Narrador Omnisciente.
Ya eran más de las 9:pm y aún Emiliano estaba en casa de su padre; sin embargo, él descansaba y Arantza se ocupó de que Emiliano comiera, lo hizo dentro de la habitación de su padre, en el espacio donde su madre tomaba el té en un balcón, él no quería tropezar con Cintia, incluso no quería ver ni siquiera a Arantza, su obsesión hacía ella le pesaba, ya era hora de alejarse, al día siguiente podría llamar, pero era mejor alejarse, sin embargo su plan cambió porque el grito de Arantza lo hizo correr hacia la cama, Marcelo tenía un fuerte dolor de pecho, la enfermera rápidamente suministró medicamento y masajeó el pecho del enfermo y les pidió calma y que avisaran al doctor, que notificó ir en camino.
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NARRADOR OMNISCIENTE.Wilmer estaba en la cama con Lara, la besaba con pasión disfrutando de la suavidad de sus labios y de la sensación tan placentera que le provocaba el contacto con su piel cada vez que la acariciaba, separo sus bocas y la miro a los ojos, ambos tenían la respiración agitada y con los cuerpos muy sudados después de terminar la sesión de sexo ardiente; sin embargo, él no estaba satisfecho y la pegaba más a su cuerpo, pero le daba tiempo a que ella recuperara el aliento.—Pues soy una tía o hasta tu abuela, no me importa porque me tienes loca. — Dijo ella después de que se quedó pensativa recordando la discusión que tuvo con Rogelio y aunque quería que no le afectara lo hacía. En cambio, Wilmer sonrió tras escucharla. Narrador Omnisciente.La situación para Rogelio se había empeorado más de lo pensado, pues ahora Bruno lo tenía allí como una burla y no solo eso que le ha reducido el sueldo más de la mitad, y pensó que su única solución era pedirle a Abigaíl vender la casa, aunque reconoce que se la regaló hace tiempo ahora necesita que ella la venda para salvar su vida porque teme que el dueño de la mercancía que Bruno tiene retenida lo lastime, pero se asombró cuando toco varía veces la puerta y nadie le respondió así que se pasó la mano por la cara con frustración sin saber qué más puede hacer.En cambio, Abigaíl miraba la entrada de la casa en la cual vivió sus primeros dieciocho años de vida y le causó aflicción sRECIBIMIENTO INESPERADO.
Narrador Omnisciente.Al día siguiente ella se levantó temprano para ayudar a su madre con las necesidades del hogar y le sorprendió mucho ver una videollamada del abogado que está llevando a cabo la demanda de divorcio. Entonces se sentó cerca de su madre y respondió la llamada.— Buenos días, abogado Johnson— saludó ella con cordialidad, observando el lindo rostro de Daniel, y su madre, fingiendo no estar pendiente observó de reojo al hombre, dibujando una sonrisa en sus labios.—Buenos días para ti también Abigaíl—, él saboreaba su nombre y eso Ángela lo notó, abriendo en forma de O la boca mientras seguía
Narrador Omnisciente.Dando vueltas en la oficina estaba Bruno mientras pensaba que debía ir en busca de su amigo y explicarle mejor la situación porque, aunque es un hombre que nunca explica nada, no quiere que su modo de actuar lo aleje de lo único bueno que tiene a su lado que es Wilmer, él hasta ahora es el único que mantiene que su humanidad no se pierda por completo así que salió en su búsqueda y tras llegar a su oficina le pidió a la secretaria que anuncie su llegada.— Jefe, el señor Lambert, pide verlo— al otro lado Wilmer se quedó sorprendido, puesto que en los años que tiene conociendo a Bruno nunca va en su búsqueda después de una discusión, así que sonrió a pesar de que está furioso con
Narrador Omnisciente.Pero Camila no le respondió como esperaba porque se quedó mirando fijamente el anuncio en la televisión y él también lo hizo cuando escuchó una voz conocida quedando totalmente pasmado.— Con razón quería salir de ti si es que la buenamosa estaba rumbo al estrellato, pero claro quien quiere un azabache de viejo como esposo si luego de esto les lloverán los machos, — soltó Camila un bufido cargado de envidia, mientras Rogelio seguía babeando delante de la pantalla y Jeremías lo acompañó, estaban asombrados e impresionados con su belleza, pero a Rogelio lo que más duro le impactó fue saber que Abigaíl hacía cosas a sus espaldas manejadas por Bruno Lambert, porque él recuerda haberle prohibido ser la imagen de la compañía y aun así pasó de
Narrador Omnisciente.Jeremías soltó el aire, provocando un sonido con los labios parecido a cuando rechina un caballo y se pasó la mano por la cara tratando de mantener sus ojos abiertos, — saben algo gracioso, a Rogelio le pidieron el divorcio, mami Abi, lo ha dejado sin casa a él también—, se echó a reír mientras los demás lo miraban con interés, — que más quería el viejo después de que mamita Abi descubrió que él estaba con mi madre; no los soporto parecen perro y gato, se matan por todo. Antes era Roge mi amor, quieres cenita, daban asco, ahora es “mira tú viejo gordo, vas a dañar el retrete, siéntate más despacio en él—, al principio los tres estaban de lejos, pero ahora están rodeándolo para reírse de las cosas que dice el borracho incluso
Narrador Omnisciente.Sintiéndose aliviada, Camila le dio todos los datos para que Lara se encargará al menos del seguro que le brindaba la empresa, Lara colgó y Bruno estaba en silencio observándola preocupado apretando la mandíbula, sospechaba que la llamada tenía que ver con Abigaíl.—Rogelio y Jeremías Cisneros están en el hospital, fueron atacados por maleantes.Bruno bufó.—Maleantes, pues han de serlo con seguridad, supongo que es porque no pudo pagar el valor de la carga que no entregó.—Puede que lo hayan asaltado —dijo Lara, poco convencida—, iré al hospital al salir del trabajo y ahora me comunicaré para gestion
Narrador Omnisciente.Bruno le contó su plan a los chicos quienes lo miraron, negado a esa locura, y Emiliano se aguantó las ganas de decirle que sus impulsos no eran buenos, pero es Bruno y sabe que ya no podría hacerlo cambiar de opinión, incluso pensó que haría él en su lugar y exactamente actuaría igual porque le duele algo dentro del pecho solamente de imaginar que algo parecido podría pasarle a Arantza.— Sabes que estás demente, ¿verdad? — le palmeó Emiliano el hombro a Bruno y él sonrió.— Si lo estoy, por ella, creo que haría muchas locuras.Bruno se acercó a su caja fuerte y sacó el dinero que supuso que era la cantidad correcta, ya que