NARRA BRUNO.
Pocas veces en mi vida me he sentido desubicado o fuera de lugar en mi vida adulta, sin duda este es el momento más incómodo de todos; Lara expresa sorpresa un instante antes de que su propio lívido o lo que sea la hace sonreír a Wilmer y abrazarlo besándolo como si tiene años que no lo ve y él regresa de la guerra, en los brazos de Wilmer me observa, quizás se dé cuenta de que estoy tan incómodo porque me hace un guiño que hace ver muy adorable a mi dura directora de recursos humanos.
—Que tal jefazo… —, me dice con voz cantarina y Wilmer palmea su trasero haciéndola reír, debo reconocer que esta mujer saca un Wilmer que no había visto, porque con Zulema él era más tierno que un cachorro y a esta le da nalgadas, bueno está bien, reco
Narra Abigaíl.El silencio de Bruno me dejó asombrada y bueno, no sé qué esperaba, igual le dije lo que siento, además de que saber que él también me ocultó esa información me molesta mucho, pero no sé por qué espere que respondiera o que al menos hiciera un gesto, justo como es él.Me quiere en su vida, claro, como no, para que sea su juguete ese que él va y la toma cada vez que no le resulte estar con otra, pienso que incluso supuso que seguiría siendo su secretaria, esa con la que estaría abiertamente porque ya no tendría de qué esconderse mientras todos los empleados me mirarían con desconfianza y encima atribuirán mi puesto en Sky por ser la mujer con la cual Bruno se divierte.—Amiga, sé
Narrador Omnisciente.Arantza estaba agotada, por fin Marcelo se había dormido, el pobre hombre expulsaba hasta la primera papilla, el vómito era uno de los efectos secundarios del tratamiento de quimioterapia; sin embargo, Marcelo lo está pasando bastante mal, decaimiento, dolor de cabeza y vómitos persistentes, Arantza lo atendió y aunque tiene una enfermera ella quería que Marcelo se sintiera amado, así quizás no quisiera morir.Sentía miedo, mucho, porque, aunque antes deseaba saber la verdad, ahora temía que la respuesta de lo que tanto buscó sea una respuesta que le cause dolor tanto a ella como a Marcelo; en medio de su búsqueda no pensó que si resulta que ella no es hija del hombre que ha visto como a un padre toda su vida podría destrozarla porque es lo único bueno
Narrador Omnisciente.Al día siguiente, Rogelio asistió a la oficina como de costumbre, pero esta vez con la nariz rota por la mano de su propio hijo. Todos lo miraban por el gran moretón, por el golpe en el rostro, fue directo a la oficina de Bruno para enfrentar el problema del cual se le acusaba y como tenía una furia frustrada se sentía con mucho valor para enfrentar al niñato de su jefe.En cuanto las puertas dobles del ascensor se abrieron, notó que el escritorio de Abigaíl se encontraba vacío, y su mirada se quedó fija en ese lugar por más tiempo de lo necesario hasta que escuchó como alguien se aclaró la garganta.—Ummm…. Señor Cisneros, su esposa, últimamente no respeta el horario laboral, bueno, usted debe
Narrador Omnisciente.Muy temprano en la mañana Arantza fue a retirar los resultados de los estudios de Emiliano y de ella, era la respuesta a si ellos eran hermanos y que dejaban la duda de cuál de las dos mujeres fueron infiel a Marcelo; aunque Arantza, sin conocer a la difunta madre de Emiliano, podía garantizar que Cintia era una desvergonzada. Ella apenas tenía cuatro años cuando la dejó olvidada en una clase de danza y llegó a buscarla en compañía de un hombre que no era su papá horas más tarde; Arantza creció viendo desfilar hombre tras hombre a la habitación de su madre y ella no tenía permitido entrar, solo debía ser perfecta, educada y sonreír muy linda ante las amistades de su madre, nunca tuvo a ninguna mujer que le explicara cosas de la vida, cuando se aflojó su primer diente fue su pad
Narrador Omnisciente.Abigaíl le había pedido a Lara que le recibiera la renuncia, pero siguiendo el protocolo puesto por Bruno, Lara se negó, pues ella debía presentar su renuncia ante Bruno y ahora no le quedaba de otra que ir hacia el hombre que no quería ver más, por varias razones.En cuanto llegó, Sofía intentó molestarla con palabras, pero ella poca atención le puso siguiendo de largo y abriendo la oficina de su jefe sin tocar. Bruno se quedó asombrado porque Abigaíl siempre tan correcta aun cuando era su amante, sin embargo, no sintió ganas de reprocharle nada, por el contrario, sintió la fuerte necesidad de levantarse y abrazarla, no obstante, se limitó a sonreír pensando en la manera de decirle que ahora era la nueva asistente y que Sofía ahora serí
Narrador Omnisciente.Ya eran más de las 9:pm y aún Emiliano estaba en casa de su padre; sin embargo, él descansaba y Arantza se ocupó de que Emiliano comiera, lo hizo dentro de la habitación de su padre, en el espacio donde su madre tomaba el té en un balcón, él no quería tropezar con Cintia, incluso no quería ver ni siquiera a Arantza, su obsesión hacía ella le pesaba, ya era hora de alejarse, al día siguiente podría llamar, pero era mejor alejarse, sin embargo su plan cambió porque el grito de Arantza lo hizo correr hacia la cama, Marcelo tenía un fuerte dolor de pecho, la enfermera rápidamente suministró medicamento y masajeó el pecho del enfermo y les pidió calma y que avisaran al doctor, que notificó ir en camino.&mdash
NARRADOR OMNISCIENTE.Wilmer estaba en la cama con Lara, la besaba con pasión disfrutando de la suavidad de sus labios y de la sensación tan placentera que le provocaba el contacto con su piel cada vez que la acariciaba, separo sus bocas y la miro a los ojos, ambos tenían la respiración agitada y con los cuerpos muy sudados después de terminar la sesión de sexo ardiente; sin embargo, él no estaba satisfecho y la pegaba más a su cuerpo, pero le daba tiempo a que ella recuperara el aliento.—Pues soy una tía o hasta tu abuela, no me importa porque me tienes loca. — Dijo ella después de que se quedó pensativa recordando la discusión que tuvo con Rogelio y aunque quería que no le afectara lo hacía. En cambio, Wilmer sonrió tras escucharla. Narrador Omnisciente.La situación para Rogelio se había empeorado más de lo pensado, pues ahora Bruno lo tenía allí como una burla y no solo eso que le ha reducido el sueldo más de la mitad, y pensó que su única solución era pedirle a Abigaíl vender la casa, aunque reconoce que se la regaló hace tiempo ahora necesita que ella la venda para salvar su vida porque teme que el dueño de la mercancía que Bruno tiene retenida lo lastime, pero se asombró cuando toco varía veces la puerta y nadie le respondió así que se pasó la mano por la cara con frustración sin saber qué más puede hacer.En cambio, Abigaíl miraba la entrada de la casa en la cual vivió sus primeros dieciocho años de vida y le causó aflicción sRECIBIMIENTO INESPERADO.