Narrador Omnisciente.
Dando vueltas en la oficina estaba Bruno mientras pensaba que debía ir en busca de su amigo y explicarle mejor la situación porque, aunque es un hombre que nunca explica nada, no quiere que su modo de actuar lo aleje de lo único bueno que tiene a su lado que es Wilmer, él hasta ahora es el único que mantiene que su humanidad no se pierda por completo así que salió en su búsqueda y tras llegar a su oficina le pidió a la secretaria que anuncie su llegada.
— Jefe, el señor Lambert, pide verlo— al otro lado Wilmer se quedó sorprendido, puesto que en los años que tiene conociendo a Bruno nunca va en su búsqueda después de una discusión, así que sonrió a pesar de que está furioso con
Narrador Omnisciente.Pero Camila no le respondió como esperaba porque se quedó mirando fijamente el anuncio en la televisión y él también lo hizo cuando escuchó una voz conocida quedando totalmente pasmado.— Con razón quería salir de ti si es que la buenamosa estaba rumbo al estrellato, pero claro quien quiere un azabache de viejo como esposo si luego de esto les lloverán los machos, — soltó Camila un bufido cargado de envidia, mientras Rogelio seguía babeando delante de la pantalla y Jeremías lo acompañó, estaban asombrados e impresionados con su belleza, pero a Rogelio lo que más duro le impactó fue saber que Abigaíl hacía cosas a sus espaldas manejadas por Bruno Lambert, porque él recuerda haberle prohibido ser la imagen de la compañía y aun así pasó de
Narrador Omnisciente.Jeremías soltó el aire, provocando un sonido con los labios parecido a cuando rechina un caballo y se pasó la mano por la cara tratando de mantener sus ojos abiertos, — saben algo gracioso, a Rogelio le pidieron el divorcio, mami Abi, lo ha dejado sin casa a él también—, se echó a reír mientras los demás lo miraban con interés, — que más quería el viejo después de que mamita Abi descubrió que él estaba con mi madre; no los soporto parecen perro y gato, se matan por todo. Antes era Roge mi amor, quieres cenita, daban asco, ahora es “mira tú viejo gordo, vas a dañar el retrete, siéntate más despacio en él—, al principio los tres estaban de lejos, pero ahora están rodeándolo para reírse de las cosas que dice el borracho incluso
Narrador Omnisciente.Sintiéndose aliviada, Camila le dio todos los datos para que Lara se encargará al menos del seguro que le brindaba la empresa, Lara colgó y Bruno estaba en silencio observándola preocupado apretando la mandíbula, sospechaba que la llamada tenía que ver con Abigaíl.—Rogelio y Jeremías Cisneros están en el hospital, fueron atacados por maleantes.Bruno bufó.—Maleantes, pues han de serlo con seguridad, supongo que es porque no pudo pagar el valor de la carga que no entregó.—Puede que lo hayan asaltado —dijo Lara, poco convencida—, iré al hospital al salir del trabajo y ahora me comunicaré para gestion
Narrador Omnisciente.Bruno le contó su plan a los chicos quienes lo miraron, negado a esa locura, y Emiliano se aguantó las ganas de decirle que sus impulsos no eran buenos, pero es Bruno y sabe que ya no podría hacerlo cambiar de opinión, incluso pensó que haría él en su lugar y exactamente actuaría igual porque le duele algo dentro del pecho solamente de imaginar que algo parecido podría pasarle a Arantza.— Sabes que estás demente, ¿verdad? — le palmeó Emiliano el hombro a Bruno y él sonrió.— Si lo estoy, por ella, creo que haría muchas locuras.Bruno se acercó a su caja fuerte y sacó el dinero que supuso que era la cantidad correcta, ya que
Narrador Omnisciente.No pasó mucho para que Nancy llegara al hospital encontrando a Bruno sentado en el área de espera, tecleando en su teléfono y era que no paraba de enviarle mensajes a la mujer que no abandona sus pensamientos, la dueña de su frustración, pero al mismo tiempo la dueña de ese sentimiento que aún no le pone nombre ni etiqueta porque ella se le ha metido bajo la piel como una droga que es dañina; sin embargo, que no quiere ni desea dejar de consumirla, aunque lo arrastre al mismo infierno.— Te ves pálido— dijo ella un poco preocupada y él para disimular se levantó y empezó a caminar.— Son suposiciones tuyas, dime que es tan importante. — Ella cargaba un bolso bastante grande y detuvo sus pasos provocando que &ea
Narrador Omnisciente.Se dejó llevar y con ella sentada en su rodilla y su cuerpo recostado en el sofá de la pequeña sala, Wilmer sintió como Lara tenía la sincronía perfecta mientras lo besaba y acariciaba, se iba introduciendo su palpitante viril dentro de esa cavidad que acogía cada centímetro de su carne erecta.Con la boca entreabierta y su pelo echado en la espalda y suspirando al sentir las caricias de su amado a medida que la llenaba, Lara se sintió en la gloria, aumentaba sus movimientos y él no se perdía ningunos de sus hermosos gestos, Wilmer la abrazó con fuerza y pegó la boca a su cuello limitándose a succionar con fuerza para no crearle ninguna marca que luego ella debiera tapar. En cambio, ella bajaba y subía lenta y profundamente, acogiéndolo con avidez y d
Narrador Omnisciente.Emiliano entró a la mansión de su padre, pensó con un poco de molestia que ahora entra como perro por su casa y aunque decidió perdonar a Marcelo, bien podría mantenerse apartado, pero Arantza insiste en darle a su padre felicidad familiar y tratarlo a él como hermano ahora que él la desea más que a nada; pasó directo al pasillo que da al aposento de su padre porque lo más irritante de venir a esta casa es tropezar con Cintia, entonces ve al doctorcito recostado al marco de la puerta de la habitación de su padre y sonriendo de forma seductora a Arantza y ella a su vez tiene una gran sonrisa dirigida al galeno.—Buenas noches… —dijo Emiliano más alto de lo que debería y disfrutó de ver al doctor pararse firme como un soldado al escuchar la diana.<
Narrador Omnisciente.Emiliano la tomó entre sus brazos, poniendo sus manos grandes y calientes en su cintura descubierta y se le hizo agua la boca, se acercó a su cuello y aspiró su fragancia, sintiendo como despertaba su entrepierna de forma furiosa.Arantza mantuvo su rostro desviado y apretó los puños sintiendo como su piel se erizaba cuando sintió la corta barba de Emiliano raspar la columna de su cuello.—¿Qué crees tú que es el amor Arantza?, es solo la justificación social para que sea aceptado el deseo y reproducirnos como especie en civilización, el amor no existe como en los cuentos nena; mi padre amó a mi madre y le fue infiel, me amaba a mí y me desterró por culpa, al final todos los seres humanos solo ven por sí mi