mostrando sus grandes pechos. Salgo del baño con la actitud más profesional que puedo tener y me encuentro con la mirada lujuriosa de Bruno, esa que me mata y que sé que estará en mi memoria hasta el día de mi muerte.—Así que hoy tienes resaca —, manifestó Bruno recostándose de su c&oac
Narrador Omnisciente.Sofía sintió rabia cuando escuchaba al otro lado de la línea los susurros, en ese momento calculó que no se iría sin más de la empresa, tenía pensado descubrir de cualquier manera a Abigaíl, pero sus pensamientos pasaron a ser nada cuando Bruno volvió a decirle—, mañana debes encargarte de que el personal de conserjería mantenga todo impecable—, y Abigaíl sonrió perversa.—Pero Bruno…. yo soy tu asistente, ese trabajo es de una persona con un puesto inferior— recalcó Sofía oponiéndose a la orden dada por Bruno.— Aquí soy yo quien digo lo que deben mis empleados hacer y si no te gusta mi orden te largas y punto. Ah y te advierto que si vuelves a utilizar lo
NARRADOR OMNISCIENTE.Sábado en la mañana, era un día que raramente Bruno desayunaba en casa mientras Mónica, quien estaba en el recibidor, sonrió antes de hablar con un tono fuerte para que el la escuchara:—Nancy, me acompañarás al retiro empresarial el día de hoy, por supuesto fui invitada, — aunque sonó como una pregunta ella se lo ordenaba y la chica claramente lo sabía—, me gustaría que me acompañaras; estas actividades son para gente de la mitad de mi edad. — Luz, su hija, jaloneo la manga de su vestido para que dijera que ella también la acompañaría, pero para Mónica lo importante ahora era que Nancy estuviera cerca de Bruno porque entiende que él con la tentación al lado en cualquier momento caería redondito.
Narrador Omnisciente.Abigaíl estaba junto a Lara y le entregaron una banda roja, a Lara le dieron una verde y ella gritó emocionada, Wilmer le hizo un guiño, Abigaíl le hubiera gustado estar tan contenta como Lara con su capitán, pero por supuesto su amiga no iba a aceptar cambiar, los tres capitanes bellos juntos se reían y cuchicheaban, hasta que Emiliano vio a Arantza.—¿Qué hace aquí esa mocosa? —. En cuanto pregunto, Wilmer lo miró sorprendido.—Yo la invité, es tu hermana y se admite a la familia. —Dijo con normalidad, pues no le pareció que la presencia de la chica fuera un problema.—¿Esa chica es tu hermana? —. Preguntó Bruno viendo a la chica re&iacu
Narrador Omnisciente.Emiliano se metió en una caseta con ella cargada, ahora estaba solitaria y quedando pocos participantes no serían interrumpidos, la puso en el suelo y ella se quitó el overol camuflado, quedando en ropa interior de encaje, sus pechos salpicados de azul le resaltaban en la blancura de su piel, Emiliano besó sus pechos con hambre mientras ella soltaba los botones del overol de él, dejándolo caer, y después ella pasó sus manos por sus músculos relamiendo sus labios.—No eres mi hermano, no lo eres —dijo Arantza, muy segura, se dejó caer de rodillas y liberó la hombría de Emiliano y comenzó a mover su mano por toda la extensión arriba y abajo.—No puedes asegurarlo Arantza, sabes que no deberías chu
NARRADOR OMNISCIENTE.Todos se refrescaron y decidieron tomar el almuerzo, notándose ahora la diferencia y el compañerismo de los empleados quienes conversaban entre sí y muchos que pertenecían al equipo rojo estaban sumamente felices por el triunfo obtenido, pues les agrado ver la persistencia de Bruno, como su líder no se dejó vencer demostrando que es competitivo.Wilmer se sentó al lado de Lara emocionado por el gran trabajo que habían logrado y más tarde se asombraron cuando vieron llegar a Emiliano junto a Arantza, pero Wilmer negó en su fuero interno, eran hermanos y no podía suceder lo que su mente le indicó en un breve instante.— Esta comida está deliciosa—, dijo un empleado de seguridad llevándose